Los vecinos de Marconi logran que las prostitutas dejen la zona de viviendasCARLOS HIDALGO. MADRID.
Los vecinos de la colonia Marconi, en el distrito de Villaverde, están moderadamente satisfechos. Saben que no han ganado la guerra, pero desde hace unos días saborean la tregua que supone que la mayoría del alrededor de medio centenar de prostitutas que ejercen la calle en el barrio hayan abandonado el área residencial y se hayan trasladado a la zona industrial.
A mediados del pasado mes, la asociación de vecinos Residencial Resina tomó la decisión de redactar una circular dirigida a las meretrices. Se hicieron 300 copias y han sido los propios vecinos, dentro de sus coches, los que se las han repartido a las trabajadoras del sexo. En el documento, al que ha tenido acceso ABC, puede leerse: ?Ya que los políticos miran hacia otro lado en este tema tan controvertido y delicado, los vecinos y vuestro colectivo nos vemos en la necesidad de tratar de convivir en las mejores condiciones posibles para todos; para ello, es fundamental mantener unas normas de convivencia básicas, como es mantener los espacios?.
Ésta es la reivindicación principal de los residentes, que las zonas de paso y las pocas de esparcimiento con las que cuenta el barrio se ?salven?. No como llevaba tanto tiempo ocurriendo, incluso al paso de menores de edad.
El escrito recoge también las siguientes reivindicaciones a las prostitutas: ?No ponerse en la calle de la Resina [la principal], ya que es un paso de ni?os y madres que van a comprar bocatas al Sabor del Jamón y las Brasas [establecimientos comerciales]; no ponerse en las rutas de los colegios infantiles, ya que eso atenta contra la protección del menor; no ponerse en la ruta del autobús 79, ya que ese medio de transporte es el único que tenemos para entrar y salir de la colonia y es el medio de transporte que utilizan los ni?os y adolescentes para ir a comprar con sus madres y a los respectivos colegios de la zona?.
?No entrar en tanga?
No son esas las únicas peticiones. El listado continúa así: ?No lavarse en las bocas de riego cercanas al centro cultural y la escuela infantil, ni la primera rotonda de Laguna Dárgara; no entrar en la colonia en tanga o semidesnudas; no tirar papelitos, toallitas, jeringuillas, preservativos ni botellas vacías en las calles; no hacer vuestras necesidades a vista de todos en plena vía pública, y no ejercer vuestra actividad sexual al lado del centro cultural, escuela infantil o paseos?.
El folleto termina con un mensaje conciliador: ?Los vecinos no queremos problemas, queremos convivir pacíficamente y entendemos que vosotras queréis trabajar y queréis hacerlo con unos mínimos de seguridad, higiene, sanidad y dignidad?.
Ya lo anunció ABC este verano. El cierre al tráfico de la Casa de Campo llevó el miedo a otras zonas de prostitución habitual, como era Marconi. Los vecinos temían e incluso notaron un cierto repunte en el número de chicas, procedentes del gran pulmón madrile?o. Entonces, los vecinos del Marconi se reunieron con el colectivo de defensa de los derechos de las prostitutas Hetaira, para convencer a las chicas de que se alejaran de los bloques de viviendas, en los que residen 3.000 personas.
Finalmente, el diálogo se ha impuesto. ?De momento, no hemos notado un incremento importante -explican desde la asociación vecinal-. La decisión de repartir los panfletos surge del vacío legal que existe, y la idea gustó en la Junta Municipal de Villaverde?. La mayoría de las chicas ?lo han recibido bien?. Los vecinos estuvieron, además, ?paseando? por el barrio, para que las chicas se sintieran violentas cuando se encontraran ocupando espacios del barrio. ?Se trata de una tregua y una victoria del diálogo?, dicen los representantes vecinales, ?porque hablando se entiende la gente?. Eso sí, los residentes reconocen que esto se trata de algo momentáneo, ?porque habrá que esperar a ver qué ocurre cuando avance el mes de septiembre? y regresen las meretrices que se han marchado a trabajar a la costa.
Durante el verano llegaron al barrio más prostitutas, de la Casa de Campo. ?Y han sido sus propias compa?eras, las que llevaban más tiempo en el barrio, las que les dijeron que en la zona de viviendas no podían estar?, comenta una representante del colectivo vecinal La Resina.
?No nos han querido recibir?
También reconocen que están ?muy contentos? con la actitud que está tomando la Policía Municipal -su presencia es más visible-, pero no así con la Delegación del Gobierno. ?Ni nos han querido recibir, han pasado de nosotros?, se quejan los habitantes de Marconi.
Por otra parte, tanto a Hetaira como a Apramp (Asociación para la Reinserción de la Mujer Prostituida) no les consta que se haya producido un repunte en el número de meretrices que trabaja en la zona de la avenida de Portugal, cercana a la Casa de Campo, tras el polémico cierre al tráfico de este espacio verde.
salu2