Modificada la ordenanza del Taxi, que limita la jornada a 16 horas y tiempo mínimo de parada
El Pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado este miércoles la modificación de la ordenanza del Taxi incluyendo la limitación de la jornada laboral a 16 horas (con dos horas extra para los profesionales que tengan conductores asalariados) y que fija un tiempo mínimo de 60 horas para que las paradas sean consideradas paradas técnicas y no computen dentro de la jornada total.
MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
Tras alcanzar un acuerdo con las asociaciones mayoritarias del sector (la Federación Profesional y la Gremial del Autotaxi), el Gobierno municipal se encontró con las críticas de la oposición acerca de las dificultades que podría provocar la estipulación de dos paradas técnicas para el régimen general y cinco para el excepcional, siendo en todos los casos de un mínimo de 40 minutos, y no acumulables ni trasladables a otros días.
Así, tras acordar una enmienda transaccional con los socialistas (rechazada por IU), finalmente se fijará un tiempo mínimo de 60 minutos para que sea considerada parada técnica. En concreto, toda parada igual o inferior a una hora computará dentro de la jornada de trabajo, mientras que las paradas que superen ese tiempo mínimo no contarán en el cálculo total.
En definitiva, el cambio de la ordenanza supone que los profesionales del sector podrán circular un máximo de 16 horas en cada jornada (comenzando a contar a las 6 horas) entre lunes y viernes, con el fin de adecuar la oferta y la demanda para paliar los efectos de la crisis. No obstante, los titulares de licencia que tengan al menos un asalariado podrán prolongar dos horas más su tiempo de funcionamiento.
Además, el hecho de que los fines de semana el régimen de libranzas "paralice" a prácticamente el 50 por ciento de la flota no afectará a los usuarios porque los sábados y domingos no se aplicará la limitación horaria.
Por otra parte, el acuerdo alcanzado fija que, cuando las 16 horas de jornada concluyan mientras se está realizando un servicio, el taxímetro podrá seguir funcionando hasta finalizar el mismo; y se ha introducido un tiempo de carencia de cinco minutos entre la activación de la luz de libre y la activación del taxímetro, para que no haya picaresca entre los titulares de las licencias.
Las entidades que gestionan radioemisoras también deberán establecer elementos de control para el cumplimiento de las limitaciones horarias, y los vehículos no podrán estacionar en paradas ni recoger usuarios en la vía pública o a través de radioemisoras sin que el taxímetro y el módulo luminoso se encuentren encendidos y en funcionamiento.
PLAN CONTRA EL INTRUSISMO
El acuerdo supone también la puesta en marcha inmediata de un plan contra el intrusismo laboral en el que se dará participación al sector, cuyos representantes acompañarán a la Policía Municipal en las inspecciones en zonas de grandes concentraciones de viajeros como el aeropuerto o las estaciones de tren.
En concreto, se controlará de forma más intensiva tanto a las personas que operan sin licencia de taxi, como a los vehículos VTC (furgonetas, limusinas...) que proceden de otras comunidades autónomas o localidades y operan en la capital si autorización.
También se permitirá por primera vez en la historia del taxi madrileño que los vehículos lleven publicidad institucional de radioemisoras en las puertas traseras para incentivar el uso de este transporte público.
Estos cambios supondrá la modificación de los taxímetros de casi todos los vehículos de la capital, bien con la instalación de un nuevo software (unos 20 euros, según la Gremial) o cambiando el aparato (entre 400 y 500 euros).
Según la Plataforma por la Regulación horaria de 16 horas, esto supondrá un gasto total cercano a los 7 millones de euros, por lo que piden cambios que no impliquen una carga económica tan abultada para los taxistas.
Tras la aprobación del texto de la ordenanza este miércoles, se abre un plazo de un mes para implantar las medidas y adaptar los taxímetros a la nueva normativa, que debería estar plenamente operativa a finales del mes de mayo o principios de junio.
En cualquier caso, los responsables municipales han insistido en varias ocasiones en que estas medidas son coyunturales para adecuar la oferta a la demanda y paliar la situación económica que atraviesan los taxistas, pero que serán revisadas anualmente para comprobar si siguen siendo pertinentes.
Actualmente Madrid cuenta con más de 23.000 profesionales del taxi --15.704 licencias y otros 7.000 conductores--, cuya productividad "no llega al 30 por ciento" ya que circulan miles de horas al año tan solo en busca de clientes, lo que genera gasto, tráfico y emisiones, según reconocen las propias asociaciones del sector.
DEBATE PLENARIO
Durante el debate de la modificación en el Pleno de este miércoles, el portavoz de IU en la materia, Ángel Lara, ha criticado que el proceso se haya realizado "con prisas y sin el consenso necesario" con sindicatos y asociaciones, y ha lamentado que se está yendo, "simple y llanamente", hacia "la desregulación total del sector". "Las carreras negociadas con el taxímetro parado se convertirán en ley", ha pronosticado.
Su homólogo en el PSOE, Manuel García Hierro, también ha criticado abundantemente que los cambios no se hayan acordado con los sindicatos tal y como estipula la ley, ha reprochado que parte de los cambios incluidos en la nueva ordenanza suponen la creación de "licencias de primera y de segunda", y ha criticado que no se haya aprovechado la ocasión para introducir otras modificaciones.
Por ejemplo, para "homologar los vehículos que pueden prestar servicio de taxi" o para evitar que las renovaciones de licencias sigan autorizando vehículos diésel en el parque de los taxis, especialmente tras los "brindis al sol" de Alberto Ruiz-Gallardón, que "utiliza ese mismo argumento como elemento de confrontación con el Gobierno de la Nación". "Sean coherentes, porque éste es un servicio fundamental", ha concluido.
Por su parte, el delegado de Seguridad y Movilidad, Pedro Calvo, ha asegurado que se remitió la propuesta de cambio de la ordenanza a los sindicatos a principios de marzo, sin que éstos hayan contestado o emitido ningún informe al respecto en este tiempo, y ha defendido que el Ejecutivo local "sí ha sabido ponerse de acuerdo (con las asociaciones mayoritarias) para hacer una reforma que intente paliar los efectos de la crisis que soporta el sector".
"Lo hemos hecho con urgencia porque si no lo hacemos ahora ya no podríamos tomar ninguna decisión hasta septiembre", ha continuado, en referencia a otras críticas a este respecto vertidas por la oposición, y ha concluido concediendo que si el nuevo sistema de paradas técnicas no funciona "se podrá modificar" una vez analizados los resultados "dentro de unos meses".
