castiga el 'spam', las amenazas o el 'malware'
Lo que no sabes de WhatsApp: te pueden echar por estos motivos
España es uno de los países con mayor penetración de smartphones del mundo. Y en este dispositivo, una de las aplicaciones que más éxito está teniendo es, sin lugar a dudas, WhatsApp. Según los datos de 7ParkData, la presencia de esta plataforma en los móviles Android dentro de nuestras fronteras se eleva por encima del 95%. En iOS no llega tan alto, pero tampoco se puede negar su popularidad: un 65% según Statista. Sencillamente, es prácticamente imposible encontrarse con algún usuario que no la tenga instalada. Quedarse fuera se antoja, por lo tanto, todo un drama.
Cada vez son más los clientes de WhatsApp que se están quejando de que han sido expulsados de la aplicación. En un principio los motivos no son aparentes, pero lo cierto es que a la compañía recién adquirida por Facebook no le tiembla el pulso en ninguna de estas ocasiones.
Los términos y condiciones de uso de WhatsApp contemplan unas cláusulas que, en caso de incumplimiento, implican la expulsión del servicio
Los términos y condiciones de uso de WhatsApp contemplan unas cláusulas que casi nadie lee pero que conllevan, en caso de incumplimiento, la expulsión del servicio. Para empezar, en el apartado C del punto 3, WhatsApp explica que no permite el uso de sistemas automáticos para el envío de mensajes masivos, como por ejemplo los robots, arañas o cualquier tipo de software capaz de enviar más mensajes de los que "un ser humano sería capaz de mandar en un periodo razonable de tiempo". Tampoco consiente utilizar el servicio de mensajería con propósitos comerciales (spam).
Esto significa que si la empresa norteamericana detecta que un robot o usuario están enviando una gran cantidad de mensajes a otros clientes en un corto espacio de tiempo, podría sospechar y finalmente suspender el servicio.
El contenido que no debes publicar en WhatsApp
En cuanto al contenido de los mensajes que se escriben, la mayoría de clientes desconoce que WhatsApp también impone limitaciones. Hay que destacar antes de nada que esta herramienta está creada únicamente para uso personal. En sus términos y condiciones la californiana hace mención a la obligatoriedad de no recoger o almacenar información personal de sus usuarios, incluyendo sus números de teléfono. De esta forma, las compañías que lo utilicen para llegar a sus clientes también estarán incumpliendo las condiciones de uso, por lo que serán susceptibles de ser expulsadas.
Esto se aplica también a aquellos pequeños comerciantes que están acostumbrados a enviar publicidad a sus clientes a través de esta herramienta.
Según Pablo Fernández Burgueño, socio del despacho de abogados Abanlex, "existen muchos casos de grandes empresas que utilizan WhatsApp para aparentemente resolver dudas técnicas, cuando en realidad la están aprovechando para fines comerciales. Ocurre lo mismo con todas aquellas emisoras de radio que se sirven de ella como medio para que los oyentes envíen comentarios o participen en sorteos".
"Muchos abogados la emplean también para asesorar a sus clientes. En estos casos, además de incumplir la normativa de la aplicación al usarla con fines profesionales, también violan la Ley de Protección de Datos al ser una herramienta insegura de cifrado débil".
Pero no es el único contenido que castiga la tecnológica. WhatsApp no tolera las actividades infractoras de derechos de autor o de propiedad intelectual a través de su servicio. En estos casos elimina todo el contenido si se ha notificado debidamente.
"En este caso WhatsApp deja claro dos cosas: que si subes o mandas información, que no incumpla los derechos de autor o de propiedad intelectual de un tercero. Y que, si lo haces, WhatsApp queda absolutamente indemne frente a cualquier tipo de reclamación, además de guardarse el derecho de repetir contra ti. Es decir, de iniciar un procedimiento judicial en tu contra", ha explicado Cristina Sirera, experta en protección de datos del despacho de abogados Elzaburu.
Reservado el derecho de admisión
Tampoco permite enviar falsedades, amenazas, usurpar la identidad de otro usuario, utilizar alguna herramienta para espiar, explorar o modificar el código de la aplicación, o enviar malware. Incluso también se cubre las espaldas en lo que se refiere a los menores de edad y al envío de material adulto.
"El tema de la edad y del contenido obsceno o adulto lo ha incluido WhatsApp para asegurarse de que, si existe algún tipo de problema con algún menor, no sean ellos responsables. En EEUU existen normas muy duras en materia de protección de datos. Sobre todo en lo que se refiere a la salud, tarjetas de crédito y menores", ha añadido Sirera.
WhatsApp no permite enviar falsedades, amenazas, usurpar la identidad de otro usuario o enviar 'malware'
En cualquiera de estos casos, las condiciones de uso de la popular red de mensajería dejan bien claro que esta se reserva el derecho a eliminar usuarios, contenidos y mensajes sin aviso previo. De ahí la sorpresa mayúscula que se llevan muchos cuando les desaparece la cuenta, aunque lo cierto es que la compañía tiene por costumbre notificar las faltas que se están cometiendo. En estos casos, si el infractor se convierte en reincidente pierde la cuenta.
"WhatsApp tiene muchas formas de reconocer a un cliente molesto. Una de ellas es que le bloqueen muchos usuarios al mismo tiempo. En este caso la compañía sospecha y pasa a investigar la actividad del sujeto. En caso de dilucidar que está cometiendo alguna falta grave, le echan del servicio", ha concluido Cristina Sirera.