Quizás por lo que nos inserta Heracles sea bueno recordar hoy lo que ocurrió hace 30 años, para que quienes no lo vivieron conozcan de ello y también para poder aproximarnos a datos que en su momento no se conocieron y otros que muy posiblemente no lleguemos a saber.
Tejero ordenó a los guardias civiles disparar si se cortaba la luz
El teniente coronel mandó preparar una pira con sillas y mesas para el caso de que faltase el suministro eléctrico El presidente de la Cámara le advirtió del peligro puesto que todo era de madera
LEVANTE-EMV VALENCIA
El Congreso de los Diputados hizo públicas ayer las actas oficiales del 23-F redactadas en su día por los cuatro parlamentarios que eran secretarios del Congreso el día del golpe de Estado, entre ellos el actual presidente de la Cámara, José Bono, junto a Víctor Manuel Carrascal, Leopoldo Torres y Soledad Becerril.
Los secretarios del Congreso relatan en 35 folios los acontecimientos durante las 18 horas que duró la ocupación de la Cámara Baja por parte de un grupo de guardias civiles encabezados por el teniente coronel Tejero.
Las actas son una reconstrucción de lo ocurrido para la que ha sido fundamental los sonidos facilitados al Congreso por la Cadena SER y RTVE, ya que los diputados no podían tomar notas porque estaba prohibido por los asaltantes.
Según las actas, eran las 18:23 minutos cuando se escucharon los primeros gritos, voces y disparos procedentes del exterior del hemiciclo. En aquel momento estaba votando el diputado Núñez Encabo en la sesión en la que debía de ser investido el nuevo presidente del Gobierno, Calvo Sotelo.
Las actas recogen la primera frase de Tejero al presidente del Congreso Landelino Lavilla. Cuando Tejero se acerca pistola en mano, Lavilla le pregunta "¿Qué ocurre?" y Tejero le contesta "Quítate de ahí", acompañando estas palabras con un expresivo gesto de la mano con que empuña la pistola.
En otro de los documentos, el hoy presidente del Congreso, José Bono, se dirige a Tejero para advertirle de que en caso de apagón eléctrico el Congreso "no dispone de generador". A ello el guardia civil responde gritando a los suyos: "¡Si hubiera un apagón de luz, al recibir un roce en el cuerpo hagan fuego!".
Acto seguido. Tejero ordena a los ujieres que traigan sillas del exterior y las colocan cerca de la mesa pequeña, en el lugar ordenado por el teniente coronel, quien ordena que en el supuesto de que se corte el suministro eléctrico, se prenda fuego al material acumulado. Ante lo que varios diputados gritaron que todo era de madera. Un oficial, a requerimiento del presidente de la Cámara le advierte de los riesgos y detiene la operación. Media hora después, un ujier situaba encima de la mesa de los taquígrafos unos cuantos velones.
"Disparen contra mí"
Las actas recogen también otro de los momentos de mayor tensión, ya en la mañana del 24 de febrero, cuando Manuel Fraga se levanta de su escaño y se dirige a Tejero preguntándole por qué les tienen retenidos "como a una pandilla de forajidos". En ese momento se escuchan gritos de los diputados de "¡viva la democracia!" y "¡viva España!", además de los chasquidos de las armas de los 40 guardias civiles desplegados en el hemiciclo. "Ya no aguanto más. Disparen contra mí", dijo el diputado Fraga abriéndose la chaqueta. Los diputados Cavero y Álvarez de Miranda le imitan y también gritan "dispárenme a mí".
"No paso por esto. Es una traición a España en estos momentos". A la salida del Congreso el diputado le dice a Tejero "le hago notar que me ha puesto la mano encima". Tejero le contesta: "Una no, las dos".
"Es nuestro asesinato de Kennedy, convertido casi en ficción"
El escritor Javier Cercas, autor del, para muchos, libro definitivo sobre el golpe de Tejero, "Anatomía de un instante", considera que el ensayo era la mejor manera de acercarse a ese momento histórico, pues cree que "el 23-F es nuestro asesinato de Kennedy, convertido con el tiempo casi en una ficción". Cercas confiesa que el propósito de su libro era "acabar con toda la cantidad de ficciones montadas sobre el golpe de 1981", y por eso el libro "carece de ficción".
Piensa Cercas que "al igual que con el asesinato de Kennedy, sobre el 23-F se habían acumulado leyendas, medias verdades, mentiras, y entonces escribir una ficción sobre otra ficción era redundante".
Con "Anatomía de un instante", Cercas pretende "acabar con 30 años de ficciones", unos años en los que se han ido edificando falsos enigmas del 23-F, falsas ficciones, entre ellas, quizá la principal, la teoría de que el Rey había organizado el golpe. "Es un disparate, porque si el Rey hubiera organizado el golpe, habría tenido éxito. El Rey lo paró, porque sólo él podía pararlo", señala Cercas, quien no evita apuntar que don Juan Carlos: "Cometió errores antes del golpe, al igual que la clase política, y eso creó un caldo de cultivo propicio al golpe". En su análisis, cree Cercas que "probablemente un golpe como el que tenía Tejero en la cabeza no habría prosperado, pero sí podría haber salido un golpe como el que tenía Armada, con una conversión del sistema hacia una semidemocracia, con un gobierno de gestión presidido por un militar, que habría acabado con las autonomías y probablemente con el PCE". josé oliva barcelona/efe