Brett, 'atrapado' sin poder volver a EEUU
Peleó con tres policías y no puede regresar a su casa porque le han retirado el pasaporte 
Brett Wright, en la puerta de los Juzgados de Plaza de Castilla, donde tiene que firmar cada lunes JAVIER CUESTA
PABLO HERRAIZ Madrid
Actualizado:01/08/2015 00:13 horas
«Un gran malentendido» es la frase que se repite en la mente de Brett Wright desde el 16 de marzo. Aquel día, este californiano de 23 años, que no llevaba ni 36 horas de vacaciones en Madrid, fue detenido después de toparse con tres policías en la estación de Metro de Tribunal. Y ahora sus vacaciones se han convertido en forzosas, con 37 días de cárcel provisional incluidos y la prohibición de regresar a EEUU mientras espera su vista oral.
Brett asegura que todo fue culpa de ese malentendido mutuo, empezando por el idioma, porque ni él hablaba español ni los agentes inglés: «Ellos iban de paisano y se me acercaron para pedir la documentación. Me enseñaron una placa, pero su aspecto me hizo pensar que no eran policías de verdad», explica Brett en inglés. Lo más posible es que los agentes le tomaran por un carterista indocumentado y por eso fueron a identificarle.
«Lo único que comprendí por sus gestos es que a ellos mi pasaporte les parecía falso; no se creían que fuera estadounidense. Me decían cosas que yo no entendía, y luego me rodearon. Uno me agarró el brazo y pensaba que me iban a robar. Entonces yo me puse nervioso y empecé a pelear», recuerda.
'Todo fue un gran malentendido, pensaba que me iban a robar', dice el joven
Brett trabajaba en una escuela de Indiana como profesor ayudante, y había quedado en Madrid con uno de sus cuatro hermanos pequeños, el más cercano a él por edad, que estaba en la ciudad con su equipo universitario de fútbol para jugar partidos amistosos con algunos equipos españoles. Brett iba en camino a reunirse con él para ver un partido al Bernabéu y disfrutar una semana de la ciudad, pero su incidente con la Policía le arruinó los planes y esta última parte de su vida. Había aterrizado el sábado 14 de marzo en Madrid y esto le ocurrió el domingo 15. Su hostal estaba en Sol y allí tomó el Metro hasta Tribunal, para seguir directo hasta el estadio que nunca vio.
El problema para Brett es que los tres policías salieron lesionados de la pelea, uno de ellos con una fractura en la pierna. Brett no es bajo ni pequeño, pero tampoco aparenta tanta corpulencia como para dar palizas a tres policías. Según su versión, fue todo accidental: «Yo no quería hacerle eso al policía. Reaccioné en un segundo -o corro o lucho- y luché. Fue mala suerte, un accidente».
El lunes 16, el Juzgado de Guardia envió a Brett a prisión preventiva sin fianza por los delitos de lesiones, atentado a agente de la autoridad y resistencia, y le enviaron a prisión preventiva sin fianza.
Los agentes iban de paisano, y ni él habla español ni ellos hablaban inglés
Pasó 37 días en Soto del Real, casi todo el tiempo compartiendo celda con un argentino de su edad, y hablando con los pocos reclusos que sabían inglés en su módulo. Finalmente consiguió salir en libertad provisional, pero le impusieron dos medidas cautelares aparte del pago de una fianza: firmar todos los lunes y la retirada del pasaporte, con prohibición de salir de España.
Así que desde entonces, Brett se ha instalado en Tres Cantos, sin trabajo ni dinero, acogido por un párroco estadounidense y su familia que por casualidades de la vida conocen a gente en Indiana, donde vivía la familia del joven. A través de un amigo común le contactaron y ahora se han convertido en su nueva familia, al menos hasta que la situación cambie.
«Hemos dicho varias veces que él se declara culpable y acepta la responsabilidad que la caiga, pero que le dejen volver a su país, que no tiene sentido retenerle aquí», explican sus abogados Mattias Erwin Wiegner y Federico Andreu Bleckmann, que han solicitado la conformidad y están dispuestos a indemnizar a la víctima.
Brett conoció a sus abogados por una lista que le facilitó la Embajada de EEUU en España, pero por desgracia el apoyo diplomático no ha podido llegar mucho más allá: «Yo cometí un delito en España y mi país no puede meterse en la jurisdicción española», explica el joven resignado. Sus abogados insisten en que en el juzgado podrían imponer otras medidas, como un aumento de la fianza, y levantar la prohibición de volver a su casa.
El asunto ha tenido mucha repercusión en Estados Unidos, donde desde medios locales de Indiana hasta el famoso periódico USA Today han publicado su caso. De momento, Brett cuenta con haber perdido su trabajo y tener que rehacer su vida cuando vuelva, aparte de estos meses en los que su vida se ha quedado atrapada en España.
