Uhmmmm...me lo parece a mi pero hubo una total falta de seguridad en ese derribo?
'Demolition car' en la red
Un vídeo colgado en Internet permite a una pareja descubrir quién destrozó su coche en Barcelona Sucesos | 01/05/2015 - 01:14h | Última actualización: 01/05/2015 - 13:03h
http://youtube.com/v/4-eGCdBhgJwUn coche es aplastado accidentalmente durante una demolición - Nadie alertó a los automovilistas del riesgo de aparcar allí
Hay dos formas de contar esta historia rocambolesca. En una se puede decir que los protagonistas son un iPhone, una despedida de ciudadanos austriacos y un Peugeot 306, del año 97, matrícula V-5518-FX, propiedad de unos vecinos de Barcelona. De todos los protagonistas, el único que ya no existe es el coche. O existe, pero más parecido a un acordeón que a un coche. La segunda versión puede poner el acento en la desidia de la justicia, en la desatención que a veces sufren los ciudadanos y en un suceso que pudo ocasionar una tragedia. Esta versión es menos divertida, pero igualmente cierta.
Ángela Precht, chilena afincada en Catalunya, de 41 años, dejó aparcado su coche junto al número 71 de la calle Llull, en el Poblenou, el pasado 18 de noviembre. Es la chica de la foto, que está a punto de dar a luz al segundo de sus dos hijos. La imagen se tomó este jueves, justo en el mismo lugar de los hechos. El coche blanco que aparece detrás está donde estuvo el suyo. Justo aquel mismo día, Andrés Bucci, que trabaja en un edificio de oficinas de esta calle, estaba como un niño con zapatos nuevos con el iPhone que se había comprado. “¿Sabes que puedes grabar a cámara lenta?”, le dijo un compañero...
Días después, Ángela Precht y su marido, Gerald Kogler, un ciudadano austriaco, recibieron una llamada del depósito municipal. “Ya pueden pasar a retirar su coche”. La pareja pensó que quizá lo habían aparcado mal y se lo había llevado la grúa, pero cuando se presentaron en el depósito, con la idea de pagar la multa y llevárselo, fueron con ellos un poco más explícitos: “¿Pero cómo se lo van a llevar si está destrozado?”. El pobre Peugeot había vivido la peor pesadilla del jefe galo de la aldea de Astérix: el cielo le se había desplomado encima. Nadie supo explicarles qué había pasado. La compañía de seguros dice que el siniestro es total y que podría compensarles con unos 380 euros. El coche con el que esta pareja se desplazaba por Barcelona, que pasaba regularmente la ITV y con el que viajaron el verano pasado a Portugal, tasado a precio de chatarra: 380 euros. Dice Ángela Precht: “Menos de lo que vale una buena bici”. Y la incertidumbre de lo que pasó. El pasado domingo, su marido acudió a una comida de despedida. Un compatriota, que vuelve a su país, le dijo: “Si vais a Austria en coche, venid a verme. Mi pueblo está junto a la frontera”. Y él respondió: “No iremos en coche. Nos lo han destrozado y no sabemos cómo”. Por una de esas increíbles casualidades del destino, un testigo de la conversación, agregó: “Precisamente, hoy he visto en internet como una grúa derribaba un muro, que al caer arrastra otra pared, parte de la cual se desploma sobre un coche”. El video tiene dos versiones, una a velocidad normal y otra a... Dos versiones, como esta historia. “¿Sabes que puedes grabar a cámara lenta?”, le dijeron a Andrés Bucci, que dirigió el objetivo de su iPhone a una obra cercana, sin imaginarse lo que estaba a punto de pasar. Las dos versiones de su vídeo –a velocidad normal y lenta– suman ya más de 300.000 visionados. Gerald, el marido de Ángela, telefoneó poco después a su mujer: “Cariño busca en YouTube ‘demolition calle Llull’. No te lo vas a creer.”
Era su coche. Nadie alertó a los automovilistas del riesgo de aparcar allí. Sólo una señal municipal avisaba de la inminencia de la poda de los árboles. La empresa tenía permisos para el derribo, pero las medidas de seguridad eran manifiestamente mejorables. Pudo ocurrir una desgracia. La valla que rodeaba la pared que finalmente destrozó el coche ni siquiera impedía el paso a los peatones. En la grabación se ve a un operario. Sorprende que ni siquiera se lleve las manos a la cabeza al ver el desaguisado. ¿Qué hubiera ocurrido si la zona hubiera estado transitada? ¿O el coche ocupado? La Guardia Urbana aseguró ayer que intentó localizar a los propietarios del vehículo, pero que al no conseguirlo (Ángela y Gerald no saben por qué el depósito sí pudo y la policía no) remitió el asunto al juzgado. Cinco meses después, ningún juzgado se ha puesto en contacto aún con ellos para hacerles el ofrecimiento de actuaciones. Tampoco nadie de la empresa de demoliciones. Se han enterado de lo que realmente ocurrió de casualidad y gracias a internet. “¿Cómo íbamos a saberlo antes, si ni siquiera hemos visto el vídeo del gangnam style”, dicen. Hasta la revelación de YouTube, lo único que habían obtenido fue una escueta respuesta de la Guardia Urbana en la que se decía que el siniestro se produjo a raíz de “la caída accidental del pilar de un muro mientras se realizaba un derribo”. Se la notificaron el 10 de marzo, casi cuatro meses después de que todo ocurriera.