Un mando policial dio orden verbal de cambiar el nivel de riesgo a alto
Madrid Arena
El jefe de la Inspección Territorial I de la Policía Municipal de Madrid, Gerardo del Rey, ha confirmado ante el juez Eduardo López Palop que dio a un subordinado la orden verbal de cambio de nivel de riesgo de medio a alto de la fiesta del Madrid Arena tras "una reflexión personal" después de evaluar el evento y ha insistido en que el reglamento policial no obliga a que esta orden conste por escrito, pero sí que quede motivada.
Así lo han manifestado los abogados Abdón Núñez, que defiende a la familia de Belén Langdon, y Luis Rodríguez Ramos, que representa al Ayuntamiento de Madrid, durante uno de los recesos y a la salida de la testifical tras cuatro horas de declaración. Estaba prevista la comparecencia de Óscar de Santos, director de Planificación, pero se ha aplazado hasta el próximo 31 de mayo por falta de tiempo.
Se trata de los mandos intermedios entre el inspector jefe de Madrid, Emilio Monteagudo, y la oficial policial del distrito de Moncloa-Aravaca, Cándida Jiménez, quien se encargó del operativo en la fiesta. La comparecencia de De Santos y Del Rey tiene lugar después de que el pasado jueves Jiménez asegurara ante las partes personadas y el juez que nunca recibió la orden de cambio de nivel medio a riesgo.
ORDEN VERBAL
Según Núñez, Del Rey habría explicado que dio la orden a través de una llamada telefónica la misma tarde de la fiesta a Emilio Rodríguez Corral, subinspector de la mismo área. Y éste se la habría comunicado a Cándida Jiménez, un extremo que ella negó hace dos semanas ante el magistrado y una orden que, según el letrado, él no podía dar porque "no estaba capacitado".
Así, Del Rey habría insistido en que la oficial de Moncloa era responsable de decidir si mandaba Unidades Centrales de Seguridad y que ésta no consideró que fueran necesarios. Sin embargo, Cándida manifestó que pidió a sus jefes refuerzos y que se los negaron.
Asimismo, el jefe policial ha indicado que motivó el cambio de nivel en el documento del 6 de noviembre, un papel que las acusaciones consideran que se falsificó. "Nunca se produjo ese cambio de nivel", ha aseverado el abogado de la familia Langdon.
"No ha modificado en absoluto nuestro criterio de que no hubo cambio de nivel. Fue un invento de última hora para poder tapar un olvido. Queda claro que el operativo fueron dice agentes y no hubo más. Y el mando ahí no estaba", ha recalcado y ha subrayado que se reafirman en que existe una falsedad documental.
Por su parte, la abogada Mª José Siñeriz ha criticado las palabras del testigo al afirmar que el cambio de nivel se realizó por "una reflexión personal" y no por datos objetivos. "Estamos consternados por el hecho de que la Policía municipal reflexione", ha denunciado.
SE CAE LA TEORÍA DE LA FALSEDAD
Sin embargo, Rodríguez Ramos cree que con las manifestaciones de este testigo se han desvanecido "las pretendidas falsificaciones". "Se cumplió estrictamente el reglamento y no hubo anormalidad en el cumplimiento del protocolo", ha destacado.
"El artículo 390 del Código penal es muy claro. Están tasados los supuestos de falsedad y aquí no se ha modificado ningún documento anteriormente emitido ni se ha faltado a la verdad en la narración de los hechos al contar en los documentos lo acaecido", ha añadido.
Sobre esta cuestión, las acusaciones particulares han solicitado al juez Eduardo López Palop que abra una pieza separada para investigar un presunto delito de falsedad documental en dicho documento al considerar que "se inventó" para justificar la actuación correcta de la Policía municipal.
Además, ha dicho que confirma su idea de que se "está perdiendo tiempo investigando lo que pasó fuera del recinto cuando por ahí no se van a descubrir datos importantes" para aclarar las muerte de las chicas fallecidas.