Toma ya!!!
Cuatro días después de ser abatido por disparar a un agente, un juez ha decretado su libertad.
No se le impone ni medida cautelar ni internamiento psiquiátrico, según fuentes policiales.
http://www.larazon.es/noticia/jose-luis-el-gordo-ya-es-libreLas enfermeras no daban crédito. Los policías que custodiaban a ?El Gordo? en el hospital tampoco. No era necesario que vigilaran ni un minuto más a José Luis. Le acababan de entregar un auto de libertad. ?El Gordo? protagonizó el pasado domingo un tiroteo digno de una película de gángsters. Primero, amenazó a una mujer que se acercó a la parada de autobús donde él estaba. Su primera víctima, asustada tras ver varias pistolas en una bolsa, llamó rauda a la Policía. Hasta el lugar se desplazaron varias patrullas e intentaron entablar conversación con este hombre de 41 a?os.
?El Gordo?, como le conocen en el barrio de Hortaleza, tenías las manos en los bolsillos. Los agentes le pidieron que las moviese fuera donde pudieran controlar sus movimientos, pero José Luis tenía otras ideas en la cabeza y no dudó en sacarlas pero para abrir fuego. En ese momento, los policías no sabían que las armas que tenía en su poder eran de fogueo. Su apariencia y el sonido que efectúan al detonar hicieron pensar a los policías que José Luis les estaba disparando. Como marca el protocolo, ellos repelieron el ataque y seis proyectiles impactaron contra ?El Gordo?. En las piernas, abdomen y glúteos.
Las imágenes de su detención: él, tirado en el suelo y de espaldas tras recibir los balazos, saltaron a los medios de comunicación. ?El Gordo? se convertía en un personaje conocido más allá de las lindes de su barrio.
Incluso una fotografía de Google mostraba a José Luis sentado en el banco frente a la iglesia del Cristo Salvador donde pasaba el día entero, según los vecinos. A partir de ahí, los detalles de su historia también saltaron a las primeras planas de los periódicos.
José Luis no estaba capacitado para declarar ante la Policía. Un psiquiatra consideraba que sus problemas mentales le impedían dar su versión de los hechos con lucidez. Él, al parecer, tenía en su cabeza una historia rocambolesca en la que unos iraníes le perseguían. Confundió a estos supuestos delincuentes con los agentes que intentaron reducirle. En cualquier caso, ?El Gordo? volverá pronto al barrio. En cuanto se recupere de las heridas que le mantienen en el hospital.
El juez del caso dictó un auto de libertad para José Luis. Según fuentes policiales, no se le impone ninguna medida cautelar ni su internamiento en ningún centro psiquiátrico. Al parecer, no ha habido ninguna acusación particular y el fiscal del caso podría no haber pedido ningún tipo de medida ni de pena para este hombre de 41 a?os, lo que ha llevado al juez a tomar la decisión de dejarlo en libertad.
Los policías no daban crédito ayer a esta medida ni tampoco las enfermeras que atienden a ?El Gordo? en el Hospital Ramón y Cajal. Cuentan que José Luis muestra un carácter violento en el centro a pesar de la medicación. Dentro de poco, ?El Gordo? volverá a su banco de Hortaleza.
El barrio de Hortaleza, preocupado por la salida
José Luis llevaba encima cuatro pistolas y dos cuchillos de cocina el pasado domingo, cuando se sentó en la parada de autobús de la calle Manizales de la capital. Apuntó con una de sus armas a la Policía e incluso llegó a disparar. Suerte que eran de fogueo y, por tanto, no hirió a ningún agente. Sin embargo, el suceso ha conmocionado al barrio de Hortaleza, donde vivía ?el Gordo?. Los vecinos le habían considerado hasta aquel día ?un hombre tranquilo e inofensivo?, pero lo sucedido la pasada semana ha cambiado su percepción. Aseguran que les preocupa que vuelva al banco donde se pasaba postrado las horas después de lo ocurrido.
?Debería ir a un psiquiátrico. Una persona que es capaz de disparar contra un policía no está bien?, afirmaban ayer algunos de sus vecinos. ?No es normal que tuviera tantas armas y que las llevara encima. No sabemos qué tenía planeado hacer con ellas?, aseguran otros.
Varios psiquiatras consultados por este periódico no dudaron en afirmar que ?existen indicios de una alteración grave de la personalidad?, tras conocer su actitud.