Rajoy: “Esto lo pagará el Gobierno, es de puro sentido común”
8 AGO 2014 - 18:44 CEST
De puro sentido común....por que son curas, ya que si se es otra persona...y a las pruebas me remito.
Llega a Barajas el espeleólogo madrileño rescatado de una cueva en Perú
s.l. @ABC_Madrid / madrid
Día 06/10/2014 - 17.37h
Cecilio López-Tercero ha sido trasladado directamente desde el aeropuerto en una ambulancia a la Clínica Cemtro para continuar con el tratamiento de sus lesiones
Llega a Barajas el espeleólogo madrileño rescatado de una cueva en Perú
efe
El espeleólogo madrileño Cecilio López Tercero en el hospital de Perú donde fue atendido tras su rescate
El espeleólogo madrileño Cecilio López-Tercero, rescatado el martes pasado de una cueva en la selva peruana en la que permaneció herido doce días, ha llegado esta tarde al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas en un vuelo procedente de Lima.
Así lo han confirmado fuentes de la Federación Madrileña de Espeleología, que han añadido que López-Tercero ha sido trasladado directamente desde el aeropuerto en una ambulancia a la Clínica Cemtro para continuar con el tratamiento de sus lesiones.
López-Tercero había llegado a Lima el martes pasado tras ser rescatado de la cueva Intimachay, ubicada en Leymebamba, en una zona de difícil acceso de la región selvática de Amazonas, y sufre una fractura estable de columna vertebral lumbar 3, sin implicaciones neurológicas.
En una carta de agradecimiento difundida por la Federación Madrileña de Espeleología, López-Tercero destaca que, aunque las lesiones que sufrió en la cueva no han sido «demasiado graves», la intervención del grupo de socorro era necesaria para llegar a una zona de acceso muy complicado.
Llega a Barajas el espeleólogo madrileño rescatado de una cueva en Perú
ABC
El quipo de rescate en Barajas
Esto provocó que el rescate durara «casi 13 días», destaca el espeleólogo, que asegura no haber sido consciente de lo que estaba sucediendo en la superficie y se ha declarado «impresionado» por «todo lo que se había montado alrededor».
López-Tercero ha reiterado sus agradecimientos en un rescate con numerosos participantes y gastos «muy costosos» que el seguro de accidente cubre, ha recalcado, en «una ínfima parte». «Si no hubiera sido por todos lo que han aportado su tiempo, dinero o esfuerzo para rescatarme, yo aun estaría allí», destaca la carta de López-Tercero.
«Os estaré eternamente agradecido»
«Agradezco públicamente a todos los que han colaborado tanto en el rescate en sí, como con apoyo logístico, con materiales, aportaciones económicas, etc. Os estaré eternamente agradecido», finaliza la misiva.
López-Tercero llegó a Lima el martes pasado tras ser rescatado de la cueva Intimachay (Cueva del Sol, en lengua quechua), ubicada en Leymebamba, en una zona de difícil acceso de la región selvática de Amazonas.
En la complicada operación de rescate, que fue coordinada por el coronel Edgar Ortega, del Instituto de Defensa Civil (Indeci) de Perú, participaron alrededor de sesenta espeleólogos españoles y otros expertos de Italia, Francia y México, junto a unos cuarenta militares y bomberos peruanos.
Desde los 400 metros de profundidad en los que López sufrió el accidente, el espeleólogo fue trasladado el viernes pasado a un punto seguro establecido a 300 metros y progresivamente desplazado en una camilla hasta la boca de la cueva.
En una rueda de prensa que ayer ofreció en la clínica donde fue ingresado, el espeleólogo confesó que lo pasó muy mal tras su accidente y destacó que su rescate fue difícil por lo «innacesible» y porque es un lugar del que no se conoce nada, situado a 3.000 metros de altitud.
En la comparecencia, explicó que se dedica a la espeleología desde 1992 y que este ha sido su primer accidente, que «por desgracia» ha ocurrido «en uno de los peores sitios donde lo podía haber tenido», según dijo.
López-Tercero señaló que la dificultad de su rescate se ha debido a que es una zona «muy inaccesible, se tarda muchísimo en llegar», es una «cueva en exploración de la que no se conoce nada», y en un país «donde no hay un grupo de rescate», por lo que los equipos especializados han tenido que llegar «del exterior». «Si este accidente lo hubiera tenido en una cueva en España hubiera sido mucho mas fácil porque el tiempo de acceso hubiera sido mucho menor y no hubiera estado 12 días», afirmó.
La doble vara de medir, la doble moral, los golpes de pecho y la misa de 12.Rueda de prensa tras ser dado de alta
'Si llega a ser por mi país todavía estoy en el fondo de la cueva' El espeleólogo Cecilio López-Tercero cuenta cómo vivió los doce días que estuvo atrapado en una cueva de Perú y las impresiones que ha tenido al volver de las profundidades
López-Tercero, de amarillo, rodeado de compañeros en la Federación Madrileña de Espeleología. EFE
CRISTINA LUIS Madrid
Actualizado: 09/10/2014 00:08 horas
A Cecilio López-Tercero le han bastado dos horas para dar su mejor cara y relatar, de forma sorprendentemente animada, sus doce días de cautiverio en el interior de la cavidad peruana de 'Intimachay'.
"Me han dado el alta hace un par de horas, ni he pasado por casa" ha comentado el espeleólogo con la mejor de sus sonrisas a su llegada este miércoles a la sede de la Federación Madrileña de Espeleología (FME). Y es que a pesar de ir en silla de ruedas y llevar puesto un fajín, nada desanima a este deportista: "No me gusta decir esto porque piensan que soy un loco, pero yo el segundo día ya estaba loco por seguir explorando. Claro que volveré (a la cueva). Si puedo y si me dejan".
Acompañado por alguno de sus rescatadores y amigos, López-Tercero ha dado una rueda de prensa para contar en primera persona como vivió su aventura. "El accidente ocurrió el último día de expedición. La llevábamos dos semanas allí. Nuestro objetivo era bajar hasta los -400 metros. Ese día íbamos dos españoles y dos mexicanos. A -300 metros, a uno de los mexicanos se le estropeó la luz principal y Jorge (el otro español) subió a superficie con él. Nos quedamos Gustavo Vela y yo para seguir bajando. Íbamos a mirar lo último y subir. Era yo quien bajaba y decidimos montar una cuerda en una roca que parecía estable, pero resultó no serlo (...) Tuve la suerte de que la roca no se me cayó encima porque no lo hubiese contado".
Asimismo, el madrileño todavía da gracias de la fortuna que tuvo con su acompañante "sabía que si tardaba mucho tiempo no lo iba a contar, pero tuve suerte porque es uno de los mejores espeleólogos del mundo. Subió 400 metros, avisó, cogió provisiones y bajó en 4 horas y media, que es muy poco". Tiempo suficiente para que Ceci, a pesar de los fuertes dolores que sufría, pudiera investigar si la cueva llegaba más abajo. "La cueva continúa. Tenía un pozo al lado y de vez en cuando le echaba un ojo".
López-Tercero también ha revelado que en un primer momento se temió lo peor: "Cuando me caí estuve 10 o 15 minutos sin sentir las piernas. Pensaba en lo peor, en una lesión medular. Además de no poder volver a andar suponía que se complicaba el rescate".
Por suerte, el espeleólogo solo padece una fractura de la vértebra lumbar tercera de la que finalmente no tendrá que operarse. "Vamos a ver cómo se desarrolla. Son 4 meses de reposo y 9 meses hasta poder tener una vida activa así que intentaré hacer caso al médico y a mi familia".
Respecto al reencuentro con su familia, esa que ha pasado horas y horas a la espera de cualquier pequeña noticia, ha confesado que "fue muy emotivo después de la incertidumbre de no saber si me volverían a ver".
Unas palabras que no han convencido mucho a Javier Lepera, miembro de la FME que ha participado in-situ en el propio rescate. "Le daba información adulterada a su madre, como le hacíamos nosotros a él. Nada más rescatarle hablaron por teléfono y dijo 'no mamá si no me ha pasado nada, estoy bien'".
Falta de ayuda
Lepera formó parte del primer grupo que viajó desde Madrid hacia Perú para participar en el salvamento. Ante el bajo estado de ánimo en el que encontraron a Cecilio López-Tercero tras cinco días atrapado, este espeleólogo confiesa que utilizaron diferentes técnicas para subirle la moral. "Tomamos medidas como racionarle la información, que un día escribiera él,... para mantenerle lo más animado posible". "Le dábamos la información 'medicalizada'".
López-Tercero afirma que "hasta que no subí no fui consciente de todo". "Yo desde un primer momento sabía que iban a tardar en sacarme por el difícil acceso a la cavidad, porque no estaba explorada, por mi estado físico, porque los rescatistas estaban lejos,...". "Sabía que el Gobierno peruano no tenía medios y pensé que iban a ayudar más desde España, pero al final fue al revés".
La falta de ayuda por parte del gobierno español ha sido uno de los temas que tanto Cecilio López-Tercero como los miembros de la FME han querido recalcar durante la rueda de prensa.
"Si llega a ser por mi país todavía estoy en el fondo de la cueva" ha afirmado el espeleólogo. "Todo diálogo con la administración fue inútil y a mí me parece preocupante que un ciudadano español pueda quedar desamparado" ha declarado Agustín Rodríguez, responsable de la coordinación realizada desde Madrid.Ante las posibles críticas, Rodríguez, ha señalado que "la espeleología no es solo una forma de entretenimiento, o un deporte de riesgo como pueden pensar algunos, es una ciencia. Ayuda a comprender el entorno".
Pese a los problemas que han surgido durante la veintena de días que ha durado el salvamento -"no finaliza hasta que no vuelve sano y salvo el último hombre" apunta continuamente Agustín Rodríguez- las cosas han salido bien gracias a la colaboración de muchas personas y Ceci ya puede pensar en su vuelta a las profundidades de la tierra y a esa cueva "que llega más abajo".