José María Martín Moreno: "Habrá más casos de contagio si Europa no corrige su clamorosa pasividad con África"El asesor de la OMS apuesta por «ayudar en especie», enviando profesionales y recursos materiales para contener «la horrible epidemia»
ane urdangarin
11 octubre 2014
Lleva tiempo advirtiéndolo. La última vez, el 26 de septiembre, cuando la revista ‘The Lancet’ publicó una carta abierta de cincuenta expertos en medicina preventiva y salud pública, liderados por José María Martín Moreno, en el que hacían un llamamiento a los gobiernos europeos para movilizar todos los recursos posibles para ayudar a África occidental en el control de la «horrible epidemia» del ébola. El artículo tuvo una considerable repercusión y llegó a varios parlamentos, como el danés, el sueco o incluso el alemán. Tras el primer caso de contagio, el catedrático de la Universidad de Valencia y asesor de la OMS vuelve a denunciar la pasividad e insensibilidad de Europa y apuesta por enviar a los países africanos afectados recursos materiales y humanos para contener el avance del virus.
– ¿Le ha sorprendido el contagio por ébola?
– Sí porque normalmente, si se siguen los protocolos de forma estricta, es altamente improbable que una persona se pueda contagiar como ha ocurrido.
– ¿Cuál es la probabilidad de contagio?
– El ébola se transmite por un contacto directo a través de fluidos, como sangre, secreciones, saliva u otros líquidos corporales de personas infectadas. No es extremadamente contagioso. Por ejemplo, no se transmite ni por alimentos, ni por tocar una barandilla porque el virus no vive lo suficiente como para que eso nos pueda afectar. Tiene que haber una relación muy directa con la persona que ya presenta síntomas, porque la evidencia científica nos dice que los pacientes no son contagiosos durante el periodo de incubación. Por eso, generalmente, las personas más afectadas suelen ser los profesionales sanitarios. Aunque el riesgo cero nunca existe, no se espera que se produzca un contagio en un medio dotado de protocolos contrastados, entendiendo que se aplican las medidas previstas y se cuenta con esos equipos de protección individuales.
– Al parecer la auxiliar se contagió al tocarse la cara con los guantes.
– El caso apuntaba a un accidente laboral por un fallo humano, evidentemente involuntario, en el mecanismo de aislamiento, sobre todo al quitarse el equipo de protección. He estado en países africanos y los he tenido que usar. Son incómodos y complejos, porque como mínimo hacen falta 20 minutos para ponérselo y algo más para quitárselo. Hay que hacer todos los pasos en un orden muy sistemático.
– ¿Más que el protocolo, en este caso ha fallado su aplicación?
– Nada más lejos de mi intención culpabilizar la víctima, pero creo que ha fallado la aplicación del protocolo, para el que hace falta cierto adiestramiento, saber colocarse y quitarse correctamente el equipo de protección individual, que además de cumplir ciertas características tiene que ser de una talla correcta.
– ¿El sistema sanitario español está preparado para afrontar esta crisis?
– Si no lo estamos nosotros, no sé quién lo está en el mundo. Llevo tiempo repitiendo que no estamos haciendo lo suficiente para actuar en los países de origen. Es una cuestión de solidaridad básica. Si aquí ha bajado la bolsa por un caso, que además está evolucionando bien y ojalá se cure, imagine donde hay miles de fallecidos. Se están hundiendo todas las economías, y allí no tienen ni jabón, ni lejía. En vez de mandar dinero podemos ayudar en especie, con personas, profesionales que quieran ir voluntariamente, como en una especie de comisión de servicio con un plus de peligrosidad. Además, se pueden montar allí laboratorios de campaña donde se puedan hacer diagnósticos para distinguir casos de ébola de otras enfermedades con síntomas similares... Sería clave ayudar en lo básico, en proveer a esos países de profesionales, recursos básicos, como agua y jabón y establecer unos servicios mínimos. Si contenemos la epidemia en esos países tan necesitados, además de contribuir con una causa noble que nos ayude a dormir mejor por la noche, atajaríamos el problema y no nos llegaría. Suelo utilizar la metáfora del fuego. Estamos preocupados porque ha habido un pequeño incendio en Madrid que, a poco que se contenga lo apagaremos, pero perfectamente puede surgir otra vía de fuego. Mientras tanto, hay más de 8.000 casos contabilizados en Liberia, Sierra Leona y Nigeria, y ahora ha pasado a Angola y a la República Democrática del Congo. Y allí no tienen forma de pararlo porque no cuentan con nuestro Instituto Carlos III o el hospital de Basurto. Hasta que uno sale fuera no es consciente de lo que tenemos aquí. Si nosotros ayudáramos un poquito, con una inversión mínima podríamos hacer tanto para los demás como para nosotros.
– Entonces, ¿en vez de adoptar medidas excepcionales es mejor echar una mano a los países africanos afectados por el virus?
– Absolutamente. Europa lo que tiene que hacer es no ponerse histérica y sí hacer autocrítica por no haber hecho nada. Obama ha mandado ya muchos recursos y está preguntando qué están haciendo la Unión Europea, Rusia o Japón. China también ha destacado a personas. La UEha estado enormemente pasiva, es lo más triste. Siento utilizar una frase tan fuerte, pero es vergonzosa la insensibilidad ante el dolor de poblaciones africanas, con miles de fallecidos. Esa insensibilidad aparente de Europa se ha acompañado de una pasividad que es clamorosa y que abría que corregir, por solidaridad básica y por egoísmo, si es que queremos que el problema no vaya a más y no nos afecte de una forma mucho más grave de lo que ha hecho hasta ahora.
– Tenemos un caso, ¿llegaremos a hablar de un brote?
– Sinceramente, creo que dependerá de cómo actuemos en África. Si no actuamos bien, por supuesto que habrá más casos. No lo puedo descartar. Pero si actuamos correctamente no tiene por qué haberlos, y los pocos que haya los vamos a poder contener. Aquí tenemos llamas que vamos a poder sofocar con cubos, pero el gran bosque se está quemando en África. Lo desgraciado es que nos hemos puesto realmente nerviosos, por no decir histéricos, y ante el fallecimiento de muchísimos seres humanos, de otra raza pero que son tan personas como nosotros, hemos permanecido impasibles.
– ¿El virus del ébola puede mutar en un virus más agresivo?
– La posibilidad de mutación viral siempre existe. De hecho, hay cinco especies o cepas diferentes del virus, pero no existen antecedentes recientes de la mutación de esta cepa. Se mantiene bastante estable. La hipótesis de que muten para contagiarse con mayor facilidad, más allá de contacto directo con los fluidos de los pacientes, es baja. Confío en que en vez de hacer especulaciones para provocar el miedo, que puede interesar a alguien para generar sueros milagrosos y lucrativos, nos centremos en contener ese gran fuego en el bosque africano que nos puede llegar, ayudarles de manera unida y solidaria y, a su vez, poco a poco, ir generando vacunas, tratamientos que sean asequibles. Así, para cuando ocurra en otra ocasión, porque al ser un virus que tiene reservorio animal ocurrirá, estaremos mejor preparados. Estoy convencido de que si la sociedad europea e internacional trabaja de forma unida y solidaria, solucionaremos el problema.