Pues bien, según González del Castillo, «la explicación podría estar en la mayor vulnerabilidad de todos nosotros, porque no hemos generado inmunidad a la influenza desde hace dos años por el hecho de llevar mascarillas, y eso facilita que ahora estemos ante una temporada atípica y más larga. Lo mismo ocurre con el VRS, que sigue circulando ahora que los niños también han dejado atrás las medidas de protección». Lo sorprendente es que, «de forma teórica la influenza es estacional y con las altas temperaturas se inactiva, pero visto lo visto estos días, esta premisa no se está cumpliendo y parece que en la balanza pesa más esa vulnerabilidad del sistema inmune», concluye González del Castillo.
Curioso lo que dicen los médicos ahora. Las mascarillas las posibles causantes. Aplaudan a las 20:00