Disturbios y saqueos en Oakland tras una leve condena a un ex policía por el homicidio de un ciudadano negro
10/7/2010
La policía de Oakland (California) detuvo a decenas de personas durante los disturbios y saqueos ocurridos el jueves por la noche, después de que un jurado condenase a un ex policía blanco por homicidio involuntario de un ciudadano negro. La Fiscalía había pedido que el ex agente Johannes Mehserle fuera condenado por homicidio en segundo grado por la muerte de Óscar Grant, cuando viajaba en un tren entre San Francisco y Oakland.
Las protestas comenzaron apenas se conoció el veredicto y, hacia la medianoche, el centro de Oakland era un campo de batalla entre cientos de manifestantes y policías. En el cruce de la avenida Telegraph y la calle 20, los revoltosos incendiaron grandes contenedores de basura, y pintaron protestas en las paredes. Una de ellas decía: «No pueden matarnos a todos».
En las primeras horas del 2009, la policía se movilizó por avisos de una reyerta en un tren repleto de pasajeros que viajaba entre San Francisco y Oakland. Los agentes detuvieron a varias personas, entre ellas Grant, en la estación Fruitvale, y el entonces agente Mehserle y otros miembros de la policía sujetaron al joven que, según el informe, se resistió al arresto. Cuando el muchacho, que no portaba arma alguna, estaba en el suelo, Mehserle le disparó en la espalda.
El suceso quedó registrado por cámaras digitales y teléfonos celulares y, en los días siguientes a la difusión de las imágenes hubo protestas en Oakland. La defensa, que nunca disputó el hecho de que Mehserle mató a Grant, argumentó que el policía no tuvo intención de disparar y que, por el nerviosismo del momento, trató de usar la pistola de descarga eléctrica.
Debido a la publicidad del caso, el juicio se había trasladado a Los Ángeles, donde el jurado condenó a Mehserle por homicidio involuntario, que tiene una sentencia de prisión más leve que el crimen de homicidio en segundo grado.
Ayer, después de 83 detenciones, la calma tensa volvía a reinar en Oakland, y el miedo a una guerra campal como la de Rodney King se había disipado. En aquel incidente de 1992, cuando un jurado absolvió a cuatro policías que fueron capturados en vídeo golpeando brutalmente a un afroamericano, los disturbios causaron 53 muertos.