EU reclama a Interior que la Guardia Civil tenga como preceptivo el conocimiento de las lenguas cooficiales
04/01/2013 | elperiodic.com
El guardia civil reconoce que pidió al vecino de Almenara hablar en castellano
"Yo hablo castellano, soy de Ciudad Real y no entiendo el valenciano", afirma el agente en el juicio
Carles Mateu Blay. levante-emv
NEREA SORIANO ALMENARA "Yo hablo castellano, soy de Ciudad Real y por lo tanto no entiendo el valenciano". Con estas palabras, el agente de la Guardia Civil acusado por el almenarense Carles Mateu Blay de denuncias falsas reconoció ayer que pidió que se le dirigiese en castellano. Así lo confirmó el abogado de Blay, Vicent Esbrí, después del juicio rápido que tuvo lugar ayer en la Ciudad de la Justicia de Castelló y que se alargó durante dos horas.
Blay se enfrentaba ayer a los agentes de la Guardia Civil que le dieron el alto el pasado lunes, día de Nochebuena. Tras dirigirse a ellos en valenciano, le pidieron que hablara en "español". Según declaraciones de Blay, las palabras exactas del guardia fueron: "A mí me hablas en español que estamos en España". A partir de este momento, Blay siguió hablando en valenciano y los agentes le dijeron que "llegaría a casa sin carné", según relata el afectado. Después de varias horas retenido, Blay fue denunciado por negarse a someterse a la prueba de alcoholemia, por no llevar el cinturón de seguridad y por no llevar el chaleco reflectante, hechos que suponen 1.000 euros de multa y 12 puntos del carné. El almenarense niega los hechos y cree que fueron motivados por el conflicto lingüístico.
En el juicio Esbrí defendió que la Guardia Civil "no te puede exigir hablar en castellano porque es una institución pública que desarrolla su trabajo en la Comunitat, por lo que está obligado a, al menos, entenderlo". "En el caso de presentarse algún problema como fue el caso de Blay, los agentes tendrían que haber solicitado a alguien de apoyo para que les tradujera", añadió el letrado.
En cuanto al resto de las acusaciones, motivadas supuestamente por el conflicto lingüístico, el último agente que apareció en el lugar de los hechos reconoció ayer que el almenarense tenía el chaleco puesto, que mostró una actitud "dialogante" y que no mostraba síntomas de que su conducción se pudiera ver afectada por la ingesta de alcohol, según relató Blay tras el juicio. Unas declaraciones que desmontaron las intervenciones de los otros dos compañeros que aseguraron que el almenarense estaba alterado y que se negó a hacer las pruebas. La decisión del juez se conocerá en veinte o treinta días.A raíz de la denuncia, el almenarense está siendo víctima de un foro de Internet (www.guardianesdelasfalto.com) con todo tipo de insultos. Al parecer, en el foro -en el que aparece el logo de la Guardia Civil de Tráfico- agentes de la Benemérita opinan del caso diciendo cosas como "que vaya ahorrando para pagar las sanciones administrativas y judiciales". En este mismo sitio web se le atribuyen antecedentes penales que Blay niega. La Guardia Civil declinó hacer valoración alguna sobre el juicio.
El juez absuelve Carles Mateu Blay de desobediencia a la autoridad · Fue retenido tres horas en un control rutinario · Hoy comienza el otro proceso, contra la guardia civil
Carles Mateu Blay, el conductor de Almenara (Castellón) que fue retenido y humillado durante más tres horas en un control rutinario porque se negó a hablar en español, ha ganado el primer juicio contra la guardia civil. El juez le ha absoluto del delito de desobediencia a la autoridad, por el que se le pedían nueve meses de prisión, desmontando la versión de la guardia civil, lo que la defensa considera un primer paso para considerar oficialmente falsas las tres denuncias que los agentes le habían impuesto y que a pesar de todo permanecen congeladas a la espera del segundo proceso judicial. La habían denunciado porque no llevaba el cinturón de seguridad ni el chaleco reflectante y por haberse negado a someterse al control de alcoholemia.Las tres acusaciones, falsas: sí someterse a las pruebas de alcoholemia, con resultado negativo, y hay fotografías que demuestran que llevó en todo momento el chaleco reflectante. Además, la suma de las tres denuncias implicaba la retirada de doce puntos y, por tanto, del carné de conducir.
Con esta resolución Carles Mateu conserva de momento todos los puntos del carné. Eso sí, tendrá que pagar un multa administativa de 9 euros al día durante 25 días para que el juez no considera probado que los agentes hayan perdido el principio de veracidad. Sea como sea, para la decisión del juez ha sido determinante la declaración de uno de los agentes de la guardia civil, que llegó al lugar de los hechos más tarde, y que negó y desmontar las acusaciones y denuncias de sus compañeros.También ha sido relevante que uno de los agentes reconociera al juez que efectivamente le había pedido que hablara en español.
'Una primera victoria, ahora viene la segunda'
'Esto demuestra que si denunciamos las agresiones, y sobre todo las lingüísticas, las más humillantes, podemos ganarlas, porque ellos no tienen razón', explicó Carlos, exultante, a VilaWeb. Y ha añadido: "He ganado un juicio contra los cuerpos de seguridad del estado español, que no es poca cosa. ' También ha recordado que moralmente ya se sentía ganador antes de saber el resultado del juicio, 'por el apoyo increíble de la gente' y porque tenía la conciencia muy tranquila. La victoria judicial, pero-admite-, es aún más reconfortante y liberadora.
Pero ahora todavía hay una segunda batalla judicial. Carlos tiene que ir mañana al juzgado de primera instancia número 4 de Castellón en una sesión de otro proceso: el que ha empezado él mismo contra la guardia civil por denuncias falsas. 'No sé si ganaremos, pero ha quedado claro que se inventaron las acusaciones. Por lo tanto, por qué no puedo ganar? Además, sería una gran satisfacción ganar este segundo asalto contra todo el cuerpo de la Guardia Civil para acabar de demostrar del todo que no tienen razón y que no pueden hacer esto que hacen. 'Ganando este segundo proceso, Carlos quedaría absuelto de todos los cargos y multas y los agentes podrían ser sancionados.
Los hechos
Todo pasó el 21 de diciembre en un control rutinario a la salida de Almassora (Plana Alta), poco después de las 17.00. Una patrulla de la guardia civil hizo detener n una rotonda de la CV-18 , a la salida de Almassora, Carlos para un control de alcoholemia. Él iba a recoger a su hijo a la escuela. El hecho de que el coche que conducía fuera el de su cuñada y no su suscitó preguntas de los agentes sobre la documentación. Entonces ya se intuía que algo no acababa de funcionar, pero Carlos no se podía pensar qué acabaría pasando. 'Vi enseguida que se molestaron porque yo hablaba en valenciano y no cambiaba de lengua. Pero no me imaginaba que pudiera acabar así! De hecho, puedo decir que me han retirado el carnet de conducir por haber hablado en valenciano, es escandaloso e intolerable. '
Desde ese momento, la conversación se convirtió en un ataque y una humillación contra Carlos, que no pudo llegar a casa hasta después de más de tres horas 'con tres denuncias falsas que suman mil euros y, curiosamente, doce puntos del carné de conducir '. Mientras estuvo retenido, Carles tuvo que aguantar insultos de todo tipo e incluso más de un empujón. Obligaron a esperar dentro del coche hasta que no llegara otro agente responsable de atestados. Cuando finalmente llegó, los dos primeros guardias civiles se fueron y dejarle toda la documentación de Carlos y las denuncias correspondientes. Este tercer agente es que desmontó días más tarde ante el juez las acusaciones de sus compañeros.