La Policía Nacional ha detenido en una redada a cinco miembros de una familia en relación a los tiroteos de la Palmilla de los últimos días. Las detenciones se han realizado en las inmediaciones de la plaza de los Verdiales, lugar en el que residen los miembros del otro clan familiar con el que estaban enfrentados.
Hasta cuatro tiroteos se han registrado desde el pasado jueves en lo que parece ser un enconado enfrentamiento entre dos clanes rivales. La policía ha tomado literalmente el barrio -mantiene un dispositivo permanente con agentes de uniforme y de paisano- para intentar controlar la situación.
El más grave sucedió el sábado por la noche en la calle Pablo Casal, donde un nigeriano resultó herido de bala. Los hechos sucedieron a las 23.45 horas, cuando un grupo de hombres intentó detener mediante se?ales el coche en el que circulaba la víctima con otros dos amigos. Como no se pararon, éstos abrieron fuego.
El herido, que viajaba en el asiento de atrás, recibió un disparo a la altura del omóplato. Fue trasladado al Hospital Carlos Haya, donde ayer se recuperaba de las lesiones sufridas, a la espera de ser intervenido quirúrgicamente.
Las investigaciones policiales condujeron a la detención de J. P. P., de 36 a?os, por su presunta implicación en los hechos, aunque posteriormente quedó en libertad. Ayer se realizó el segundo arresto relacionado con el caso, el de un hombre que, al parecer, podría haber participado en el tiroteo, tal y como confirmaron las distintas fuentes consultadas.
Al día siguiente tuvo lugar otro incidente con armas de fuego en las inmediaciones del rastro de Martiricos y que, según las fuentes, también podría estar relacionado con los anteriores.
La última secuela de este enfrentamiento se produjo ayer. Varios vecinos telefonearon a la policía para alertar de que se estaban escuchando disparos en la plaza de los Verdiales.
Sin embargo, cuando llegaron las primeras patrullas ya no quedaba ni rastro de los implicados, ni siquiera de los casquillos de bala, que según las fuentes podrían haber sido recogidos por los autores para no dejar pistas del arma utilizada.
En la inspección ocular de estos tiroteos, los investigadores hallaron un impacto de bala en la fachada de un piso, mientras que los demás incidentes fueron disparos al aire de carácter intimidatorio o amenazante, explicaron las fuentes.
Mientras la policía trataba de mantener La Palmilla en calma, las alarmas saltaban en la calle Séneca, en las inmediaciones de Eugenio Gross. Una reyerta entre subsaharianos se saldó con varios disparos y sin heridos. Al llegar al lugar de los hechos, los agentes encontraron tres impactos de bala en la pared de garaje.
Agentes de la Policía Nacional y de la Local efectuaron una batida en busca de un sospechoso. Poco después, una patrulla detuvo a un hombre de origen subsahariano que, según los testimonios recabados por los investigadores, podría estar relacionado con este último tiroteo, aunque al cachearlo no se le encontró ningún arma de fuego.
Aparte de estas cinco refriegas en la capital, la policía investiga otra agresión con arma de fuego que sucedió el domingo en Fuengirola. Un vehículo se adentró en la calle Teba y uno de sus ocupantes efectuó al menos tres disparos que impactaron en las fachadas de varias viviendas. A los pocos segundos, apareció un segundo coche en escena y se inició una persecución.
La policía abrió una investigación que contaba como principal baza con algunos datos del vehículo en el que viajaba el autor de los disparos. Las pesquisas han permitido detener a un hombre de origen sudamericano que presuntamente estaría relacionado con el tiroteo.