Temen que se utilice el centenario de la II República (2031) para un referéndum sobre la Corona
Monárquicos destacados consideran un ‘ensayo’ los actos organizados para celebrar los 50 años del final de Franco. Atribuyen a Zapatero un posible protagonismo en la iniciativa
José Apezarena
29/09/25 | 5:00
Dentro de seis años, el 14 de abril de 2031 se cumplirán cien años de la proclamación de la II República.
Una fecha redonda, que monárquicos cualificados se malician que será aprovechada por los enemigos de la monarquía para promover en España un debate total sobre la forma de Estado, y en concreto un referéndum para cambiarla.
Un ‘ensayo’
La Segunda República española, proclamada el 14 de abril de 1931, se considera un caso único en la historia porque nunca se había producido la caída de una monarquía como consecuencia inmediata de los resultados de unas elecciones no convocadas con esa finalidad.
Los monárquicos consultados por Confidencial Digital apuntan como posible precedente para esa operación anti-monarquía, incluso como un ‘ensayo’, la iniciativa “España en libertad”, puesta en marcha por el Gobierno para rememorar los 50 años del final del franquismo y de la llegada de la democracia.
La conmemoración de la monarquía desaparece por error de la web de los 50 años sin Franco
El pasado 7 de enero, el Gobierno creó el Comisionado para la celebración de los 50 años de España en Libertad, con rango de Subsecretaría, dependiente del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, encargado de impulsar y coordinar las actividades del Estado para conmemorar los 50 años transcurridos desde el inicio del proceso para la transición a la democracia.
Al día siguiente, Pedro Sánchez presidió la inauguración, en un acto celebrado en el Museo Reina Sofía.
Un centenar de actos
Se anunció la celebración de un centenar de actos, que se han ido celebrando a los largo de estos meses, entre ellos el nombramiento de ‘lugares de memoria’, la apertura de exposiciones por todo el país y en las embajadas, un ‘escape room’, y hasta una serie de televisión.
Pasados nueve meses, el balance de ese proyecto es bastante discutible. Primero, porque la proyección que han alcanzado las celebraciones ha sido reducido. Pero sobre todo porque los promotores han llegado a pensar que en realidad lo que se estaba consiguiendo es hacer más cercana a los jóvenes la figura de Franco.
Ir calentando
A pesar de esa conclusiones pesimistas, los monárquicos citados creen que esa celebración de los 50 años de Franco se va a convertir en el precedente para ‘celebrar’ los cien años de la II República.
Creen más que probable que, una vez culminado el actual plan de recuerdo histórico, y con las experiencias acumuladas. se empezará a ‘calentar’ el ambiente, político, social y cultural, para ir promoviendo el recuerdo del 14 de abril de 1931, y lanzar entonces el cuestionamiento de la monarquía, de cara a un posible referéndum para una reforma constitucional, una consulta que nunca se ha celebrado en España desde que fue aprobada la actual Carta Magna.
Rubalcaba frenó los movimientos en el PSOE
De cara al 37º congreso del PSOE (febrero de 2012), con escándalos que afectaban a la monarquía por el ‘caso Nóos’, por Corina Larsen y la cacería de Botsuana, Juventudes Socialistas respaldaron a la federación de Madrid, que anunció que se iba a pronunciar a favor de la instauración de la III República, exigiendo un referéndum para decidir la forma de Estado.
Rubalcaba pide ayuda a Felipe González y Zapatero para aplacar la revuelta anti-monárquica en el PSOE
El entonces líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, advirtió a los militantes republícanos del PSOE de que el partido iba a mantener el pacto que había hecho 35 años antes para que España siguiera siendo una monarquía parlamentaria.
En vísperas del 40º congreso (octubre de 2021) militantes anunciaron que pedirían “alcanzar la III República”, pero el debate estuvo controlado desde la ejecutiva y no alcanzó apenas repercusión. Y en el 41º congreso (Sevilla, 29 de noviembre a 1 de diciembre de 2024) la cuestión pasó inadvertida.
Protagonismo de Zapatero
Los monárquicos citados conceden a José Luis Rodríguez Zapatero protagonismo destacado en la iniciativa de cuestionar la monarquía aprovechando el centenario de la II República.
A pesar de ello, el 14 de abril de 2005, en su primer año como presidente del Gobierno, recordando el aniversario la II República, Zapatero afirmó: España tiene "unos valores democráticos que nos hacen evocar que aquel proyecto que entonces no pudo ser, hoy es".
Sobre si el PSOE seguía siendo republicano, dijo que el partido “es constitucional”. “Tiene un compromiso con la Constitución, y esta establece que la Jefatura del Estado es monárquica".
Un rey ‘republicano’
Añadió Zapatero entonces que “tenemos un rey bastante republicano”. Y lo explicó así: “Para mí, un republicano es un defensor de las instituciones, de los valores democráticos, quien es defensor de la vida pública, quien respeta los principios de una ciudadanía libre, y en ese sentido estamos muy tranquilos y muy a gusto”.
Posteriormente, de cara a 2006, en el 75º aniversario, anunció homenajes a la II República, “único periodo democrático" que se puede contemplar del pasado y cuya Carta Magna -la de 1931- “iluminó” la actual Constitución.
Fue entonces cuando anunció el envío a las Cortes del proyecto de Ley de Memoria Histórica.
El capitán Rodríguez
La última semana de julio de 2006, Zapatero inauguró en su tierra de adopción, León, un museo en la sede de la Fundación Sierra-Pambley, el lugar donde se desarrollaban las tenidas de la Logia Emilio Menéndez Pallarés número 15, a la que pertenecía su abuelo, el capitán Juan Rodríguez Lozano, fusilado por los nacionales.
Ricardo de la Cierva, uno de los estudiosos de la masonería, escribió en su día que Rodríguez Zapatero era masón. Según él, se lo confirmó el gran maestre adjunto de la Gran Logia de lengua española en los Estados Unidos, Arturo Fortún. Jean Chalvidant, profesor de investigación de la Universidad de París II da carta de verosimilitud y lo califica de “probable francmasón”.
Pedro Sánchez no se ha portado mal
En cuanto al actual líder socialista, y presidente del Gobierno, los monárquicos consultados afirman que, aparte de algunos desplantes aislados y no muy relevantes, hasta ahora Pedro Sánchez “no se ha portado mal con la monarquía”.
Como ejemplo, citan un asunto concreto. La discreción sobre las cuentas de las infantas Pilar y Margarita en el extranjero (Nueva York y Ginebra), a las que fueron a parar parte de la herencia de su padre, don Juan de Borbón.
Sánchez no ha ‘aprovechado’ asuntos tan graves como el ‘caso Urdangarín’ y los escándalos de don Juan Carlos, para arremeter de modo definitivo contra la institución.
En una ocasión, apuntó la conveniencia de una reforma constitucional para eliminar la prevalencia del varón en la sucesión al trono, pero matizó que, en todo caso, se haría de acuerdo con La Zarzuela. Y el asunto no ha vuelto a plantearse.
Un referéndum ‘imposible’
TVE recorta la cobertura informativa de los reyes: Audiencia Abierta no ha viajado a Egipto
A pesar de los recelos de los monárquicos citados, fuentes especializadas consultadas por Confidencial Digital, responden que un referéndum sobre la monarquía es, en la práctica “un imposible”. Por la complicación del procedimiento, y porque requiere el acuerdo de los dos principales partidos, PSOE y PP, algo en principio inviable.
El procedimiento es la llamada “reforma agravada”, que plantea los siguientes requisitos: mayoría de dos tercios en Congreso y en Senado, disolución de las Cortes, elecciones, nuevas Cortes, de nuevo mayoría de dos tercios en ambas cámaras y, finalmente, referéndum para su ratificación.
Quién gobernará
Además, para poner en marcha el proceso será decisivo quién gobernará entonces, en las cercanías de 2031, porque la iniciativa de la reforma constitucional corresponde al Gobierno.
La conclusión es que parece más que probable que el republicanismo aprovechará el aniversario redondo del centenario para ensalzar la II República pero el intento no irá a más. El alcance e intensidad de la campaña dependerá del Gobierno que exista entonces.
Por todo ello, la eventualidad de que se convoque y celebre un referéndum sobre la forma de Estado parece, en la práctica, un imposible.