El atracador acusado de matar a una policía tras asaltar una oficina de Correos dice que estaba en el hospital con su hijaM. J. Álvarez / Madrid
Día 18/05/2015 - 16.40h
«Jamás olvidaré su cara. Me encañonó con una pistola y me retuvo en el baño. Pensé que no saldría viva», afirma la entonces directora de la oficina
Pablo P. S., el único procesado por el asesinato de una agente de la Policía Municipal, tras asaltar con David F. R., (fallecido en prisión en agosto pasado), una sucursal de Correos en Usera el 8 de agosto de 2012, ha negado su participación en los hechos que se le imputan.
"Estaba en el 12 de Octubre con mi mujer y hija que desgraciadamente murió. Salí a fumar a las doce (cuando ocurrieron los hechos) y vi mucho revuelo y mucha policía", ha declarado esta mañana en la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial.
" A la una llamé a mi mujer y le dije que pidiera el alta de la niña. Había quebrantado una condena yestaba en busca y captura", ha manifestafdo a preguntas del Ministerio Fiscal y de la defensa.
El Ministerio Fiscal pide una pena de 37 años y seis meses de prisión para él por un delito de robo con violencia, un delito de asesinato, un delito de atentado y otro de tenencia ilícita de armas.
Interrogado sobre cómo es posible que varios testigos le hayan reconocido como la persona que entró en la sucursal, vestido con camisa de cuadros y gafas de pasta, ha replicado que también le atribuyeron otro asalto en un banco de Logroño que no cometió.
El compañero de la agente asesinada, Santiago Lozano, ha explicado que el día de los hechos estaba patrullando con Carmen Muñoz Pérez, de 62 años, a la altura de la calle de Eduardo Barreiros con la avenida de los Poblados. "Una chica nos dijo que estaban robando en la oficina de Correos, que se encuentra a 600 metros. Entonces, otro señor nos indicó que los delincuentes iban en una furgoneta que subía por la calke, por lo que dimos la vuelta para perseguirles".
Según ha declarado, cruzaron el coche patrullla para cerrar el paso al otro vehículo. "Salí en dirección a la ventanilla del conductor y vi un revólver. El fogonazo me dio en el hombro y caí de espaldas, mi arma también cayó al suelo". Lozano ha precisado que luego escuchó dos impactos de bala, los que supuestamente realizó la misma persona a su compañera.
Por su parte, Laura Martín, la entonces directora de la sucursal ha manifestado que estaba hablando por teléfono cuando escuchó decir: ¡Esto es un atraco!". Instantes después uno de los asaltantes irrumpió en su despacho, la encañonó y le quitó el teléfono. Casi me tira al suelo. Me llevó al baño, donde me retuvo, mientras me seguía apuntando con la pistola. Jamás olvidaré su cara. Pensé que no saldría viva", ha dicho, muy afectada. Mientras eso sucedía, "El Rubio", el segundo delicuente, ya fallecido, con dos cuchillos retenía a clientes y empleados.
Ha indicado que la caja fuerte estaba en un cuarto aledaño y que, como tardaba en abrirse, los asaltantes se pusieron nerviosos y se marcharon, tras apoderarse del dinero que tenían en ventanilla.
"Cuando me enteré que habían matado a Carmen lo pasé muy mal. Fue muy duro. Tomábamos café juntas pues vivía en el barrio". Martín dice que sigue teniendo pesadillas y claustrofobia y que espera que se haga justicia.
Por su parte, Milagros Martín, pediatra de Urgencias del 12 de Octubre, ha aseverado que ese día atendieron a una niña que presentaba malformaciones y problemas renales. "Acudió solo con su madre al mediodía. A los tres cuartos de hora la mujer pidió el alta por un problema familiar. Faltaba la analitica de orina. Quedé en llamarla. Lo hice tres veces y no obtuve respuesta". El juicio continuará mañana.