Unos atracadores disparan al marido de una joyera en su piso Los ladrones, que iban encapuchados, agredieron al matrimonio para apoderarse de 300 euros y joyas
Un jubilado de 62 años recibió ayer un disparo en el abdomen tras ser asaltado por dos encapuchados armados en el rellano de su propio domicilio, situado en el barrio valenciano de Patraix. El herido y su mujer, que regenta una joyería en una calle próxima a su casa, fueron agredidos por los asaltantes, quienes mostraron una violencia fuera de lo normal, según apuntaron fuentes próximas a la familia de las víctimas.
Al parecer, los atracadores pretendían atar al matrimonio, ya que portaban cuerdas para ello, para posteriormente desvalijar la joyería. No obstante, únicamente lograron apoderarse de un botín de unos 300 euros en metálico y diversas joyas que había en la casa. Los ladrones huyeron en una furgoneta blanca antes de que la calle se convirtiera en un hervidero de policías, según apuntaron los testigos.
Los hechos ocurrieron en torno a las 9.30 horas de ayer en un piso de la calle Músico Barbieri de Valencia. "Mi padre había bajado a comprar el pan y lo estaban esperando en el hueco del ascensor", apuntó una de las hijas del agredido. Todo apunta a que los delincuentes habían vigilado previamente a esta familia y habían planeado el robo al milímetro para extorsionar al matrimonio y apoderarse del botín de la joyería que regenta la mujer a escasos metros de su domicilio.
Una vez el hombre abrió la puerta de la casa, los dos encapuchados salieron de su escondite y mediante golpes entraron en el domicilio. En el interior del inmueble se encontraba también la joyera, ajena a lo que estaba ocurriendo. Los asaltantes propinaron varios golpes al sexagenario y en un momento dado le dispararon a la altura del estómago.
"Le han pegado un tiro porque iba a avisarme, son unos animales", apuntó la mujer, cuyo nombre omitimos para preservar el anonimato de las víctimas. "Les he dicho que se llevaran todo lo que quisieran pero que no nos hicieran daño", confiesa. No obstante, sus súplicas no fueron escuchadas por los delincuentes, quienes además de disparar contra su marido golpearon a la mujer en la cabeza. "No sé ni con qué me han dado, he perdido el conocimiento", apuntó la agredida.
Después de dejar malherido al hombre, tendido y ensangrentado en el suelo de la cocina, y a su mujer inconsciente, los atracadores huyeron del lugar en una furgoneta de color blanco.
Varias patrullas de la Policía Nacional y de la Policía Local acudieron rápidamente a la zona tras recibir el aviso. Asimismo, una ambulancia del SAMU atendió al hombre herido de bala en el lugar y lo trasladó al Hospital La Fe de Valencia, donde permanece ingresado. Fuentes cercanas a la familia aseguraron al cierre de esta edición que después de ser intervenido quirúrgicamente su evolución es favorable, ya que el disparo no le tocó ningún órgano vital.
El grupo de Atracos de la Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación de lo ocurrido para tratar de localizar a los responsables. Asimismo, la policía científica se trasladó al lugar también para tomar muestras en el domicilio de las víctimas.
Entre los vecinos de la finca reinaba ayer la preocupación ya que no es la primera vez que intentan robar a esta familia. De hecho, hace apenas un mes sufrieron otro intento de robo después de que les rompieran el cerrojo de la puerta. "Después de lo que ha pasado no vamos a estar tranquilos", apuntó Julia. "cada vez que entre a la finca miraré a los dos lados por si acaso", añadió otro vecino.
Segundo atraco en cinco días
Éste es el segundo atraco que sufre el sector de la joyería en apenas cinco días, después de que el pasado jueves cinco personas fueran arrestadas horas después de asaltar un local del barrio de la Isla Perdida. Hasta tal punto llega el miedo dentro del sector, que muchos joyeros se están planteando cerrar sus negocios. "Estoy asustada, trabajo en la joyería, pero no sé hasta cuando", reconoce la agredida.
Por otra parte, ayer por la mañana se produjo otro robo con violencia, en este caso frustrado, en una sucursal bancaria de Rocafort. Un atracador forcejeó con una empleada del banco en la puerta de acceso, pero la mujer logró entrar y cerrar dejándolo fuera