El presidente de Adif: 'El tren debió frenar 4 kilómetros antes'
'A la salida del túnel tiene que ir a 80', afirma
Sostiene que funcionaron todos los sistemas de seguridad
Gonzalo Ferre asegura que la curva no es peligrosa
El presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Gonzalo Ferre, ha asegurado que el maquinista del tren siniestrado en Santiago tenía que haber empezado a frenar cuatro kilómetros antes de llegar a la zona donde se produjo el accidente, en la curva de A Grandeira, donde entró a unos 190 kilómetros por hora.
En una entrevista con Efe, Ferre ha apuntado que "cuatro kilómetros antes del lugar donde se produce el accidente (el maquinista) ya tiene la notificación de que tiene que empezar a reducir la velocidad, porque a la salida del túnel tiene que ir a 80 (kilómetros) por hora".
Ferre ha defendido que funcionaron todos los sistemas de seguridad y que, en cualquier caso, el maquinista tenía una hoja de ruta con todas las indicaciones porque "esa es la función del maquinista dentro del tren", es decir, "controlar la velocidad", porque "si no, sería un pasajero".
"Lo lógico y lo normal es que el conductor jamás vaya a una velocidad por encima de la permitida", ha apuntado, para añadir que Adif no ha detectado nunca problemas en ese sentido, porque "hay controles estrictos de velocidad y si se pasa se le retira la licencia".
Ferre ha defendido que no se trataba de una curva peligrosa, ya que "los trazados se realizan en virtud de la geografía que atraviesan", es decir, que están adaptados a ella. También ha descartado que se trate de un "punto negro" de la red, porque "un trazado con velocidad de 80 no es más peligroso que un trazado con una velocidad (limitada) a 200 o un trazado con una velocidad a 300". "Sencillamente, es peligroso es circular a velocidades superiores a aquellas que están a signadas a cada trazado", ha insistido, "respetando la velocidad no existe ningún trazado que sea peligroso".
El presidente de Adif ha añadido que "nunca había habido un accidente en este tramo", que es "tan fácil o tan difícil como los demás" y que lo único que exigía era "respetar la velocidad".
Ferre no ha querido especular sobre las causas del accidente ni sobre las investigaciones que se están llevando a cabo. "A mí lo único que me han pedido es colaborar al 300% con la Comisión Técnica de Investigación y con el juez", porque el Gobierno quiere aclarar las causas "cuanto antes".
Defensa de la alta velocidad
Por su parte, el presidente de Renfe, Julio González Pomar, ha asegurado que la tragedia "no es un accidente de la alta velocidad española". Se trata de "un terrible y lamentable" siniestro pero que "no se ha producido en una vía de alta velocidad, no se ha producido en un tren de alta velocidad y que, por lo tanto, no es aplicable a lo que entenderíamos por un accidente en un tren de alta velocidad".
Y de este modo, ha dicho se lo comunicarán a las autoridades brasileñas, país en el que un consorcio integrado por Renfe y otras empresas españolas, opta a un contrato para construir alta velocidad ferroviaria.
"Nos vamos a reunir con las empresas del consorcio que va a competir en Brasil para ver qué tipo de acciones, con carácter de comunicación, explicación, podemos hacer para que quede totalmente claro que esto no es un accidente de la alta velocidad española", ha asegurado.
Ha insistido en que todo el sistema ferroviario español es "seguro y con sistemas de seguridad apropiados a todos los tipos de vías y de trenes" lo cual no impide, ha reconocido, que se haya producido "este desgraciadísimo accidente".
"Yo sé que es complicado teniendo un accidente tan importante hablar de elementos de seguridad, de la seguridad, pero debo insistir en que tenemos un sistema altamente seguro y la respuesta de los ciudadanos españoles está siendo ésta: las personas siguen utilizando el ferrocarril, dentro de la pena y el dolor que tenemos, con naturalidad y con aprecio de su sistema ferroviario".