Detenidos un empresario y su hijo por pegar a 4 ertzainas que les pidieron que aparcaran bien
El incidente se produjo el sábado en un chalé de Vitoria, donde el arrestado había cruzado su automóvil
22.03.11 - 02:57 - ÓSCAR B. DE OTÁLORA | VITORIA
Un empresario vitoriano y su hijo fueron detenidos por la Ertzaintza el sábado en Vitoria por un presunto delito de atentado contra agente de la autoridad, en un violento incidente que comenzó como una simple advertencia a un conductor. Los dos arrestados están en libertad a la espera de juicio, tras haber pasado por los calabozos de la comisaría, mientras que cuatro policías se encuentran de baja por lesiones.
El incidente se inició a las ocho menos veinte de la mañana en la zona residencial de la calle Elvira Zulueta. Una patrulla de seguridad ciudadana observó que un vehículo estaba cruzado en la carretera, a la entrada de uno de los chalés, y junto a él se encontraba un hombre. Según el atestado policial, los agentes preguntaron a esta persona si era el conductor del turismo y le pidieron que lo retirase hacia el interior de la vivienda para no impedir el paso de otros automóviles.
De acuerdo con la declaración de los policías vascos, el hombre, -D.G.I., un empresario del sector del transporte en Alava-, les dijo: «¿No tenéis nada mejor que hacer el gilipollas?». En ese momento, los ertzainas le pidieron que se identificase. Por toda respuesta, el empresario les gritó: «No sabéis con quién estáis hablando, el delegado del Gobierno es mi amigo, chulos de mierda, os vais a enterar», dijo en relación a Mikel Cabieces, el representante de la Administración central en Euskadi.
El atestado del incidente narra entonces cómo el hombre se puso a llamar por teléfono, momento el que uno de los ertzainas le pidió que dejase de hacerlo. Se inició un forcejeo en el que el empresario asestó una patada en la rodilla a uno de los policías. En la pelea, el hombre fue derribado al suelo. El informe agrega que el detenido seguía chillando: «Vais a durar cuatro días en la policía. Vais a barrer las calles. Estáis para servir a la gente decente como yo, iros a detener a moros y maricones». Al mismo tiempo, pidió ayuda a su familia, que se estaba en el chalé.
El primero en salir de la casa fue un joven de diecinueve años, hijo del arrestado, que se abalanzó sobre los ertzainas. La esposa del empresario le siguió, mientras gritaba: «Vosotros preparaos ya que vais a durar tres días en la policía. El delegado del Gobierno es nuestro amigo». El grado de violencia y agresividad en la calle iba en aumento, por lo que los ertzainas solicitaron refuerzos. El hijo del detenido, llegó a quitar la emisora a uno de los policías vascos. Para que la tensión no aumentara, los funcionarios le pidieron que la devolviese, «para que no agravase la situación».
Ataque por la espalda
La crispación, sin embargo, fue creciendo. Cuando los ertzainas pretendían llevarse detenido al padre, el hijo se lanzó sobre ellos. Uno de ellos recibió un cabezazo en la cara, mientras que otro sufrió un esguince en el dedo meñique de la mano izquierda. Los agentes consiguieron reducir al joven y esposarle, con intención de trasladarle a la comisaría.
El atestado relata cómo entonces la esposa del empresario golpeó por la espalda a otro de los policías vascos. Otro ertzaina tuvo que apartarla y en ese momento, la mujer le gritó: «No toquéis mi abrigo que vale más que vuestro sueldo de un año. Voy a llamar a Mikel y os vais a enterar. Van a estar en la calle en media hora», les gritó.
Los dos detenidos fueron trasladados a la comisaría de la Ertzaintza en Lakua. Según figura en el parte policial, D.G.I. pidió en un primer momento que se le trasladase a un centro médico para ser atendido, aunque minutos después dijo que no hacía falta. A lo largo del domingo fueron puestos a disposición del juez, que ordenó su puesta en libertad con cargos. Fuentes de la delegación del Gobierno aseguraron que la única relación que guardan con el arrestado es de vecindad.