La utopía de alquilar vivienda en Madrid siendo 'mileurista': no es viable ni con el índice del Gobierno
La vivienda en alquiler cerró 2023 en máximos, con un precio que rondó los 12 euros/m2 y una oferta en mínimos que los principales portales inmobiliarios achacan a las distintas medidas regulatorias
Alejandro López de Asiaín
Publicado: 15/03/2024 16:33
Actualizado: 15/03/2024 16:49
Alquilar una vivienda en Madrid es misión imposible si cobras el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). La burbuja inmobiliaria está rozando récords históricos. Solo hay que ver que en tan solo una década el coste ha aumentado un 66%. La vivienda en alquiler cerró 2023 en máximos, con un precio que rondó los 12 euros/m2 y una oferta en mínimos que los principales portales inmobiliarios achacan a las distintas medidas regulatorias que se han ido aplicando y advierten de que sin un giro de 180º el encarecimiento será la tónica dominante.
Tal y como explicamos en Vozpópuli, el Sistema Estatal de Referencia de Precios de Alquiler de Vivienda puesto en marcha por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana permite ofrecer una estimación de lo que deberías pagar por el alquiler de tu domicilio; sin embargo, la teoría dista, y mucho, de la realidad del sector inmobiliario.
Para medir la disparidad se han utilizado los datos de la sección censal y los anuncios publicados en febrero de 2024, dejando en claro que en la página web ofrecen un precio por metro cuadrado de 11,6 euros, mientras que el índice del ministerio se queda en los 7,9 euros.
"Utilizando la muestra de la misma fecha que el Ministerio (2022), la diferencia es también muy relevante (-19%). Este nivel de precios es prácticamente el mismo que el que registró España en el año 2017 (cuando era un 2% más bajo el precio de mercado que el que marca el índice para 2022), pero con una diferencia significativa: actualmente hay un 23% menos oferta de viviendas en alquiler permanente de la que había en 2017", explica Idealista.
La lista completa de la diferencia entre el índice oficial de precios del alquiler y los precios de Idealista es: A Coruña (-32%), Albacete (-31%), Alicante (-40%), Almería (-29%), Ávila (-31%), Badajoz (-30%), Barcelona (-36%), Burgos (-26%), Cáceres (-34%), Cádiz (-26%), Castellón de la Plana (-39%), Ceuta (-31%), Ciudad Real (-22%), Córdoba (-20%), Cuenca (-40%), Girona (-35%), Granada (-34%), Guadalajara (-27%), Huelva (-27%), Huesca (-27%), Jaén (-28%), Las Palmas de Gran Canaria (-35%), León (-36%), Lleida (-29%), Logroño (-30%), Lugo (-41%), Madrid (-26%), Málaga (-40%), Melilla (-11%), Murcia (-30%), Ourense (-35%), Oviedo (-24%), Palencia (-25%), Palma (-43%), Pontevedra (-30%), Salamanca (-32%), Santa Cruz de Tenerife (-37%), Santander (-29%), Segovia (-36%), Sevilla (-24%), Soria (-24%), Tarragona (-33%), Teruel (-30%), Toledo (-27%), Valencia (-47%), Valladolid (-23%), Zamora (-32%) y Zaragoza (-27%).
Ni con el índice del Gobierno es viable alquilar una vivienda en Madrid cobrando el SMI
Tras la aprobación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del índice de precios para limitar el alquiler y declarar zonas tensionadas, la cuestión que gira en torno al tema de la vivienda en España es: ¿Se regularán los precios y se conseguirá retomar la normalidad del mercado inmobiliario? En primer lugar, esta iniciativa del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana ayudará a los inquilinos a la hora de negociar con el propietario del piso un precio justo que se acerque a los valores que se tasan desde el Gobierno.
Aun así, la diferencia tan abismal que existe entre los sueldos que se manejan en España -sobre todo de las nuevas generaciones- y los precios que se estiman desde el Gobierno siguen suponiendo un reto. El principal problema con este índice es que se han utilizado los valores que se manejaban durante diciembre de 2022, fecha en la cual el alquiler estaba un 11% más barato. Es más, en algunas zonas de las grandes ciudades esta subida ha sido más acentuada.
Unas estadísticas que no casan con las trabas a las que se tienen que enfrentar la ciudadanía a la hora de dar el paso de independizarse. El claro ejemplo de la utopía dibujada por la Administración es la capital de España, Madrid. Los expertos del gremio tantean que la proyección del precio del alquiler de cara al 2024 sea de una subida que llegará hasta el 20%. Una piedra más en el camino y, en especial, para los 'mileuristas'.
Basándonos en los precios fijados por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana en toda la zona residencial de Madrid, ninguna persona con un sueldo de 1.134 euros podría optar a una vivienda sin dejarse como mínimo el 57,78% de su sueldo. Esto se traduce en que el coste más bajo para arrendar un piso en la capital es de 650 euros, según el Sistema Estatal de Referencia de Precios de Alquiler de Vivienda.
Sin embargo, a esto hay que sumarle que la diferencia que se baraja entre el índice oficial de precios del alquiler y los precios de Idealista en Madrid es de -26%, es decir, que a la hora de acudir a portales inmobiliarios los anuncios serán aún más desorbitados. Por norma general, alquilar en la mayoría de zonas de la capital supondría un desembolso mensual equivalente al 80% de los ingresos, llegando en algunos casos hasta más del 160%.
También hay que tener en cuenta que durante el último lustro, Madrid ha acogido a una gran cantidad de extranjeros tras el impacto negativo de la situación política en Barcelona, lo que ha desembocado en unos propietarios que aprovechan la coyuntura actual para elevar y sacar mayor beneficio con el alquiler.
Una cuestión que azota a la ciudadanía con unos precios del alquiler desorbitados, además de unos requisitos inasumibles por parte de los arrendatarios como tener ingresos de 4.000 euros para una vivienda de 1.350 euros o un contrato indefinido y unos intentos desesperados del Gobierno de poner orden que no llegan a buen puerto. Por el momento, Cataluña se ha convertido en el centro de operaciones del Gobierno para probar si tasar el coste de la vivienda a través de una aplicación sirve para dar un respiro a los inquilinos o, por el contrario, provoca un efecto rebote que ahogue aún más a los españoles.