Bofetón del CIS a Génova: 100.000 votantes del PP apoyaron a Podemos el 25-MUn 8,6% de los electores de Podemos votaron al PP en las generales de 2011. Aunque el mayor perdedor es el PSOE: unos 400.000 votantes del partido socialista respaldaron a la formación de Pablo Iglesias.
El fenómeno Podemos es transversal y resta votos por todas partes. De acuerdo con la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas elaborada después de las Europeas, unos 100.000 votantes del PP dieron su apoyo a Podemos en los comicios del 25-M. O dicho de otro modo, un 8,6 por ciento de los 1,2 millones de votantes del partido de Pablo Iglesias dieron su respaldo al PP en las últimas elecciones generales.
Si bien el partido más perjudicado en realidad fue el socialista: unos 400.000 votantes del PSOE se trasvasaron a la formación que lidera Pablo Iglesias. Es decir, un 32,4 por ciento de los votos de Podemos procedían de los socialistas.
Y el otro gran damnificado resultó Izquierda Unida, que vio como se le marchaban a Podemos cerca de 250.000 electores, el equivalente a un 19,8 por ciento de las papeletas que prestaron su apoyo al nuevo grupo político.
Estos datos pueden comprobarse en las siguientes tablas del CIS, en las que primero se pregunta a los encuestados si votaron en las generales de 2011. Y luego se les interroga sobre cuál fue el partido que apoyaron. En el caso de Podemos, un 81,2 por ciento de sus electores acudió a las urnas en 2011, por lo que tan sólo hay que tomar la distribución del voto que arroja el CIS en la segunda tabla y corregirla de los que no votaron.
Las cifras muestran en una nueva perspectiva la irrupción de Podemos. No sólo abarca todas las clases sociales, desde las más altas a las más bajas. Por extraño que parezca, impulsado por el desgaste del bipartidismo y la necesidad de una regeneración, Podemos también es capaz de sustraer apoyos del Partido Popular. Es más, Génova ya manejaba internamente unas encuestas con resultados similares que revelaban que el PP perdió en las Europeas entre 70.000 y 80.000 votos en dirección a Podemos.
Y semejante información seguramente recrudezca el debate sobre cómo deben afrontar los populares la aparición de Podemos. Mientras que Esperanza Aguirre propugna abiertamente que hay que desmontar los argumentos del partido de Pablo Iglesias, Mariano Rajoy y su entorno prefieren ignorarlo y tildarlo sin empacho de agrupación de "frikis". El diagnóstico imperante en La Moncloa se resume en que el fenómeno sólo socava al PSOE y que incluso se puede aprovechar para activar el voto del miedo ante la amenaza de una coalición de izquierdas de corte populista que pudiese dar al traste con la recuperación de la economía.
Rajoy y su entorno opinan que Podemos socava principalmente al PSOE y que incluso puede aprovecharse para activar el voto del miedo
De hecho, el propio CIS confirma que los votantes de Podemos se declaran más cerca de las políticas del PSOE que de las de IU. Y algunas fuentes cercanas al Gobierno hasta consideran el trasvase de votos del PP a Podemos como algo natural: “Rajoy acaparó un voto de castigo a Zapatero que ya no se puede repetir. Es normal que después de todos los sacrificios acometidos ahora una porción de ese voto se encauce hacia otras opciones”, explican.
Pero otros en el PP no comparten tales análisis. “Desde luego afinidad ideológica no es. Se trata de puro cabreo y ganas de fastidiar ‘a estos cabrones’. Y eso hay que hacérselo mirar en Moncloa. Nos lastra la ausencia de una respuesta contundente ante la corrupción y la falta de una reforma en profundidad de la política y la Administración. Corremos el riesgo de que esta inacción aliene a nuestras bases y acabe reforzando esta tendencia hasta el punto de que muchos de nuestros votantes no regresen”, afirma una fuente del partido. Bajo esta óptica, la fragmentación no sólo afectaría a la izquierda, sino que también terminaría alcanzando al PP y a los 1,8 millones de votantes populares que en las Europeas se quedaron en casa.
"Corremos el riesgo de que la inacción aliene a nuestros votantes hasta el punto de que muchos no regresen", defienden algunas fuentes del PP
Y para subrayar estas tesis hay quien apunta al modo en que comenzó Podemos como producto mediático, precisamente en las tertulias con una alta carga antisistema del grupo Intereconomía. “En Intereconomía no han conseguido hacer una tele, pero sí que han logrado construir un partido”, sostienen algunos en alusión al largo año en el que Pablo Iglesias transitó por la cadena como tertuliano, capturando una pequeña parte del descontento existente en el PP. Sorprendentemente, desde ahí arrancó la figura de Iglesias, protagonizando luego el salto hacia Cuatro y La Sexta, canal este último que más ven los votantes de Podemos según los sondeos del CIS.
En estas circunstancias, de acuerdo con los números del CIS, Podemos obtiene la consideración de tercera fuerza política en dos supuestos: en el momento en el que se incluye la intención de voto de aquellos que no votaron el 25-M y cuando se pregunta a los encuestados a qué partido se sienten más cercanos.