“Las leyes son como las mujeres, están para violarlas” Dimite el presidente de los españoles en el exterior, José Manuel Castelao, tras su comentario
El alto cargo asegura que renuncia por “motivos personales”
José Manuel Castelao, junto a la consejera gallega de Trabajo, Beatriz Mato (centro), y la secretaria general de Inmigración y Emigración, Marina del Corral (derecha), en un acto el martes pasado en Santiago de Compostela. / Lavandeira jr. (EFE)
Pocas horas después de que se difundiese la desafortunada frase que declaró el martes --"Las leyes son como las mujeres, están para violarlas"--, el presidente de los españoles en el exterior, José Manuel Castelao Bragaño, ha anunciado su dimisión. El presidente del Consejo General de la Ciudadanía en el Exterior –órgano consultivo y asesor perteneciente al Ministerio de Empleo--, Castelao Bragaño, ha declarado a El País que en las próximas horas presentará su renuncia al director general de Migraciones. Castelao, de 71 años y que fue nombrado el lunes, ha asegurado que su renuncia no tiene nada que ver con el comentario que realizó ante algunos miembros del consejo en una reunión en Santiago de Compostela. Una frase que despertó las protestas entre algunos miembros de este organismo y por la que después pidió perdón.
“Nadie me ha pedido mi renuncia. Tengo una situación personal por la que no puedo afrontar el cargo. No tiene nada que ver con lo sucedido, aunque es cierto que todo suma”, ha explicado por teléfono. Es la segunda vez que el abogado gallego de 71 años –que fue diputado del PP en el Parlamento de Galicia entre 2005 y 2009— preside este organismo que agrupa a los españoles que viven en el extranjero y que tiene como objetivo garantizar su derecho al voto o a la participación en las administraciones públicas. En esta ocasión su nombre fue propuesto por la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y votado después por el pleno del Consejo. Su mandato --que debía durar cuatro años no ha durado una semana. De hecho, explican desde Empleo, a la ministra Báñez no le había dado tiempo ni a firmar su nombramiento.
“Nadie me ha pedido mi renuncia", asegura Castelao. A la ministra Báñez no le había dado tiempo ni a firmar su nombramiento
En su segundo día como presidente de los españoles en el exterior, José Manuel Castelao estaba reclamando el acta de la reunión a una de las comisiones, la mesa de Educación y Cultura, a quien le faltaba un voto para formalizar el documento. “No pasa nada. ¿Hay nueve votos? Poned diez… Las leyes son como las mujeres, están para violarlas”, dijo, según han explicado varias de las personas que estuvieron en la reunión.
Ana María Navarro, canaria y miembro del consejo por Venezuela, donde vive, explica que se quedó atónita. “Fue una frase absurda y desafortunada, y más viniendo de una personalidad como él, el presidente de un organismo”, dice. Un comentario y un sentimiento que comparten otros miembros de la mesa de Educación y otros delegados del Consejo de Ciudadanía Exterior.
Castelao Bragaña reconoce lo ocurrido. Sin embargo, asegura que su comentario se ha malinterpretado. “No siento para nada el sentido que la frase tiene y no es el sentido que yo le quise dar. Cité la frase, lo reconozco, pero en el sentido inverso, aunque no puedo achacar a otro una responsabilidad que es mía”, explica ahora por teléfono. “Lo siento mucho. Lamento profundamente lo que ha ocurrido. Y doblemente: por quienes lo escucharon, casi todo mujeres, porque les generé un dolor; y por mí, porque construí un edificio que se me viene encima”, dice.
Tras lo ocurrido, los miembros de la comisión de Educación y Cultura redactaron un escrito –firmado por ellos y por otros delegados--, que entregaron al director general de Migraciones, Aurelio Miras Portugal, en el que exigían a Castelao Bragaña disculpas públicas.
"Las cosas hay que pensarlas antes de decirlas y tendría que tener interiorizado que un comentario así es intolerable”, dice Myriam Herrero, miembro del Consejo
Myriam Herrero, representante por Suiza en el Consejo y también miembro del PSOE, explica que cuando supo de la existencia de la carta, el propio Castelao se acercó a la Mesa de Educación para pedirles disculpas personalmente. “Nos pidió perdón, nos dijo que no sentía lo que había dicho y que para nada una frase así o similar volvería a salir de su boca. Pero las cosas hay que pensarlas antes de decirlas y tendría que tener interiorizado que un comentario así es intolerable”, dice.
En la carta, los delegados pedían a Castelao --que fue diputado del PP en el Parlamento de Galicia entre 2005 y 2009-- que se retractara ante el pleno del Consejo y se disculpara. Lo hizo, pidió perdón, pero no dijo exactamente por qué. “Si pudiera hacer alguna penitencia para borrar lo que hice la haría”, afirma Castelao ahora. “No tengo para nada ningún pensamiento contra la mujer que me merece todos mis respetos. Es más, soy un devoto de la mujer”, añade.
Francisco Ruiz Vázquez, que presidió el Consejo desde 2005 hasta hace unos días, no escuchó las palabras de Castelao cuando las pronunció. A pesar de esto, fue uno de los firmantes de la petición de disculpas públicas. “Cuando se me explicó lo que había sucedido firmé, como firmaron otros”, dice. Ruiz Vázquez, uno de los representantes, como Herrero, por Suiza, sí oyó después las disculpas públicas del ya expresidente. “Pidió perdón, pero no dijo claramente por qué. Es una triste declaración. Una persona así no tiene capacidad de estar en un foro que agrupa a hombres y mujeres. Hay que tener en cuenta que eso ha salido de la boca de una persona que representa a los españoles en el exterior. ¡Es una barbaridad que no solo no se puede decir, sino que no se puede pensar”, insiste.
La renuncia, explica un portavoz del ministerio de Empleo, ya ha llegado al Consejo de Ciudadanía Exterior, que ahora presidirá la vicepresidenta, Marina del Corral, secretaria general de Inmigración. Desde el departamento que dirige Fátima Báñez, sin embargo, prefieren mantener silencio sobre la polémica. "Nadie del ministerio estaba presente en ese momento", explica un portavoz que aclara, sin embargo, que la carta en la que varios miembros del consejo exigían disculpas sí llegó al departamento. "El comentario fue, como mínimo, muy desafortunado. En cualquier contexto", añade.