Gran movilización del taxi el 29-N
"Haremos una puta caravana a Madrid". El TS inflama la guerra del taxi contra Uber
El fallo del Tribunal Supremo, dando luz verde a una próxima cascada de adjudicaciones de licencias VTC, ha sido el último gran golpe al sector. El taxi planea una protesta masiva el 29-N
Manuel Ángel Méndez
16.11.2017 – 05:00 H.
"Se han propuesto asesinarnos y no lo van a conseguir. Invadiremos Madrid, lo colapsaremos, haremos lo que haga falta, pero no nos iremos del Congreso sin una respuesta". Quien habla así es Nacho Jiménez, más conocido como Peseto Loco, taxista, presidente de la Asociación Plataforma Caracol de defensa del taxi y uno de los líderes más radicales del sector. No está solo. "Vamos a montar una puta caravana a Madrid, 7.000 personas desde Barcelona. La gente está muy desesperada, no nos pueden quitar así nuestra forma de vida. Va a haber sucidios. Va a haber violencia", dice Alberto 'Tito' Álvarez, representante de Élite Taxi. El fallo ayer del Tribunal Supremo, dando luz verde a una próxima cascada de adjudicaciones de licencias VTC, ha sido el último gran golpe al sector. Y probablemente el definitivo. ¿Ahora qué?
Era la sentencia más esperada y temida del año. En juego estaba la aprobación o no de miles de nuevas licencias de alquiler de coches con conductor (VTC), hasta 10.000 en toda España. Su adjudicación supondría una rotunda victoria de plataformas tecnológicas como Uber y Cabify y un golpe de muerte al taxi. Y ha ocurrido justo eso. El Supremo lo ha dejado claro: hasta el 20 de noviembre de 2015 no existía una norma reglamentaria que justificase anular la concesión de permisos, argumenta la sentencia. Por tanto, los recursos presentados pidiendo anular la adjudicación de licencias entre julio de 2013 y noviembre de 2015 no tienen base jurídica.
Se espera que ahora se aprueben miles de nuevos permisos de Uber y Cabify
Esas dos fechas son clave en la guerra contra Uber y Cabify. En julio de 2013, ante la presión del 'lobby' del taxi, el Gobierno modificó la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT) para fijar de nuevo la limitación de una VTC por cada 30 taxis. Esta modificación, sin embargo, no fue completada hasta noviembre de 2015 con el Reglamento de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (ROTT).
En ese 'limbo' de casi dos años y medio, cientos de empresas y particulares aprovecharon para pedir licencias VTC que luego las Comunidades Autónomas o sus respectivos Tribunales de Justicia tumbaban en los tribunales. La última parada era el Supremo y este acaba de sentar jurisprudencia aprobando 80 permisos VTC denegados antes por la Comunidad de Madrid. Es como un terremoto para el taxi: se avecina una cascada de sentencias similares adjudicando miles de nuevos permisos. Solo en Madrid se pueden poner en la calle hasta 3.500 licencias más; otras 3.000 en Barcelona; casi 10.000 en toda España.
"Es un antes y un después, un cambio a peor. Lo de que se cumpla la ley, la relación de una VTC por cada 30 taxis, es ya casi imposible. Ahora en Madrid estamos en un ratio de 1-4. En toda España en 1-7. Si no se les puede retirar las licencias, porque el Supremo las está aprobando, vamos a pedir que se regule su actividad, como a nosotros: que no puedan estar las 24 horas del día trabajando, que tengan que salir de una base, que no puedan trabajar el 20% del tiempo fuera de la CCAA... La administración nos ha metido en este problema, ellos nos tienen que sacar", asegura Peseto Loco a este diario.
El nerviosismo tras la sentencia del Supremo es tal que ayer la Federación Española del Taxi solicitó una reunión urgente con el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, sobre la cual el ejecutivo aún no se ha pronunciado. "Tenemos que estudiar aún la sentencia, pero no cabe recurso, es definitiva. La pelota está ahora en el tejado de Fomento, son los que tienen las competencias de regular, las Comunidades Autónomas no podemos hacerlo. Se han planteado medidas que deberían entrar en vigor en diciembre, como la obligación de usar una VTC al menos dos años para evitar la especulación con los permisos, pero se necesita mucho más", explica Pablo Rodríguez Sardinero, Director General de Transportes de la Comunidad de Madrid.
La siguiente batalla en esta guerra se librará el próximo día 29 de noviembre, fecha en la que el sector del taxi promete realizar la mayor protesta jamás vista en España. "Vamos a estar más de 30.000 taxitas en Madrid y acamparemos a las puertas del Congreso si hace falta. La opinión pública tiene que entender que hoy nos toca a nosotros pero mañana pueden ser ellos. Es un problema social en el que nos han metido multinacionales como Uber", señala Tito Álvarez.
Su asociación Élite Taxi, mayoritaria en Barcelona, exigirá al Ministro de Fomento una mayor regulación sobre las VTC para evitar la competencia desleal. Entre la batería de medidas que plantean está que los clientes de Uber o Cabify tengan que pedir el servicio con una hora de antelación, que los vehículos sean siempre de alta gama o la retirada de la licencia a los conductores de se salten la ley de forma reiterada. "El culpable número uno de todo esto es el PP. Que no le echen la culpa al PSOE. Con Zapatero nos colaron 2.000 VTCs, ahora con el PP serán 10.000", señala Álvarez.
"Va a ser muy gorda, la más gorda". ¿Violencia? Sonríe al teléfono. "Lo que pase ese día será incontrolable"
Para José Andrés Díez, abogado que defiende a decenas de empresas VTC que han presentado recurso ante el Supremo, la solución no pasa por "montar el pollo en la calle, ni por la radicalización. El taxi tiene que ponerse las pilas y pensar por qué el Supremo y los Tribunales Superiores de Justicia de hasta 10 Comunidades Autónomas han fallado de esta forma. Hay que liberalizar el sector, con unas normas mínimas, pero dejar al ciudadano que escoja lo que mejor el conviene: bici, taxi, VTC, bus... Que escoja la gente, no un 'lobby'".
"La liberalización no ha funcionado en ningún país. Aunque es cierto, tenemos que ponernos las pilas, pero para incendiar el sector. Esto es mucho más grave de lo que muchos pensaban", dice Peseto Loco. Y avisa sobre el 29-N: "Va a ser muy gorda, la más gorda". ¿Violencia? Sonríe al teléfono. "Lo que pase ese día será incontrolable"
