La Delegada navarra del Gobierno pidió sancionar a dos policías por fumar y beber un líquido verdeA Carmen Alba no le gustó ver a dos agentes apoyados sobre una mesa, fumando y bebiendo un líquido verde que parecía alcohol.
La Jefatura les abrió un expediente pero comprobó que estaban en su tiempo de descanso reglamentario, podían fumar y no bebieron alcohol.
Al final Jefatura pidió para ellos cuatro días de empleo y sueldo por el retraso en sus funciones, es decir, por demorar en exceso el almuerzo.
A finales de 2013 el Consejo de la Policía decidió archivar el caso porque había prescrito.
DAVIDFERNÁNDEZ 05.01.2014 - 12:16h @dfernandez1975
Carmen Alba, la Delegada del Gobierno en Navarra, pidió a la Jefatura Superior de Policía en esa comunidad que sancionara a dos policías nacionales a los que había visto en el área de descanso de Tudela sentados sobre una mesa, fumando un puro y bebiendo un líquido verde que parecía alcohol. La insistencia de la Delegada hizo que Jefatura abriera un expediente a los dos agentes, veteranos con más de 20 años en el cuerpo (uno de ellos estuvo destinado en Afganistán) y sin ninguna tacha en su historial. Pero la investigación demostró que la Delegada se equivocó sobre lo que creía haber visto. Los dos policías habían parado a almorzar autorizados por el coordinador de servicios, lo que fumaban (algo que no está prohibido) no era un puro y el líquido verde no era alcohol, sino un licor digestivo sin alcohol, según declaró luego el camarero que les sirvió.
Fuentes policiales han señalado a 20minutos el malestar que ha creado dentro de la plantilla de Tudela las injerencias de la Delegada en un tema que no tenía ninguna trascendencia, y han recordado que si hasta el momento alguien se ha saltado las reglas ha sido la Delegada, que el 8 de julio de 2013 estuvo a punto de ser pillada por un toro en la plaza de Pamplona cuando estaba en un callejón de la plaza no autorizado. Días después, el Ejecutivo Foral abrió un expediente sancionador contra Alba por incumplir el Reglamento de Espectáculos Taurinos de Navarra, que tipifica lo que ocurrió como una falta leve y una posible sanción de 300 euros. El expediente contra los agentes fue incoado el 1 de febrero de 2013.
Ese día, Carmen Alba, hija de una víctima de ETA, comunicó al jefe superior, el comisario Daniel Rodríguez, que había visto a dos de sus agentes en un actitud un poco extraña el día anterior 31 de enero en el área de servicio de Tudela. Los policías acababan de almorzar y estaban apoyados encima de la mesa, fumando un puro y al parecer bebiendo un líquido verde que parecía alcohol. Los agentes fueron llamados a declarar el 7 de febrero y ese mismo día se les comunicó la apertura de un expediente sancionador.
Un portavoz de la Delegación ha señalado a 20minutos que todo es un tema interno de la Policía y que "cuando la Delegada comentó estos hechos a Jefatura nunca pensó que iba a desembocar en un expediente para los policías, sino es un simple aviso". Cámaras y declaraciones de testigos La investigación debía acabar en sanción, a petición expresa de la Delegada, señalan las mismas fuentes. No se reparó en medios. Fueron solicitadas las grabaciones del área de servicio y se llamó a declarar a los camareros y al dueño del bar. También se investigó la localización del GPS del vehículo policial y cuánto tiempo estuvo apagado el equipo de transmisión de la radio.
El coordinador de servicio declaró que los dos agentes habían solicitado la autorización para la pausa reglamentaria para almorzar, lo que se les concedió, e informaron de que apagaban sus radios para no molestar al resto de comensales, pero que estaban localizables y operativos en sus teléfonos móviles. El camarero que les sirvió declaró que el líquido verde que vio la Delegada era un digestivo sin alcohol La central de Tudela no les requirió para ningún servicio el tiempo que estuvieron almorzando.
Fumaron después del bocadillo, sí, pero no puros, y no bebieron alcohol. El camarero declaró que les sirvió un digestivo que no tenía alcohol. Lo único en que acertó la Delegada es que la bebida era de color verde. A pesar de ello, el instructor del expediente pidió para ellos el 11 de junio cuatro días de suspensión de empleo y sueldo por una infracción leve tipificada en el artículo 9.a. del Régimen Disciplinario de la Policía, bajo el concepto de "el retraso o la negligencia en el cumplimiento de sus funciones y órdenes recibidas". Es decir, "puesto que no había infracción alguna en lo denunciado por la Delegada, el expediente derivó en una petición de sanción por rebasar el tiempo de pausa establecido", señalan las mismas fuentes.
El tema creó gran malestar y el asunto fue tratado en Madrid en el último Consejo de la Policía, donde se tratan los expedientes disciplinarios de mayor relevancia por representantes de los sindicatos y de la dirección de la Policía. Finalmente su caso fue archivado por prescripción. "No solo es criticable la actuación de la Delegada, sino la del Jefe Superior, que no debía haberse doblegado a las presiones de Carmen Alba si estas no tenían razón de ser.
Tenía que haber defendido a sus agentes, que no hicieron nada ilegal ni fuera de la normativa", explican las mismas fuentes. En marzo de 2013, por ejemplo, la Guardia Civil de Pamplona abrió un atestado por los altercados provocados por un comisario de seguridad ciudadana de la Policía Nacional en un club de alterne. El agente iba armado, bebido y amenazó a los guardias civiles. Sin embargo, la Jefatura de Navarra no abrió ningún expediente disciplinario porque según informó a los sindicatos "lo sucedido pertenecía a la esfera privada del comisario".