Los secretos del 23-F, al descubierto.
José Oneto expone el papel organizador que el Servicio Secreto jugó en el golpe de Estado que protagonizó el general Tejero hace 25 a?os.
El periodista y escritor José Oneto sorprendió ayer al público que acudió al salón de actos de Caja Duero a escuchar su disertación sobre el 23F. Una fecha y un golpe de estado que Oneto conoce al dedillo, ya que ha escrito tres volúmenes sobre el tema. A su juicio, lo más sorprendente de esta nueva investigación fue el papel que jugó el Servicio de Investigación que estaba al corriente del golpe y que llego a traicionar a sus propios agentes.
ANDREA RODRÍGUEZ
José Oneto desveló ayer ante los secretos del golpe de estado del 23F. El periodista se ha convertido en todo un experto, ya que además de su último libro, ha escrito otros dos sobre el juicio a Tejero y el Golpe en sí.
Su último libro prácticamente está agotado, se han realizado seis ediciones y se han vendido 60.000 ejemplares. Un éxito que ni el propio Oneto se esperaba. ?Me ha sorprendido que una historia de hace 25 a?os interese todavía y a una generación que en cierto modo nació con el 23F o que tenía muy poca edad para comprender lo que fue?, explica el periodista.
Después de escribir dos libros sobre el tema, Oneto pensó que toda la historia estaba escrita pero al volver a hablar con los protagonistas descubrió que no. ?Me encontré con que había muchos huecos en el Golpe. Y he intentado eso, armar el puzzle de una complicada historia?, comenta Oneto. En el libro se habla de tres golpes de estados distintos que confluyen: el del propio Tejero, el de Milans y el de Armada. Ninguno de los tres coincidía en sus fines y ?todos se mintieron entre ellos?.
Milans quiere una junta militar pero mantener al Rey; Tejero quiere terminar con la Monarquía y Armada desea aprovechar el golpe para erigirse presidente del Gobierno. Oneto incide en que este momento, en 1981, ?el país estaba en una profunda crisis política y económica y se había agotado el gobierno de Adolfo Suarez y de UCD?. Espa?a vivía un momento en el que ?cada 72 horas alguien moría de un tiro en la nuca en el País Vasco. Nada comparable con la situación actual. ETA estaba crecida?, subraya el autor. Para realizar este libro, Oneto habló con más de cien guardias civiles que entraron en el Congreso y, sobre todo, con muchos servicios de información. José Oneto destaca el papel que tuvieron los servicios secretos en el manejo del golpe. ?Al final se demuestra que Tejero era un simple peón de una operación mucho más complicada. Y cuando Tejero se da cuenta, y se da cuenta de que lo han traicionado, es decir, que lo utilizan un poco como punta de lanza de un golpe del que desconoce casi todo?, asegura.
Lo que más le sorprende de esta nueva investigación es que hay un momento ?en el que los Servicios Secretos traicionan a gente que participa en el golpe y dan la cara?. Luego, los dejan abandonados y ?ellos se dedican a poner bombas en tres edificios claros del Cesid desde los que se siguió el golpe? argumenta el periodista. Esas bombas, que en un principio se atribuyeron a ETA fueron en realidad, ?colocadas en venganza por agentes secretos para protestar por cómo se comporta la Jefatura de Servicios Secretos con ellos?. A buen seguro que el público que escuchó ayer la conferencia de Oneto descubrió detalles sorprendentes de uno de los episodios más peculiares de la historia de la Transición espa?ola.
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