"Es un empleo de 24 horas"
Así trabajan los policías de Participación Ciudadana DANIEL SOMOLINOS
Madrid
Actualizado Lunes, 14 junio 2021 - 01:46
"Nuestra labor es que la persona se sienta protegida", apunta el delegado Fermín, quien junto a Leticia y Luis recorren las calles y dan charlas en los colegios para minimizar cualquier acto delictivo
Su pelo blanco y su característica figura son inconfundibles en el distrito de Salamanca. Para los niños es el poli bueno que les presta su gorra, para los adolescentes ése que da charlas sobre acoso escolar; para los comerciantes, la persona que vela por la seguridad de sus negocios; para los ancianos, el que repite hasta la saciedad eso de que "vale más una cadera que todo lo que lleven en el bolso"... Pocos saben que es el delegado de Participación Ciudadana; para todos es Fermín, el hombre al otro lado del teléfono si les ocurre algo.
"Buenos días, jefe", le saluda un mendigo a las puertas del Corte Inglés de Goya. Fermín Pacetti le devuelve un guiño. Ha comenzado su jornada en esta calle para visitar un par de comercios y continuar predicando su "seguridad subjetiva". No es Mick Jagger ni Bruce Springsteen, pero tarda en recorrer los 10 metros que separan su coche de los establecimientos varios minutos. Le resulta complicado dar tres pasos seguidos sin que alguien le pare para saludarle o le aborde para contarle un problema.
"Les tienes que hacer ver que su preocupación es lo más importante para ti en ese momento. Más incluso que lo que tengas que hacer. Les ofrecemos seguridad subjetiva. La objetiva no se la podemos dar, no somos dioses. Puede que estemos en una joyería y la atraquen con nosotros dentro. Pero el ciudadano tiene que sentirse protegido, ésa es nuestra labor", explica este subinspector, quien lleva 23 años patrullando Salamanca.
Conoce sus calles, y ellas le conocen a él. De ahí que su móvil esté guardado en la agenda de tantos y tantos vecinos. "Llevo desde el 2000 dándolo... imagínate. Es un trabajo de 24 horas, no de ocho. Nunca vamos a dejar de coger una llamada sea la hora que sea. Cuando me hospitalizaron por Covid, con una vía en el brazo, gestioné 52 llamadas un día. La gente no sabía que estaba en el hospital", desliza, expresivo, Fermín.
Tras despedirse del último comercio agendado en esta mañana, la farmacia regentada por su amiga Esperanza, vuelve al pintado, el coche oficial de la Policía Nacional, y se encamina al colegio Loreto donde ha de impartir una breve charla enmarcada en el proyecto Ciberexperto, sobre seguridad en las redes, a chavales de sexto de Primaria.
En el patio ya le esperan Luis y Leticia, las dos puntas de lanza del grupo de Participación Ciudadana bajo las órdenes de Fermín. Están más que acostumbrados a llegar a las citas antes que su jefe, por eso sonríen cuando le ven llegar. "Así es cada día, siempre le para alguien y nos adelantamos nosotros, pero no se lo tenemos en cuenta", bromea Leticia.
Dentro del Loreto, su directora, Ana Palacios, verbaliza entre halagos la estima que tiene a este trío de agentes. No es la única. Participación Ciudadana ha estado en algunos de los momentos más complicados de los colegios del barrio, el último hace un par de semanas: el novio de una alumna, muy violento y con antecedentes, amenaza con matar a toda una clase si no le paga cada estudiante 10 euros. "Sólo una niña se lo dijo a su madre y ésta nos avisó a nosotros. Mandamos a dos agentes de paisano, con la intención de detener al chaval, pero no se presentó...", contextualiza Fermín. Quien añade: "Nos consta que llegó a oídos del delincuente que le andábamos buscando... No ha vuelto a aparecer. Problema resuelto".
Negocio tras negocio
El reloj sobrepasa las 12.30 y, de vuelta en comisaría, el ritmo no para. Suena el teléfono del despacho. Una lotera llama a este grupo muy asustada: acaba de ser estafada por un varón que "revisaba extintores" y le han soplado 200 euros. "Muchos nos llaman a nosotros antes que al 091", dice Fermín mientras comienza a hacer llamadas para intentar localizar al timador. Alguien le sitúa a las orillas del WiZink. Leticia y Luis salen corriendo para intentar interceptarle. ¿El resultado? Dinero recuperado y una comerciante que dormirá con la lección aprendida. "Se lo decimos a todos, los malos no cojean ni van con un parche en el ojo... siempre son los más simpáticos", recalca el subinspector.
La labor de este grupo ha dado resultados. Durante este mes, Luis y Leticia han implementado el plan Comercio Seguro, yendo negocio tras negocio para informar a los propietarios sobre los tipos de fraudes más comunes y cómo protegerse. Y, en julio, harán lo mismo con los porteros de los edificios del distrito. "Vamos portal por portal recomendándoles vigilar bien que no haya celo o hilos de pegamento en las puertas de los residentes. Como sólo somos dos tenemos mucha colaboración del Grupo Operativo de Respuesta (GOR)", detalla Luis, a lo que le interrumpe Fermín: "Como dicen en mi tierra, tenemos que saber dónde crecerá la hierba el año que viene. Y para conseguirlo, la Policía y los ciudadanos tenemos que ser uno".
Por este motivo desarrollan, además del plan Comercio Seguro, el plan Director -enfocado en los menores-, el plan Turismo Seguro y, cómo no, el plan Mayor Seguridad -centrado en la tercera edad y en apoyar a aquellos que cuidan de nuestros mayores-.
Para tenerlo todo bajo control, Participación Ciudadana supervisa los conciertos mensuales del WiZink Center -"No es lo mismo que venga Il Divo que Extremoduro, la problemática es diferente"-; la plaza de toros de las Ventas -"No es igual que toree José Tomás, donde la reventa se pone por las nubes, a que venga otro menos conocido-; han de saber si pasará la Vuelta ciclista; o si algún sindicato ha planeado una cacerolada delante de algún hotel o gran superficie. "Tenemos que saberlo todo, y la única manera es conocer a todo el mundo", agrega Fermín, que se toma al pie de la letra esa misiva.
Acciones solidarias
Algo que hace hasta en su tiempo libre. "En una residencia de ancianos necesitaban un Papá Noel unas Navidades... Me compré un traje y allá que fui. Sólo por ver sus caras de ilusión mereció la pena". También se enorgullece cuando habla del belén viviente que montan todos los años, donde cerca de 100 ancianos de la residencia Hermanitas de los Pobres interpretan durante cuatro días a algún personaje bíblico para el disfrute de cerca de 5.000 niños de los colegios de la zona. "Y ahora, el día 21, volveremos para hacerles de comer. Se lo debemos por todo lo que han pasado durante la pandemia", sostiene Fermín.
Este subinspector sólo es uno de los 30 delegados de Participación Ciudadana que trabajan en Madrid, todos coordinados por la delegada provincial, Ester Pulido. "Si no soy el más veterano, estaré empatado con otro. Estoy en este puesto desde el minuto cero, y me gustaría jubilarme aquí", remarca Fermín, que pone en valor lo conseguido por su equipo y por sus homólogos en todos estos años: "Hemos logrado cambiar la percepción de la sociedad. Hace años, cuando un agente acudía a algún lugar lo primero que escuchaba era ¿qué ha pasado aquí? Ahora ya no, en la actualidad te ven como un vecino más".