Expedientan a dos mujeres policías de Bermeo que no se ponen uniforme al no tener vestuarios
Rechazan cambiarse con sus compa?eros y se arriesgan a un mes de suspensión de empleo y sueldo
El Ayuntamiento de Bermeo ha abierto un expediente disciplinario a dos veteranas agentes de la Policía Municipal por no vestir el uniforme reglamentario, pese a que la comisaría no dispone de vestuarios femeninos y eso les obligaría a cambiarse con los hombres o en un ba?o, según denuncia el Sindicato Vasco de Policía (SVP). La sanción que conlleva esta medida interna es la suspensión de un mes de empleo y sueldo, que podría hacerse efectiva en los próximos días si las afectadas no cumplen la orden.
Las policías, con 28 y 30 a?os de servicio, realizan labores administrativas y su puesto se encuentra en el interior de la base, por lo que en marzo de 1995 el jefe de la guardia urbana pidió al alcalde, Juan Karlos Goienetxea (EA), que las eximiera de trabajar uniformadas. El traje que debían usar las dos funcionarias nunca se completaba por problemas con el tallaje de algunas prendas. Entonces, la comisaría estaba ubicada en otro lugar, y se cambiaban en un ba?o para mujeres. Por estos motivos, el primer edil, el mismo que ahora las sanciona, optó por permitirles ir de paisano.
Flagrantes anomalías
Tiempo después, en la anterior legislatura (1999-2003), el nuevo concejal responsable de la Policía local se propuso cambiar la imagen del cuerpo y decidió que todo el personal femenino del servicio administrativo se ajustara a la uniformidad. Según el SVP, el responsable político no tuvo en cuenta que las nuevas dependencias policiales no disponían de vestuario femenino, ni siquiera de un ba?o específico.
El Ayuntamiento llegó a habilitar uno de los cuartos del sótano, donde se identifica a los detenidos, para que las mujeres se cambiaran, pero un informe de un técnico del Ayuntamiento concluyó que el habitáculo incumplía los requisitos mínimos. La comisión de Gobierno del Consistorio bermeano sugirió entonces que las policías fuesen vestidas desde casa o se cambiaran en el váter.
Posteriormente, y a petición del Sindicato Vasco de Policía, la Inspección de Trabajo detectó flagrantes anomalías en la comisaría en abril de 2003. El Ayuntamiento disponía de tres meses para corregir las irregularidades, pero nunca se habilitó un vestuario femenino.
Paralelamente, el litigio llegó a los tribunales y un juez de lo Contencioso-administrativo dio la razón al Ayuntamiento al defender la legalidad de la orden que obligaba a las policías a llevar uniforme, sin embargo, la sentencia no entraba a valorar, aunque sí reconocía, la falta de un lugar adecuado para que las agentes se vistiesen. Para la central, ?vestir el uniforme y la existencia de unos vestuarios mínimamente adecuados son cuetiones inseparables?. El Consistorio llegó a reservar una cita para las dos agentes en una famosa sastrería del Casco Viejo bilbaíno para que se fueran a tomar medidas.
Las agentes expedientadas insisten en que ellas no se niegan a llevar el uniforme y están dispuestas a ponérselo en cuanto les faciliten un traje y dispongan de un vestuario. ?Llevo 30 a?os trabajando como policía, 15 utilizando uniforme y el resto sin él. Hace cuatro a?os se me facilitó uno y lo único que me valía era el pantalón?, ha declarado una de las afectadas. ?Tengo derecho a un sitio digno para cambiarme?, a?ade la otra. ?El sótano que pretendían que se utilizara, se inunda periódicamente, salen ratas, hay olor a gasóleo, humedad, carece de iluminación y no reúne las mínimas condiciones higiénicas?, se quejan.
?Discriminación?
A juicio del portavoz del SVP, I?aki Garrido, se trata de una ?clara discriminación?. ?A los agentes masculinos se les proporcionan trajes y disponen de vestuarios y ba?os, aunque no cumplan las condiciones, pero son incapaces de ofrecer a las chicas una mínima intimidad. ?Qué quieren, que se cambien en la calle, o que vengan cambiadas de casa??, se pregunta Garrido.
La Policía Local está formada por más de una treintena de efectivos, entre ellos otra mujer, que opta por utilizar los vestuarios de hombres, pero que ?casualmente se encuentra en una situación de interinidad?. El SVP recuerda que el propio jefe de la guardia urbana de Bermeo viste de paisano, pese a estar obligado también a llevar uniforme. Y sin embargo, ?a él nadie le ha dicho nada?, denuncia el sindicalista.
Las dos agentes sancionadas han solicitado el amparo del Ararteko para que medie en su favor frente al Ayuntamiento y éste anule los expedientes disciplinarios. También van a dirigirse a Emakunde y otras asociaciones feministas con el objetivo de que se impliquen en su defensa. No descartan acudir a otras instancias.
En las reuniones que han mantenido los denunciantes con el alcalde, Goienetxea ha apuntado que tienen previsto cambiar la ubicación de la comisaría en el futuro, y que el nuevo inmueble contará con vestuarios femeninos. El Ayuntamiento, sin embargo, se niega a posponer hasta entonces la orden de llevar uniforme para estas dos mujeres.