Palacios, fincas de caza, buenos vinos y toros: los amigos que ayudaron al emérito
El armador valenciano Vicente Boluda, el empresario de cacerías Javier Corsini, el financiero Jaime Castellanos y el aristócrata Diego del Alcázar y Silvela son algunos de los nombres
Por Silvia Taulés
07/04/2021 - 05:00
Palacios, fincas de caza, bodegas, toros desde la barrera, mesa en los mejores restaurantes… El rey Juan Carlos I ha compartido todo eso y mucho más con el grupo de amigos que ha salido a la luz para ayudarle en sus horas bajas. Son quienes se han prestado a pagar la regularización fiscal de 4,4 millones de euros, un grupo de fieles que, tal y como informa El Confidencial, se empezó a organizar en otoño. Fue justo antes de la muerte de uno de sus mayores defensores, Miguel Corsini, el expresidente de Renfe, empresario que dio la cara por el Rey emérito.
Miembro de una de las grandes familias del país, puso en marcha una recolecta en la que han participado muchos otros. Según la citada información, son hasta entre 10 y 20 grandes figuras del país. Y aquí les presentamos a algunos de ellos.
Vicente Boluda Foz es un armador valenciano que ha pasado de las páginas salmón y deportes (fue efímero presidente del Real Madrid) a las del corazón, en varias épocas de su vida. En la prensa rosa fue protagonista por su divorcio de Verónica Ceballos, la madre de sus tres hijos.
Adicto a la discreción absoluta, este armador sufrió cuando su nombre apareció en prensa por motivos sentimentales, algo que se repitió en 2016, cuando empezó su relación con su actual pareja, la expolítica Esther Pastor.
Vicente Boluda
Boluda es uno de los grandes nombres de la economía valenciana, como Juan Roig, y uno de quienes ha pagado unos 250.000 euros para ayudar al exmonarca. Con él ha pasado momentos memorables, como aquellos días en los que don Juan Carlos se alojaba en su palacete en Navajas, Castellón, su nueva casa, su refugio. De hecho, en junio de 2018, el Rey apareció en los medios en la inauguración del citado palacete, una fiesta para celebrar que, después de tres años de reformas, la casa ya era habitable.
Allí vive el matrimonio, que se desplaza a diario hasta Valencia para acudir a sus citas laborales. Se trata de una finca ubicada en el barranco del Calerizo, en el noroeste de Sierra Calderona. La finca cuenta con varios edificios y una caballeriza, según informó ‘El Levante’ en su momento, el mismo día en el que publicaba las fotografías del emérito sentado a la mesa rodeado de amigos. La propiedad cuenta además con una plaza de toros y con un coto privado de caza de perdices, aficiones que unieron a Boluda con don Juan Carlos.
Javier Corsini
Es una tónica en sus amistades: casi todos son amantes de la caza y los toros. Como Javier Corsini, hermano del fallecido Miguel. Javier es quien sucedió a su hermano en la recolecta en favor del Rey emérito. Las relaciones de los Corsini con la Casa Real siempre han sido muy fluidas; Francisco Javier es el propietario de la empresa que gestiona la finca La Flamenca, una de las favoritas de don Juan Carlos para cazar.
Corsini está casado desde 1981 con María Teresa Prado y Eulate, hija de Manuel Prado y Colón de Carvajal. Hace un par de años, en otoño de 2018, se celebró la boda de su hija Verónica con el empresario argentino Francis Btesh, en un fiestón en Menorca. Él fue el padrino de una celebración que, de nuevo, reunió a lo más granado de la high patria, como la heredera de Inditex, Marta Ortega, Tamara Falcó, Alonso Aznar y Alejandra de Rojas, entre otros muchos.
placeholder Finca La Flamenca, propiedad del duque de Fernán Núñez. (Great Spanish Hunts)
Finca La Flamenca, propiedad del duque de Fernán Núñez. (Great Spanish Hunts)
Volvamos a los negocios: la empresa que gestiona la finca La Flamenca es Milbro, cuyo nombre comercial es Great Spanish Hunts (GSH), y está especializada en escapadas en todo el mundo. En la finca La Flamenca Corsini organiza unas 100 cacerías al año. Aunque no es de su propiedad, es de Manuel Falcó de Anchorena, duque de Fernán Núñez (desde 1956), gran anfitrión que suele agasajar a los cazadores más ilustres con copiosos almuerzos en este paraje.
Jaime Castellanos
También es aficionado a la caza el empresario Jaime Castellanos. Famoso fue el desvanecimiento que sufrió hace años, en 2013, en una cacería en Hungría, a donde se había desplazado con su familia política, los Botín. Casado con Patricia O’Shea, la boda emparentó a dos linajes ‘nobles’ de forma directa y a otro más por la tangente, ya que la hermana de Patricia, Paloma, es la viuda de Emilio Botín.
Castellanos es presidente de Lazard y siempre ha tenido buena relación con su familia política, especialmente con su sobrina Ana Patricia. Ambos tienen en el pueblo cántabro de Carriazo una casa y pasan allí el verano con sus respectivas familias. Las bodas de los dos hijos del matrimonio Castellanos O’Shea fueron en su momento relevantes citas de la jet, en las que se reunieron los grandes nombres del país. Su hijo Guillermo, por ejemplo, se casó en 2011 en Biarritz con Marta de la Rica Entrecanales, hija de Blanca Entrecanales Domecq y Javier de la Rica Aranguren en un bodón que reunió a lo más pintado: de Rato a Abelló pasando por Pedro J. Ramírez y toda la familia Botín.
Alejandro Aznar
Caza y buena mesa son un cóctel que comparte el Rey emérito con este grupo de amigos. Alejandro Aznar, casado con Mónica Oriol, presidente de las Bodegas Marqués de Riscal y de la naviera Ibaizabal, es otro de los miembros de esta selecta lista. Desde 1940, su familia es propietaria de la Finca Cabañeros, dentro del parque nacional del mismo nombre, un paraje que ha sido objeto de denuncias por parte de grupos ecologistas por motivos varios.
El aristócrata Diego de Alcázar y Silvela aparece también en la lista publicada por El Confidencial. El presidente y fundador del Instituto de Empresa (IE) está casado con María Benjumea y Cabeza de Vaca, hija del conde de Guadalhorce. Juntos tienen dos hijos: Isabela, empresaria y fundadora de BioCapital, y Diego, vicepresidente del IE. También marqués de la Romana, es miembro del consejo asesor de la Fundación Princesa de Asturias.
Núria Tiburcio
La última de la lista, y quizás la más conocida, es Alicia Koplowitz. La amistad de la empresaria y el emérito es más que sabida. Famosa fue la cena que protagonizaron con un grupo de amigos en 2018, justo en el momento en el que Felipe VI justificaba la ausencia de su padre en las regatas de la Copa del Rey, en Mallorca. El Rey decía que su padre estaba lesionado y se encontraba mal. No era lo que parecía en las imágenes que se filtraron en aquel verano de 2018: aparecía el Rey, sonriente y divertido, sentado a la mesa tomando buenos vinos entre risas. Aquel fue uno de los primeros desencuentros mediáticos entre el padre y el hijo, el Rey emérito y el Rey reinante.
