Depende, depende, depende.
Uno de los dos ha de llevar siempre el peso de las intervenciones, ser el moderador, si se tercia, pues uno ha de ser el "bueno" y el otro el "malo", y dependiendo de qué circunstancias deberá haber consenso, pero en lo relativo al inicio, desarrollo y ejecución, ha de ser uno sólo sobre el que recaiga la responsabilidad, pues uno puede tirar para la derecha y el otro para la izquierda si no se hayan perfectamente compenetrados, cuestión que se produce después de varios a?os de patrullaje juntos.
Ejemplo:
Si tu compa?ero es un "mete patas", no le dejes hablar por emisora, pues queda todo grabado y la responsabilidad de lo que diga podr?a ser achacada a ti.
Si pierde los nervios con facilidad, no le dejes llevar el peso de la actuación, pues terminareis siempre a palos.
Si tiene dificultades de redacción, no le dejes escribir, pues la cosa no estará "hilada".
Si tiene pocas dotes de conducción rápida. está claro, no le dejes conducir.
Y si no le gusta mamncharse las manos, tampoco le dejes cachear.
En fin, que lo que puedes hacer tú no se lo cargues a los demás aunque te critiquen por ello.
Palabrita del ni?o Jesús.