Camps presenta su dimisión
El líder del PP valenciano abandona la presidencia del Consell, tras declararse inocente, "para que Mariano Rajoy sea el próximo presidente del Gobierno"
CARLOS E. CUÉ / JOAQUÍN FERRANDIS - Madrid / Valencia - 20/07/2011
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Francisco Camps, presidente de la Generalitat, ha dimitido finalmente tras un enroque numantino de más de dos años en el que se ha negado a reconocer su vinculación con la trama mafiosa del 'caso Gürtel'. En una rueda de prensa convocada a las cinco de la tarde, Camps ha asegurado que ofrecía ese "sacrificio" personal y familiar para que Mariano Rajoy sea "el próximo presidente del Gobierno". Tras reafirmarse en su inocencia ha explicado que el proceso que le ha llevado al banquillo de los acusados es un proceso que "nadie entiende, nadie comprende". Y ha dejado la puerta abierta a afrontar el juicio por jurado en el que se le acusa de un delito de cohecho impropio: "No han podido demostrar nada porque no hay nada". Y ha añadido: "Estoy a partir de este instante libre para defenderme donde corresponda de esta infamia y de estas insidias".
Francisco Camps Ortiz
A FONDO
Nacimiento: 28-08-1962
Lugar:Valencia
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Costa acepta declararse culpable a petición del PP mientras Víctor Campos y Rafael Betoret son los únicos que han admitido ya la condena
El ex 'número dos' del PP valenciano parece haber logrado un compromiso formal de la dirección nacional de que le apoyará, le rehabilitará y reconocerá su sacrificio por el partido
Camps no ha acudido hoy al último pleno en el Parlamento valenciano y ha anulado su asistencia a un acto en Castellón
Ricardo Costa, el principal escollo de la operación diseñada por Mariano Rajoy para permitir que Francisco Camps siga en el cargo y a la vez evite el juicio, ha cedido finalmente. El exsecretario general del PP valenciano, después de múltiples presiones de la dirección nacional, ha decidido declararse culpable en la causa de los trajes, según fuentes de la dirección. Pero el ex número dos del PP valenciano aún no ha firmado la conformidad porque se esperaba a que lo haga Francisco Camps, algo que parecía por la mañana inminente. De hecho, el abogado defensor del presidente valenciano, Javier Boix, ha salido a media mañana del Tribunal Superior de Justicia, aunque no ha querido hacer declaraciones, ni confirmar si su defendido acudirá también a presentar su escrito de conformidad.
Hasta el momento, solo dos de los cuatro imputados han presentado este escrito, que les permite eludir el juicio, pero les obliga a asumir la pena más alta. Son el exvicepresidente valenciano, Víctor Campos, y el ex jefe de Gabinete de la Consejería de Turismo, y actual jefe de protocolo de la Diputación de Valencia, Rafael Betoret, que acudieron esta mañana al Tribunal Superior de Justicia de Valencia. El juez fijará la pena para ellos en los próximos días.
Costa es el único de los cuatro imputados que no era miembro del Gobierno cuando se produjeron los hechos investigados, por lo que su defensa era más sencilla. Además, su declaración de culpabilidad, al admitir que ha mentido a un juez durante meses, y tener antecedentes penales, puede complicar su posición ante el proceso por financiación ilegal del PP valenciano en el que él está imputado y Camps no. Costa se arriesga ahí incluso a penas de cárcel. Por último, Costa ha sido prácticamente el único pagano político de Gürtel, ya que fue destituido y suspendido de militancia durante más de un año.
Sin embargo, el exsecretario general ha decidido seguir adelante con la estrategia diseñada por Mariano Rajoy porque así se lo ha pedido el partido. El líder del PP ha enviado a Valencia a Federico Trillo para rematar una operación que implica aceptar mantener a un presidente condenado por cohecho para evitar un juicio en otoño, en plena campaña electoral. Rajoy no ha logrado que Camps dimitiera, como parecía ser su deseo aunque nunca llegó a pedírselo, y se conforma con este apaño. Costa no se fía ya de las promesas de Camps, que varias veces le garantizó que le pondría en el Gobierno valenciano y no lo hizo. Por eso la negociación se ha llevado directamente con la cúpula nacional.
Costa reclamaba, a cambio de su decisión, una compensación política. Se hablaba de entrar en el Gobierno autonómico en el futuro o de dirigir la campaña de las generales en Valencia, pero sobre todo lo más importante, y que parece haber logrado, es un compromiso formal de la dirección nacional de que le apoyará, le rehabilitará y reconocerá su sacrificio por el partido.
A lo largo de la mañana, Ricardo Costa ha estado dando "gracias a todos" desde su cuenta en la red social Twitter.
Por otra parte, la número dos del Consell, Paula Sánchez de León, ha ofrecido por la mañana el "apoyo inquebrantable", en representación del Ejecutivo autonómico, a Francisco Camps. La dirigente aseguraba que sería el jefe del Consell quien tenía que decidir lo que tenía que hacer en relación a que posiblemente acepte la acusación del delito de cohecho pasivo impropio.
El exvicepresidente valenciano, Víctor Campos, ha sido el primero esta mañana en acudir al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, donde se ha instruido la causa de los trajes, a entregar el escrito de conformidad, que es el término jurídico que se utiliza para hacer constar que se asume la culpa. Los cargos que se le atribuyen al exvicepresidente son los mismos que al presidente Francisco Camps: cohecho impropio por haber recibido regalo de la trama Gürtel. Según la investigación, Campos recibió prendas de vestir por un valor de más de 5.500 euros.
Lo mismo ha hecho poco después Rafael Betoret, el exjefe de gabinete de la Consejería de Turismo, otro de los procesados. Las diligencias señalan que sus regalos ascienden a algo más de 13.000 euros. Betoret tenía relación con la trama ya que una de las empresas que la conformaban, Orange Market, fue la adjudicataria del expositor de la Comunidad Valenciana en la feria de Fitur entre 2005 y 2009.
La llegada de estos dos dirigentes valencianos al tribunal hacía prever que los otros dos implicados, o sus abogados, irían desfilando a lo largo del día para entregar el escrito que ratifica su asunción de culpa. La llegada más esperada era la del presidente, Francisco Camps, que no había acudido al último pleno antes del verano del Parlamento valenciano, y, además, había anulado una visita prevista a Castellón, en la que le ha sustituido Enrique Verdeguer, consejero de Industria.
Víctor Campos, que ya no tiene cargo público, ha sido desde el principio el más predispuesto de los procesados a liquidar el asunto asumiendo la condena. En su momento él ya intentó pagar la multa y olvidarse del juicio. Pero no lo hizo para no romper la estrategia de defensa de Camps.
El PP valenciano habría optado por esta decisión ante el ultimátum de la dirección nacional del partido, que lidera Mariano Rajoy, de evitar a toda costa la celebración del juicio en otoño, en plena campaña electoral de las elecciones generales. Las opciones eran dos: admitir el delito o dimitir. Y, dado que Camps estaba enrocado en el puesto, su posibilidad se limitaba a la de aceptar la acusación y declararse culpable.
El también presidente del PP regional se había topado, a lo largo del día de ayer, con las reticencias de uno de los procesados, Ricardo Costa, a asumir el delito. Y si Costa no daba su conformidad a admitir su culpabilidad, el juicio debía celebrarse igualmente, ya que la suspensión solo es posible si todos los procesados reconocían la comisión del delito y daban su conformidad a las penas que se les reclaman. Una vez el escollo estaba salvado solo faltaba Camps.