Fotos al servicio de la policía
Un vecino de la calle Río Sil retrató con su móvil el coche de un joven que se empotró contra una tienda de bicicletas y salió huyendo
Autor:
Dolores Cela
Fecha de publicación:
Las fuerzas de seguridad casi nunca encuentran tanta colaboración ciudadana como hallaron ayer en la calle Río Sil, poco después de que un Megane se empotrara contra el escaparate de bicicletas Carreira. Partió por la mitad la verja metálica, se llevó por delante la cristalera de la puerta y el escaparate y buena parte de las bicicletas de la exposición. Un vecino llamó a la Policía Local, otro a la Nacional y un tercero, fotografió el vehículo dentro del establecimiento, antes de que su conductor saliera huyendo. Cuando llegaron los agentes, este último había sacado por la impresora de su domicilio una copia en papel de fotografía en la que se veía la matrícula del turismo, LU-7463-V y se la entregó a los guardias como prueba de lo ocurrido.
Los agentes no tuvieron que utilizar esta información que les sirvieron en bandeja porque poco después, el conductor, posiblemente arrepentido de haber huido, se entregó. Lo identificaron como L.D.S. y le practicaron la prueba de alcoholemia para descartar que el accidente se debiera a la ingestión de bebidas alcohólicas. Dio negativo.
La explicación que ofreció sobre el accidente fue que le habían fallado los frenos del vehículo en la cuesta de la calle Río Eo y que no pudo ni hacer el stop. Salió disparado y se empotró contra lo que tenía de frente, el escaparate de la conocida tienda de bicicletas.
La hora en la que ocurrieron los hechos, las cuatro de la tarde, redujo la posibilidad de que se registraran víctimas. El establecimiento estaba cerrado al ser día festivo y en la parada de autobuses, situada frente a la puerta, no había nadie.
La velocidad no debía de ser poca porque partió la verja metálica por la mitad y la arrastró hasta el centro del establecimiento, junto a todas las bicicletas de la exposición y en medio de una lluvia de cristales.
El ruido del coche al chocar contra el escaparate causó alarma en el vecindario, que inmediatamente se asomó a las ventanas y salió a la calle a ver lo que ocurría.
Ataque de pánico
Posiblemente un ataque de pánico hizo que se ausentara del lugar, sin reparar en lo que había hecho. Una vecina que presenció lo ocurrido dijo que cuando vio al joven creyó que iba a parar, pero posteriormente pudo comprobar que no fue así.
El joven, al volante de su Megane y posiblemente con una rueda pinchada, enfiló por la cuesta de la calle del Conde a toda velocidad. Poco después debió reflexionar sobre lo ocurrido o lo consultó y decidió entregarse.
La intervención de los vecinos en este caso fue tan rápida que inmediatamente se presentaron los agentes de la Policía Local, a los que se sumaron posteriormente los nacionales, que tomaron declaración a todos los testigos del incidente.
Aunque no llegaran con tanta celeridad, la due?a de bicicletas Carreira podría haber estado tranquila frente a posibles saqueos, porque sus convecinos vigilaron que nadie que no debiera entrara en el local, en tanto no llegara la propietaria.