No se detuvo a nadie en sus casa. Los denunciantes, según manifiestan, acudieron a un requerimiento policial. Llorar, no sólo es de cobardes. Con frecuencia el cobarde lo es hasta para admitir que llora. También lo es de confundidos, de doloridos, de deprimidos, de ofuscados, de enfadados y de valientes, que temen que la verdad no les baste. Tal vez, un mundo de blancos y negros, de verdades absolutas, de dogmas inamobibles, sea más seguro y comprensible para tí. Pero no es más justo. Ojala que el desprecio que hoy muestras por los compa?eros, siga dentro de esa esfera intima, sin matices y partidaria en la que te desenvuelves, porque si alguien actua igual cuando te rodeen los colores, lo vas a pasar mal. Muy, muy mal.
Salud y suerte.