me pasó una jornada una cosa curiosilla:
llovía, iba en coche por el casco urbano de cierta ciudad del sur de madrid, avenida larga, un sólo carril, un coche rotulado rojo y azul detrás...
de repente, una marquesina con gente refugiada en su interior, una balsa de agua que ocupaba más de la mitad de la calzada por su parte derecha, probablemente del asfalto vencido por el peso de los autobuses...
una frenada por mi parte, nada brusco, pero decidido, no quería ni una gota más alta que otra, ya sé que es una conducta punible y había un coche de PL detrás, pero puedo asegurar que en ese momento sólo pensaba en no salpicar ni a la teen de muslos turgentes que miraba con picardía mi fantástico coche ni a su novio cani, que en un gesto rápido de cuello pareció darse cuenta de aquella frugal complicidad entre su piba y yo...
pasé la balsa de agua, sin pena ni gloria ni subidón de ego, a mí me gustan veintea?eras ó cuarentonas potentes, pero aquella vez bajé de 40 y pico a dieci-algo sólo por no mojar aquella minifalda, ella merecía disfrutar de su sesión light junto a su maromo y yo merecía una conciencia tranquila, una vez más...
de repente, la avenida se torna en 2 carriles por sentido, fogonazo, luces azules, festival de sirenas y una voz (imaginé por un momento que era la del cani) por la megafonía me conminaba a parar, "para ahí", paré.
se baja un PL, pantalón por dentro de las botas, inicio de hipertrofia muscular, empezaba a tener pechito, cresta engominada y un moreno bastante saludable para ser noviembre. "y ese frenazo quee" con cara de pocos amigos, sin dejarme responderle, me pide la documentación del vehículo y mi permiso de conducción, bueno, "los papeles del coche y el carné de conducir"
le entrego mi carpetita transparente (para que ni se moleste en sacar los papeles) con la documentación mínima, los datos del seguro (número de póliza, fecha de caducidad, matrícula, garantías) marcados con fluorescente en el recibo, facilidades todas encaminadas a hacer un poquito más fácil el trabajo de alguien como yo, que más de una vez ha tenido que doblar el lomo por un dichoso cartón de itv que se resbalaba entre los dedos.
hay que rese?ar que el agente que conducía es el que se bajó del coche y me requirió los papeles, acto seguido, sin mediar palabra, se mete en su coche patrulla, y desde el retrovisor le veo iniciar una discusión con su compa?ero, un poco más veterano, me sonaba bastante su cara del período básico de formación, pero bueno, mi deformación profesional hace que me quede quietecico en el coche.
cinco minutos, una película se proyectaba en mi retrovisor interior previa a la de la sesión de tarde que iba a compartir con la camarera de la cafetería que conocí aquella ma?ana, ya sabéis, noticia del estreno en el periódico mientras desayuno en la barra, conversación acerca de lo genial que debe estar... y al llegar a casa reserva a través de servitiket para dos.
bueno, que me lío, el compa?ero del agente que me requirió los papeles, no hacía más que se?alar hacia atrás y el otro, se?alarme a mí, me imagino la conversación, una de tantas entre las parejas policiales, pero bastante subida de tono, uno intentando convencer de la improcedencia de la frenada y otro tratando de justificar el mismo en el charco al lado de la marquesina, total, con gesto compungido sale del coche, me da la carpetita y me espeta un lacónico y triste "circule".
la película, genial, la cita, prometedora, las piernas de la teen fueron un presagio muy acertado, pero joder, me toca currar...
era jueves, nada del otro mundo, los avisos de inicio de turno, seguía lloviendo y por ahí iban los derroteros, botas mojadas, bajos de los pantalones también, cosas de las normas de uniformidad, en esto que un A3 negro con el soporte de la matrícula rotulado Munchen Gmbh o algo así se salta un semáforo, bueno, era peatonal, bien iluminado, no había viandantes... "ambar rojizo" soltamos mi compi y yo casi al mismo tiempo y seguimos con nuestro trasiego hacia un seguimiento de "malos aparcamientos" por parte de la unidad, además él paró en el siguiente semáforo a 50 metros del nuestro.
total, como un deja-vú invertido, nos encontramos, sin hacer mucho caso, el A3 negro de importación y nosotros detrás en una avenida de mi distrito con sólo un carril por sentido, bajo una décima de segundo la vista, en esa avenida siempre me pasa, parece que voy más deprisa de lo que realmente el tacómetro indica, en efecto, en el velocímetro, un 53 y en la boca de mi compi, un "HOSTIA!!", mira que en una décima de segundo da tiempo a muchas cosas, pero no a perderme el inicio, desarrollo y desenlace de la tremenda ola que formó aquel compacto en una marquesina atestada de gente, levantando las manos todos ellos después de intentar protegerse y cuando pasamos al lado de ellos, confirmado, mojados, calados, cabreados y haciéndonos gestos de "que paaaasa" "mira essse gili---"
nada, pirulos, megafonía y un "A3 negro pare inmediatamente el vehículo" 50 metros después, me la sudaba cortar el tráfico, me la sudaba que sólo hubiera un carril, paramos el coche ambos, y nos bajamos los dos compis, como me pilla más cerca, me aproximo al coche, me suena esa tez, vagamente, ese bronceado, esa cresta... se gira, le veo la cara...
"compa?ero, por favor, ve a tomar filiaciones a la marquesina"
"buenas noches, permítame la documentación del vehículo, su permiso de conducir y si es tan amable aparte el coche para permitir el tráfico"
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