Nosotros, cuando cogemos a alguno "in fraganti", con su mismo spray, le pintamos en la frente con letras bien hermosas la siguiente frase: ?SOY TOOOOOONTO! y le obligamos a volver a su casa andando, no sin antes dejarse ver por todos las zonas de copas, botellón y demás lugares de reunión de jóvenes... OPS!, lo siento creo que me he quedado sobao y estaba so?ando. En fín, lo cierto es que por lo que leo en todos los sitios más o menos actuamos igual. Lo lamentable es que en muchas ocasiones todo queda en agua de borrajas si no hay reclamación del perjudicado. Por otro lado, una vez tuvimos el caso de tres menores cuyas pintadas costaron en concepto de limpieza al Ayuntamiento, según cálculos de los técnicos, nada menos que alrededor de un kilo y medio de las antiguas pesetas. El resultado, sus papás, muy cabreados, poniendo a parir a los guardias ("que más vale que persigáis chorizos...") y los ni?os de rositas.