De policía a choricete
Fueron años de bonanza en el que las convocatorias para entrar en la Policía Nacional eran multitudinarias. Casi que lo difícil eran no acceder al Cuerpo. Y allí entraron muchos, quizá demasiados, que no tenían un perfil idóneo. Ahora pasan de policías a vulgares choricetes.
Poco a poco se está produciendo la purga que no se realizó durante aquellos años de mandato de Rubalcaba, en los que el empeño político del PSOE era dejar en evidencia la mala gestión de personal del anterior Gobierno y el déficit que había dejado en el número de efectivos de la Policía y la Guardia Civil. Entraron muchos. Y la mayoría, gente honesta y con ganas de hacer bien las cosas. Pero entre ellos, un número importante de futuros choricetes, como se está demostrando.
Llegó a haber convocatorias de hasta 5.000 agentes de una sola tacada durante los años de la mal gestionada bonanza de Zapatero. Y, claro, los controles se relajaron, y de qué manera. Poco a poco, la Justicia, las denuncias y los propios compañeros policiales están haciendo la purga que no se hizo desde el principio. Y así, ahora, son expulsados agentes de la Policía por docenas. No obstante, se demuestra que los controles internos están volviendo a funcionar a un buen nivel.
Y no los expulsan antes porque el proceso tanto judicial como disciplinario interno es complicado y elaborado y, por lo tanto, lento. Pero ahora ya, los Consejos de la Policía ratifican una tras otra todas las expulsiones de agentes del Cuerpo Nacional de Policía que entraron en estas promociones.
¿Y qué es lo que se detecta? Pues policías que no tenían que haber entrado nunca, agentes que han sido denunciados por sus propios compañeros por consumir droga durante la jornada laboral; policías que trataban de extorsionar a comerciantes de la zona, policías que cobraban por favores... Eran los nuevos encargados de la seguridad que se pensaban que, por llevar la chapa, tenían derecho a traspasar las fronteras de la ley, cuando lo que tenían que hacer era vigilar que nadie las traspase. Porque, como recuerdan los viejos del lugar, no hay cosa más peligrosa que un policía corrupto.
En este caso, la depuración está viniendo, en la mayoría de los casos, de los propios compañeros. Son los propios policías los que, en cuanto detectan comportamientos corruptos, dan aviso a la Unidd de Asuntos Internos. En otras ocasiones son los comerciantes extorsionados los que acuden a la Justicia. Algunos se defienden y tratan de justificar su acción argumentando que tan solo pedían dinero a comerciantes en concepto de préstamo. Pero, como dicen sus mandos, son las excusas de los 10 minutos.
El caso es que poco a poco se está produciendo esta criba. Ahora, la entrada de agentes está siendo mucho más restrictiva. El número de plazas es más limitado lo que permite realizar un análisis más detallado de los aspirantes.
"En aquellos años de dinero y rosas nos entró en el Cuerpo gente sin principios, que no sentían amor por la dedicación al ciudadano. Entraron los que buscaban un puesto de trabajo fijo, y poco más", asumen mandos policiales que saben que la racha y la purga no está aún conclusa.