A falta de casa, los neonazis reparten comida en la calle
DANIEL MARTÍN Madrid
Actualizado: 26/09/2014 23:42 horas
Los miembros del Hogar Social Ramiro Ledesma, la casa okupa neonazi de Tetuán que fue desalojada el pasado día 19, siguen repartiendo comida a la veintena de familias que acudían asiduamente al edificio de la calle Juan de Olías.
Este jueves hicieron el primer reparto, en un parque de la calle General Perón ya sin su sede, que estaba situada a pocos minutos de esa zona ajardinada. Lo hicieron llamando una por una a las familias a las que daban soporte social. «No les íbamos a dejar sin nada después de haber estado varias semanas ayudándolas, les hemos hecho la compra semanal a todas», explicó un portavoz.
Este procedimiento lo llevarán a cabo todos los jueves hasta que encuentren un nuevo local «okupado o alquilado» para albergar el Hogar Social, algo que, según el mismo portavoz, tendrán resuelto «en un mes como tarde».
El empresario que cuando se enteró de que iban a desalojarlos del edificio que habían okupado en el barrio de Estrecho les ofreció un nuevo local y un donativo de 400.000 euros finalmente se ha echado atrás debido a la presión social y mediática, que podría afectar a sus negocios.
Los neonazis afirman que este hombre además habría sufrido presiones desde la Delegación del Gobierno para que desistiese en su empeño por ayudar al colectivo de extrema derecha, algo que desde la institución que dirige Cristina Cifuentes han desmentido.
Asimismo los miembros del Ramiro Ledesma aseguraron que también se había llamado al empresario desde el Ayuntamiento con los mismos fines, máxima que no ha sido confirmada ni desmentida por el Consistorio.
El fenómeno de los denominados hogares sociales, casas okupas de la ultraderecha, se está instalando poco a poco en España. Hoy mismo se desarrolla un acto en Santander con representantes de otras propuestas similares italianas, germen de estas iniciativas, que se agrupan en torno a las conocidas como CasaPound, así como españolas, en concreto del Hogar Social de Zaragoza, que comparte el mismo proyecto que el de Tetuán.
Lo organiza, bajo el nombre de Galerna 2014, un colectivo de corte neonazi, llamado Asociación Cultural Alfonso I, e incluye una charla sobre la okupación como forma de acción social y una mesa redonda titulada ¿Hacia dónde avanzar? Todo indica que estas okupaciones llevadas a cabo por la extrema derecha no han hecho más que empezar, con las confrontaciones sociales que de ellas se derivan.
