mira epi, llegué allí el 6 de enero de 1988. El primer día laborable me fui a dar de alta la luz del pabellón del cuartel donde iba a vivir. Me dieron en la cola el número 88. Se me pasó uno porque yo al vuitantavui no respondí, y una amable se?ora me dijo que era yo. Al día siguiente hice mi primer servicio y se me cayó el mundo encima literalmente. Llamé al médico a ver si podía hacer algo por mí y me encontré con que me respondieron la llamada en catalán. Entendí algo hasta que me dijeron la hora. Dos quarts de nou. Le rogué muy amablemente que me la dijera en castellano pues no entendía el catalán porque llevaba allí tres días, y me la volvió a repetir en catalán. Al final tuvo que coger el guardia de puertas el teléfono para decirme la hora que me habían dado.
Llamé a información telefónica par pedir el número de la aduana de port bou, donde había una amiga mía, y me lo dieron e catalán, cuando le dije a la chica que ese era un servicio que estaba pagando yo y que su respuesta no me había servido de nada porque no había entendido el número, me colgó.
Intenté matricularme en la autoescuela, y si no llega a ser porque íbamos un montón de compa?eros juntos, hasta el punto de que casi llenábamos la clase, las clases hubieran sido en catalán. A varias academias a las que fui para estudiar distintas cosas, me trataron igual, excepto en dos, mecarapid y otra, en las que al ver que no lo entendía hablaron castellano y me resultó curioso que no salieran ardiendo ni nada porque empezaba a pensar que hablar en castellano les costaba la misma vida.
En mi vida diaria en el trabjao de aduanas, miles de movidas, pero esas no las cuento porque ahí no estaba yo en inferioridad de condiciones, es decir, si me pregunta otro y se empe?a en hacerlo en catalán, allá él.
En bares, restaurantes, tiendas, en las pegatinitas de la calle en las tiendas que tenían el rótulo en castellano, que enseguida le ponían "en catala si us plau", en amigos míos que fueron a verme y se alojaron en pensiones y hoteles, en mi familia en gasolineras, han pasado cosas como ésta. Así que de verdad, a mí cuando me decís que no pasa nada, que todo el mundo te habla en castellano si se lo pides, etc etc,es que me da la risa, porque eso no se parece en NADA a lo que yo viví.
Y que conste que cuando empecé a entender el catalán contestaba a todo el que me preguntara lo que me preguntara, porque lo mío no era una lucha de idiomas, al menos en el principio, si no un simple ES QUE NO LE ENTIENDO, tan difícil de asumir es eso?
Y lo de ver en Rosas a un camarero esforzándose por hacerse entender en alemán con una pareja y negarse a hablarnos en castellano a mis compas y a mí, eso te lo juro yo por quién quieras.
En nueve a?os, yo, personalmente, me he encontrado mucha más gente que no le daba la gana de hablarme en castellano que lo contrario, y además en puestos donde más falta me hacía entender lo que se me decía. Y esa es la verdad de lo que me pasó a mí, te guste o no, lo siento, pero es así.