Los cuerpos de seguridad municipales como el de Santander tienden a equipararse con los procedimientos de la Policía Nacional.
A los diversos cuerpos policiales les pasa como a los mandatarios de la Iglesia católica, que tienen la misma dignidad, aunque distinta jerarquía. Haciendo a un lado a la Guardia Civil, cuyo estatuto militar la hace 'sui generis', las policías locales y la Policía Nacional van equiparándose en 'dignidad', aunque mantengan diferencias competenciales, que no jerárquicas. En este camino se haya inmersa la Policía Local de Santander, que a los cambios operados internamente desde hace cuatro a?os, coincidiendo con la llegada del nuevo jefe, Luis Hernández Castillo, va a seguir paulatinamente equiparándose en profesionalidad, y muy posiblemente en el ámbito normativo, con la Policía Nacional.
Con el horizonte de las transferencias a Cantabria en materia de Justicia, la Administración regional preparan una modificación de la Ley de Coordinación de Policías Locales que tiene todos los visos de acabar bajo el influjo del reglamento que rige la Policía Nacional. Ambos, como cuerpos de seguridad de carácter civil, de hecho maman de la misma fuente legal, la Ley Orgánica 2/86 y, ya puestos, de la Constitución.
De este modo, y a expensas del calado de la reforma, la Policía Local de Santander lleva camino de ser más Policía que Local.
Esto ya se está viendo en la calle, en donde los agentes locales se han ganado el respeto al uniforme entre los ciudadanos y apenas protagonizan hechos escandalosos como en el pasado.
Si a ello se le a?ade la mejora paulatina de medios a su disposición y el establecimiento de una serie de protocolos de actuación en todas las circunstancias que acabe con la discrecionalidad, el resultado es un cuerpo con casi 300 agentes -menos de la mitad de los de Bilbao, por ejemplo-, cuyo prestigio ha ido ganando enteros.
?En qué puede cambiar la nueva Ley de Policías?
De aproximarse ésta a la regularización de la Policía Nacional, profundizará más en la profesionalización e imagen del Cuerpo, un proceso en el fondo lleno de subjetividades e interpretaciones como las realizadas recientemente por los sindicatos, que han expresado su preocupación por la privacidad de la vida de los agentes.
Recuperar el saludo al superior, sancionar con dureza actos de embriaguez o la asistencia personal con el uniforme a algunos eventos o la eliminación de la reminiscencia militar de la nomenclatura de los cargos -sargento, cabo- y sustituirlos por las escalas 'civiles' como intendentes e inspectores, pueden ser algunos de los cambios que acaben operándose. Como la introducción de cambios en la escala funcionarial de los puestos superiores, a los que cabrá exigir titulación universitaria; si bien la medida permitirá que las escalas inferiores puedan incrementar sus niveles; una decisión que puede encontrar reparos internos en los ayuntamientos ya que afecta a sus políticas de personal.
La mesa técnica, en la que el jefe de Policía Local de Santander participó como asesor, ha ofrecido ya alternativas al director general de Justicia, Juan Carlos Mediavilla. Éste será quien guíe la reforma y tenga la última palabra.
Fuente: Diario Monta?és."