Dos policías locales de Dénia median para desocupar en 24 horas una casa en el Montgó
Los agentes pusieron en práctica las técnicas de mediación aprendidas en cursos y consiguieron un acuerdo entre el dueño y los cinco okupas
Los dos agentes de la Policía Local que intermediaron en el desalojo. Tino Calvo/
Los dos agentes de la Policía Local que intermediaron en el desalojo. Tino Calvo
B. ORTOLÀ
DÉNIA.
Viernes, 2 octubre 2020, 23:59
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«Estamos convencidos de que la intervención de los agentes fue crucial para que todo se solucionase». Los vecinos de una urbanización de Dénia, situada en la zona del Montgó comprobaron ayer el talante Alberto Boigues y Arturo Bertomeu, dos policías locales que consiguieron llevar a cabo un desalojo en una vivienda, en menos de 24 horas, a través de la mediación entre ambas partes, los okupas y el propietario.
El aviso lo dieron unos residentes de la zona cuando observaron que una furgoneta estacionaba en la parcela de dicha vivienda. Se trataba de una casa medio en ruinas que recientemente ha adquirido un vecino de Dénia con la intención de reformarla. «Vimos que se trataba de cinco personas, tres adultos y dos niños, que empezaron a bajar cosas del vehículo en el que habían llegado y las estaban introduciendo en la casa».
A los pocos minutos llegaron los dos policías locales. La estrategia en estos casos, explicaron los agentes, es mediar con las dos partes para llegar a un entendimiento «y que no vaya a mayores». De hecho el procedimiento fue fructífero pues a su llegada, todavía no se había personado el propietario de la vivienda, lo que facilitó el contacto con los okupas. «Primeramente nos interesamos en saber cuál era su situación y posteriormente les indicamos que procedimiento debían seguir para evitar más problemas», comentaron.
Los agentes les informaron que se trataba de un delito de usurpación, «el asalto a la casa no implica la violación de la intimidad de propietario», es decir, que este último no la utiliza como residencia habitual. En este caso se considera un delito leve, menor que el de allanamiento de morada.
Poco después llegó el propietario de la parcela, con la documentación en la mano, fue entonces cuando los agentes, moldearon la situación, intentado llegar el conflicto a un final acordado por las dos partes, como se preparan con cursos especiales a lo largo del año. Así fue, ambas partes decidieron dar unas horas para que los primeros recogiesen todas sus pertenencias y se fuese de la casa.
Tercera vez
El conflicto no llegó a mayores, por suerte para el propietario, quién desde que adquirió el inmueble hace poco más de un año, ya ha vivido tres casos de ocupación. Explicó ayer que la casa «no estaba en buenas condiciones cuando la compré, pero cuando la dejaron los primeros okupas, quedó mucho peor, se llevaron todo, quedó sin ventanas, arrancaron todo el cobre». De hecho, indicó su intención es demoler lo que queda y empezar de cero con una nueva construcción.
Lamentó además que ante esta problemática «los dueños estamos totalmente desamparados ante la ley. Ahora tendré que invertir mucho más dinero y tiempo», remarcó.