La Policía asegura que un grupo "skin" fue «a la caza de los guarros»
latribunadetoledo.es - jueves, 16 de enero de 2014
Un inspector insiste en el móvil ideológico en las agresiones a los antifascistas. Señala que D.E.O. es «un militante destacado de un grupo neonazi» y A.L.S. se encontraba «en la fase de iniciación» durante los Carnavales de 2012 La misma toma policial en las inmediaciones de la Audiencia Provincial avisaba ayer de la segunda sesión del juicio por las puñaladas que recibieron tres jóvenes durante los Carnavales de 2012. Si el primer día apenas hubo público, salvo los testigos -una vez que se les tomó declaración- y los familiares de los jóvenes procesados, uno por asesinato en grado de tentativa y lesiones, y otro por tentativa de homicidio, la sala permaneció ayer abarrotada de conocidos y amigos de los acusados y de las víctimas. Ante tanta expectación, el presidente del tribunal dejó claro antes de iniciar la vista que no admitiría que nadie alterara el orden durante la vista.
Si en el exterior el protagonismo se lo llevó un despliegue policial que muchos de los que pasaron por allí atribuyeron a una visita política, dentro también la Policía Nacional tuvo su momento durante la testifical, dejando claro que las agresiones tienen un componente ideológico detrás a pesar de que en la primera sesión de la vista ni los acusados, ni las víctimas, ni el resto de los testigos reconocieron que pertenecían a grupos de «ideología totalitaria de corte neonazi» o a otros de «ideología contraria», como también tiene claro el fiscal según mantiene en su acusación. «D.E.O es un militante importante de un grupo neonazi y a A.L.S. lo podíamos calificar en la fase de iniciación», apuntó un inspector de la Policía durante la testifical de ayer.
En su opinión, las agresiones tuvieron un origen muy claro: «Una cacería de guarros» y detalló que es una expresión que utilizan los grupos de esa ideología de extrema derecha cuando buscan conflicto con jóvenes de grupos antifascistas.
Poco antes, el jefe de la Brigada de Información de la Policía, que conocía la actividad de estos grupos desde 2003 y que los acusados tienen vinculación con el entorno desde entonces, algo que no le encaja a Blanca Biezma, la defensa de A.L.S, porque su defendido tendría muy poca edad por entonces.
La investigación policial también centró buena parte de la declaración porque las defensas consideran que deberían anularse las pruebas que han llevado a sentar a ambos jóvenes en el banquillo de los acusados, dado que se produjeron ciertas confusiones durante las primeras horas tras los apuñalamientos en el Real del Arrabal y en la zona del bar ‘La otra bóveda’. El policía explicó que, en principio, las declaraciones del entorno de los agredidos situó a otros jóvenes, conocidos por su supuesta vinculación a un grupo neonazi que no estuvieron allí esa noche, lo que motivó una investigación más profunda que incluyó una segunda comparecencia y, sobre todo, la circulación de unas fotos, alguna de ellas colgada en la red social ‘Tuenti’ que se aportaron para identificar a los jóvenes acusados.
el tercer agredido. F.C.A. fue el primero en subir ayer al estrado. Relató con brevedad que fue testigo de cómo A.L.S. apuñalaba a D.P.N. en un costado con una entrada de 12 centímetros. A continuación, explicó que se encontró cara a cara con él y otros que le acompañaban porque se dieron la vuelta en la Plaza de la Magdalena al comprobar que estos les seguían y escenificó como A.L.S le agredió en el antebrazo «aunque el cuchillo iba a mi pecho». Además, notó «otra cuchillada superficial en el costado».
Durante la declaración, este tercer agredido aseguró que no tenía ninguna duda de que el arma blanca la empuñaba A.L.S., al que le pidió «que tirase el cuchillo», mientras el grupo le gritó a él y a otros amigos: «Cerdos, os vamos a matar’». En principio, le comentó al fiscal que no conocía cómo se llamaba, pero que unos jóvene que acudieron a la manifestación antifascista celebrada con motivo de las agresiones le enseñaron una foto y se desplazaron hasta el bar ‘La otra bóveda’ para verlas mejor. «Y le puse nombre a la cara que yo conocía», repitió convencido.
«Me considero antifascista y antirracista y no sé si será el motivo de la agresión», apuntó antes de sentarse entre el público, pero la abogada de A.L.S., aprovechó para recordarle que en una de sus declaraciones judiciales había comentado que su agresor tenía 17 años y su defendido tiene varios más.
otros momentos. El presidente del tribunal, Manuel Gutiérrez Sánchez-Caro, tuvo que llamar la atención en varias ocasiones a los abogados defensores por buscar en algunas preguntas que los testigos opinasen.Esto mismo le ocurrió una vez al fiscal, que solicita una condena de 18 años y medio de cárcel para A.L.S., acusado de asesinato en grado de tentativa y de lesiones, y nueve años de prisión para D.E.O. por un intento de homicidio.
Los medios de comunicación también salieron a relucir ayer durante la sesión. La defensa señaló que la prensa local publicó la noticia de las agresiones e hizo alusión a D.E.O. como uno de los acusados, cuando la Policía todavía no había detenido a nadie. El joven ya manifestó el primer día durante su alegato que él mismo acudió a la comisaría tras conocer lo que decían los medios. Por eso, la abogada insistió en el tema, después de que uno de los policías asegurase que no facilitaron esa información, por si hubo demasiada prisa por identificar a los responsables.