San Vicente solicita permiso para que la Policía Local pueda patrullar de paisano
Los agentes esperan mejorar la efectividad en seguridad o en el control de la ordenanza de animales
clara r. forner La Concejalía de Seguridad de San Vicente del Raspeig, que dirige Víctor López, ha solicitado autorización a la Subdelegación del Gobierno para que la Policía Local pueda patrullar vestida de paisano. La petición del Ayuntamiento tiene como objetivo mejorar la efectividad en algunas tareas, principalmente en materia de seguridad o en la vigilancia del cumplimiento de algunas ordenanzas.
El Consistorio ha tramitado ya la petición y permanece a la espera de que recibir autorización de la Administración central para que los agentes puedan salir a patrullar de paisano. Fuentes municipales explicaron que, aunque la mayor parte de la vigilancia en materia de seguridad la realiza ahora la Guardia Civil, que es la competente en esta materia, los agentes locales podrían desarrollar mejor esta labor si su presencia pasa más desapercibida.
Los mismo ocurre con el cumplimiento de ordenanzas como la de animales, sobre todo en lo que se refiere a la recogida de los excrementos caninos. De momento, el Ayuntamiento asegura que la potenciación de las patrullas uniformadas a pie ha permitido ya mejorar el cumplimiento de la nueva normativa de animales.
Víctor López explicó que desde que entró en vigor la ordenanza las agentes están realizando "una labor preventiva hablando con los propietarios de animales de compañía para que recojan los excrementos de sus mascotas y respeten el mobiliario urbano, además de cumplir con las obligaciones en materia veterinaria, si necesitan bozal, etcétera". Según el edil, si antes se realizaban entre diez y veinte patrullas a pie cada mes, actualmente hay más de sesenta.
La concejal de Sanidad, Mercedes Torregrosa, aseguró por su parte que en general los propietarios de animales están "más concienciados desde la aprobación de la nueva ordenanza y se ha notado una mejoría general en el estado de las calles en cuanto a la presencia de excrementos".
La regulación que entró en vigor el pasado 3 de marzo prevé sanciones de 200 euros por no recoger los excrementos de mascotas en la vía pública, cantidad que se eleva hasta los 300 si las heces se depositan cerca de áreas de juegos infantiles. El Ayuntamiento pretende potenciar el uso de los nueve pipicanes que se habilitaron con la entrada en vigor de la ordenanza, al igual que el parque canino de la zona norte.