Siempre mantuve que para una enfermedad con una tasa de supervivencia del 99.98 por ciento era una temeridad ponerse una medicamento aprobado en fase de urgencia al cual le quedaban como mínimo 8 años más. Un medicamento que según su propio prospecto debía estar sujeto a prescripción médica, y del cual se desconocía la interacción con otros medicamentos, con otras patologías, con las embarazadas, con los inmunodeprimidos, es decir, la ruleta rusa. Pero bueno, el miedo es libre y cada uno es libre para decidir. El problema es que a los que teníamos y tenemos miedo de pincharnos un experimento, no se nos ha respetado. Basta darse una vuelta por este foro para ver las barbaridades que se han dicho al respecto. Tan lícito es tener miedo a un bicho, como tener miedo al matabicho. Ahora podemos ver que cada semana prácticamente sale un efecto adverso de esta terapia, ya hay varias asociaciones pleiteando por los efectos, la gente sigue muriendo, se siguen infectando de lo que sea con una población vacunada del 92 por ciento. Que les decimos a los familiares de los 16000 fallecidos que llevamos desde enero por Covid con edades entre 65 y 92? Les dijeron que no enfermarían, o serían leve, o no entrarían en Uci o no morirían por ese orden. Ahora qué? El virus que era tan malo y puedes trabajar estando infectado y que cursa como un catarrillo. Y aún queda mucho por salir. Que nos expliquen las sobremuertes que llevamos desde Noviembre, o los aumentos de ictus, miocarditis, pericarditis, infartos, cánceres super agresivos en personas demasiado jóvenes para tenerlos. De aquellos barros, estos lodos. Afortunadamente cada vez son más los despiertos y la prensa generalista de vez en cuando saca la patita.