Cómo identificar la simbología “secreta” de los grupos neonazis: La importancia de lo ocultoACAB es el acrónimo que utilizan estos grupos; responde a la frase "All cops are bastars" (Todos los policías son unos bastardos). El autor del artículo, Mariano Calleja, pertenece al despacho Winkels Abogados.
por Mariano Calleja | 21 mayo, 2018
En el momento actual, uno de los principales problemas que los operadores jurídicos encuentran en los delitos de odio, es el poder demostrar o acreditar que el motivo de la comisión de determinado delito es la raza, la orientación sexual o la pertenencia de determinado grupo social, por ejemplo.
Además, el discurso de odio que determinadas organizaciones lanzan, se intenta esconder bajo la explicación de la muy necesaria libertad de expresión, derecho que por fortuna todavía existe en nuestro país.
Estas organizaciones y grupos, que no se limitan a lanzar un discurso de odio, sino que en muchas ocasiones protagonizan agresiones y persecuciones contra los miembros que pertenecen a los colectivos a los que persiguen -o alientan a terceros para que lo hagan -, saben desde hace mucho tiempo que son objeto de vigilancia por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, de los legisladores, y porque no, de la sociedad civil, que cada vez es más sensible a estos asuntos y menos tolerante con los intolerantes.
Es por esto que sabiéndose fuertes en grupo, pero débiles en solitario, han ido perfeccionando sistemas de comunicación y reconocimiento mutuo en las redes sociales, internet y presencialmente, usando además eventos deportivos como el futbol para atraer nuevos miembros y extender su mensaje de odio.
Así, y al modo de las sociedades secretas de la edad moderna, la pertenencia a estos grupos conlleva la inclusión de determinados símbolos en las redes para identificarse, o el uso de tatuajes y mensajes en su piel.
El desconocimiento por parte del resto de la sociedad de estos símbolos es lo que hace que en muchas ocasiones determinados delitos pasen por comunes, cuando deberían haber sido juzgados de manera más severa, y haberles sido aplicadas las agravantes previstas en nuestro código penal.
Por suerte, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sí que conocen esta simbología, y sus investigaciones se inician en muchas ocasiones al detectar alguno; el objetivo de este artículo es poner sobre la mesa varios de ellos, para contribuir así a su reconocimiento y utilización posteriormente en un Tribunal.
Los grupos de orientación nazi, por ejemplo, son muy devotos de la numerología, a imagen y semejanza del que consideran un líder -incluso en ocasiones un mártir-, y que aun a pesar de su muerte hace ya más de setenta años, sigue siendo su gran inspiración ideológica.
UNIDAD DE TIEMPO: EL NACIMIENTO DE HITLER
Me refiero, como habrán imaginado, a Adolfo Hitler, al que incluso utilizan como unidad de medida para el tiempo de lo que denominan “Era Hitleriana” o EH, que se inicia en el año de su nacimiento, acaecida en 1889.
De este modo, determinados grupos inician su calendario este año, siguiendo el ejemplo el calendario mundial que toma como fecha de inicio el nacimiento de Cristo.
Los números que más se usan por los grupos de ideología neonazi contienen continuas referencias a Hitler, así, el 4/20, 422 o 4:20 corresponden al día y mes de nacimiento, el 18, en relación al puesto que en el alfabeto tienen las letras A y H -su nombre y apellido-, y el 88 a la HH de HEIL Hitler.
También se usan acrónimos como HMF para referirse al saludo nazi “Heil Mein Führer”, o la H triplicada (HHH) en referencia a los nombres de lis tres nazis más importantes que han existido, según estos grupos, Himmler, Hess y el propio Hitler.
No es infrecuente ver comentarios en las noticias de los periódicos, en los que los usuarios utilizan estos acrónimos para darse de alta, con la seguridad de que no serán identificados por nadie que no sea, como ellos lo llaman, un iniciado, aunque la mayoría de sus mensajes sí que puedan serlo.
De hecho, hay ocasiones en las que cuando han sido detectados por el uso de estos acrónimos, intentan defenderse, o mejor dicho, librarse, justificando que el significado es diferente al que se le achaca.
Un caso reciente fue el del joven que había sido sancionado por llevar una camiseta con el acrónimo A.C.A.B., que es el que desde hace muchos años se ha utilizado por parte de determinados hinchas de fútbol europeos y que significa All Cops Are Bastards, o en castellano, “Todos los policias son unos bastardos”, y que el mismo alego que significaba All Cats Are Beautiful. (“Todos los gatos son bonitos”).
Este acrónimo es además utilizado por otro tipo de grupos como puedan ser los grupos de motoristas que se dedican a actividades al margen de la ley, y que se popularizo mucho después de aparecer en una conocida serie de televisión, por lo que esa justificación es bastante absurda.
Para terminar, y sobre el uso de los tatuajes, es común ver como los números o los acrónimos que hemos explicado, aparecen ocultos entre tatuajes muy elaborados y complicados, sin que en principio ocupen un lugar destacado, pero que si se observan con detenimiento pueden ser detectados.
Estos símbolos, no se ocultan, sino que se colocan en posiciones determinadas, para que sólo el ojo entrenado pueda identificarlo, y pasen desapercibidos para el resto de los observadores.
Además, es común que se integren en otra serie de tatuajes que en el caso de los neonazis, suele referirse a la mitología y cultura nórdica -de la que les gusta pensar que descienden-, hayan nacido en Berlín o en Cuenca, tales como las runas, efigies de guerreros vikingos o sus armas de guerra, y sobre todo la de los dioses nórdicos y sus símbolos, como el cuervo negro que identificaba a Odín.
Hay que estar atentos a estas y otras señales de las que hablaremos en el futuro, que pueden marcar la diferencia para la persecución de estos grupos y sus cada vez más violentos ataques, para facilitar que la defensa de las víctimas pueda ser lo más eficaz posible.
delitos de odio / Grupos neonazis
Ver más artículos de Firmas
por Mariano Calleja.
Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid en 1998 y especializado en práctica procesal contenciosa-administrativa en el año 2000, Mariano Calleja es en la actualidad socio de Winkels Abogados y coordinador del Servicio Municipal de Orientación Jurídica para Extranjeros del Colegio de Abogados de Madrid y para supuestos de racismo, xenofobia, transfobia y homofobia. Asimismo, es letrado coordinador de los servicios jurídicos de ANZADEIA, asociación dedicada a la atención de víctimas de trata con fines de explotación sexual.
PUBLICIDAD
El odio político en Cataluña
Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos en Cataluña, y Juan Carlos Girauta, diputado de la formación naranja en el Congreso; los dos han sido el centro del odio político. EP.
InicioFirmas
por Ricardo Ruiz de la Serna | 21 mayo, 2018
El último altercado lo ha denunciado el diputado y portavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados Juan Carlos Girauta.
Hace unos días, según reza la denuncia, él y su mujer tuvieron un incidente en un centro comercial con un señor que portaba un lazo amarillo.
Este hombre se quedó mirando fijamente al político y, cuando éste le preguntó si pasaba algo, le espetó: “te miraré todo el tiempo que me salga de los cojones”.
Después, según ha denunciado el político, el señor la apartó a ella con violencia dándole un empujón en el hombro.
Como el mismo Girauta ha advertido, este incidente es uno más dentro de la situación de acoso contra todos aquellos que no están de acuerdo con el proceso independentista que se está viviendo en Cataluña.
Los insultos más allá de la crítica son tan frecuentes que, muchas veces, ya ni se denuncian. Las consignas de la propaganda nacionalista se prodigan tanto que apenas llaman la atención.
Los carteles, las fotos y los mensajes que señalan a los discrepantes van jalonando el camino desde los linchamientos en las redes sociales hasta el hostigamiento en el trabajo y los espacios públicos.
Así, el odio a España y a los españoles es una de las fuerzas motrices de la política en Cataluña, como lo son la mentira y el resentimiento.
Si esto le ha sucedido a un diputado que va con escolta -repárese en que Girauta tiene que ir con escolta por la calle-, si esto le ha sucedido a un hombre escoltado, digo, piense usted qué puede sucederle a cualquier otro.
No sólo han increpado a un político en activo que, a fin de cuentas, tiene un derecho al honor más flexible o restringido.
Incluso podría decirse que está más sujeto a la crítica, por dura que ésta sea, aunque no parece que allí hubiese crítica alguna, sino más bien que a un señor “le salía de los cojones” faltar al respeto a Girauta.
Alguno pudiera pensar, en fin, que no le queda otra que aguantarse porque va en el sueldo.
SU MUJER FUE AGREDIDA
EL ODIO SE EXTIENDE EN CATALUÑA
SU MUJER FUE AGREDIDA
Pero también fue agredida su mujer, que sufrió un empujón. Ella sí que no es cargo público, ni política ni nada de eso. Sólo estaban juntos visitando un centro comercial como cualquiera; bueno, como cualquiera no, porque iban, ya se ha dicho, con escolta.
Los dos fueron presuntamente seleccionados por el compromiso político del diputado y portavoz.
Al parecer, fue reconocer a Girauta y desencadenarse el altercado.
Esto no es excepcional ni anecdótico.
El mes pasado, durante un programa en directo en la televisión catalana, una señora del público le gritó a Jordi Cañas “hijo de puta” en directo dos veces.
La presentadora pidió “por favor” a la señora que no insultase a Jordi Cañas y que se ahorrase cualquier insulto a cualquier persona invitada a ese plató (el único insultado allí era Cañas, recuérdese).
Hasta donde sé, la señora siguió entre el público el resto del programa.
EL ODIO SE EXTIENDE EN CATALUÑA
A Inés Arrimadas otra señora le dijo lo siguiente a través de su perfil de Facebook: “Sé que me van a llover las críticas de todos lados, sé que lo que voy a decir es machista y todo lo que se quiera, pero escuchando a Arrimadas en el debate de T-5 solo puedo desearle que cuando salga de noche la violen en grupo porque no se merece otra cosa semejante perra asquerosa”.
Ha terminado condenada en conformidad a una pena de 4 meses de prisión por un delito contra la integridad moral.
Su condena se ha suspendido a condición de no delinquir en 2 años y de asistir a “un curso sobre igualdad y no discriminación, en particular por motivos de género e ideológicos”.
Por cierto, esta misma señora llamó a Miquel Iceta “maricona mala” y a Xavier García Albiol “el aborto del diablo”.
Deberíamos preocuparnos por el odio que se está extendiendo en Cataluña contra quienes se oponen a los nacionalistas y, en particular, contra los políticos, los diputados, los concejales, etc.
Al margen de la calificación penal que, en su caso, pueda corresponder a ese incidente concreto sufrido por Girauta y su mujer, tal vez debería aplicarse más a menudo la agravante del artículo 22.4.ª del Código Penal: “Cometer el delito por motivos racistas, antisemitas u otra clase de discriminación referente a la ideología, religión o creencias de la víctima, la etnia, raza o nación a la que pertenezca, su sexo, orientación o identidad sexual, razones de género, la enfermedad que padezca o su discapacidad”.
Si hay un delito, debería tenerse en cuenta la motivación ideológica -es decir, política- de estas acciones.
A Girauta, a su mujer, a Cañas, a Arrimadas, a Iceta, a Albiol y a tantos otros los agreden, los insultan, los injurian por motivos políticos.
El mensaje que se transmite al resto de la sociedad es bien claro.
Si lo hacen con ellos, imagínense lo que pueden hacerle al resto de los ciudadanos.
Juan Carlos Girauta / Odio político en Cataluña