Os expongo un caso real: la cuestión es sobre el conocimiento de idiomas en los miembros de FCS. Está claro que el ciudadano de una comunidad con 2 lenguas oficiales está en su derecho de dirigirse a la administración en cualquiera de ellas (lo dice la ley). Entonces, ?cómo casamos esto con un guardia civil de torrelodones enviado a castellón? (por ejemplo). Yo soy valenciano y bilingüe, no sé si os interesará el asunto, pero yo lanzo el asunto y abro debate:
J. V. G. fue parado en un control rutinario de la Guardia Civil
instalado en la rotonda de entrada a el Verger desde Valencia. Una
hora y cuarto más tarde salió de allí en dirección a casa con dos
multas bajo el brazo (una por no comunicar un cambio de domicilio y
otra por tener el seguro caducado) y con muy mal sabor de boca:
durante ese tiempo fue increpado y coaccionado reiteradamente por
dirigirse a los agentes en valenciano, incluso fue obligado a
descalzarse, siempre según el relato del joven.
?Le hablo en castellano. Hábleme en castellano?, fue el reproche del
agente que mandó parar a J. V. G. en la calzada. Como quiera que el
vecino de Ondara no cambió de idioma el mismo efectivo le espetó
que ?como no entiendo lo que me dice le vamos a hacer un control
completo?. Fuera de la calzada y ya con el DNI en su mano el agente
se percibió de que J. V. G. es de Banyoles (Girona) ?si bien le
expliqué que ahora trabajo a medio camino entre Banyoles y Ondara?
además de que ?en breve me empadronaré en els Poblets donde me he
comprado una casa?. Los argumentos del joven fueron interpretados
por el guardia civil en términos de ?que le digo que no entiendo el
valenciano y, por lo tanto, como no le entiendo y no ha comunicado
su traslado de residencia, le pondremos una multa?. Una vez
examinado el DNI el efectivo de la Benemérita se puso a revisar el
recibo del seguro. Eran las 0:30 horas del domingo 6 de julio y el
seguro caducaba el sábado 5, es decir, hacía 30 minutos. ?Esto no
está en orden?, dijo el guardia civil. Entonces J. V. G. le explicó
que ya tenía la comunicación de aviso pero que quizás no había
recibido en casa aún el justificante. La respuesta que se encontró
fue que ?le he dicho que no hablo valenciano, otra multa por esto?.
Entonces el agente se marchó. Pero antes de irse ordenó al joven que
se descalzara, que pusiese sobre el coche todo lo que llevaba en los
bolsillos además de indicar a otros compa?eros que registrasen el
coche de arriba a abajo.
Seguidamente se acercó otro agente, al que llamaban teniente, y que
justificó la actitud de sus subordinados en el sentido de que ?usted
es un maleducado, usted ha tenido una falta de respeto hacia mi
compa?ero; mi compa?ero es andaluz y no tiene porque hablarle en
valenciano ?me entiende??, según el relato de J. V. G. El joven
respondió que ?tengo el derecho a hablar en valenciano porque es la
lengua oficial? a lo que el teniente replicó que ?la única lengua
oficial es el castellano? además de que ?el valenciano es sólo
cooficial y usted tiene la obligación de conocer el castellano?. J.
V. G. manifestó en ese momento que ?tengo el mismo derecho a usar el
valenciano en esta comunidad?.
Amenazas y burlas
Al término de la discusión, el vecino se llevó una nueva sorpresa
cuando uno de los agentes que había en el lugar se aproximó a él y
le reprochó que era de Olot y ?por culpa de gente como yo había
tenido que irse de allí?. Entretanto el primero de los agentes
vuelve y ordena otra inspección del coche, acompa?ada del
reconocimiento de los triángulos y el chaleco de seguridad así como
la comprobación de que el número de serie del motor coincidiera con
los datos de los papeles.
Pasaban pocos minutos de la 1 de la madrugada del domingo cuando el
episodio acabó. Antes, el agente de la Benemérita expresó en forma
de epílogo que ?tranquilo que nos volveremos a ver, sabes. Esto es
muy peque?o. Y cuando podamos te vamos a empapelar?. ?Un abogado
podría interpretar eso como una amenaza?, contestó J. V. G., ?Qué
miedo, huy, qué miedo?, concluyó el guardia civil, siempre según la
versión del joven narrada a este diario.
La Comandancia de la Guardia Civil de Alacant informó a Levante-EMV,
al respecto de lo sucedido, que mientras no se reciba una queja por
escrito no valorará los hechos.