La pelea mortal de Madrid Río se convocó hace semanas por móvil
Hace 12 minutos
larazon.es/Sagrario Ortega, Madrid.
Todo empezaba entre las ocho y media y las nueve de la mañana. Tras la llegada a Madrid de los autobuses que traían a los hinchas del Deportivo de La Coruña que venían a ver el partido que enfrentaba a su equipo contra el Atlético de Madrid, un grupo de hinchas radicales del equipo gallego se habría dirigido a las inmediaciones del estadio Vicente Calderón, para enfrentarse a los integrantes del Frente Atlético, la hinchada ultra rojiblanca.
En la batalla campal que se inicia entonces, en la que también habrían participado hinchas radicales del Rayo Vallecano, del Alcorcón e, incluso, del Sporting de Gijón, Francisco Javier Romero Taboada, de 43 años de edad, casado y padre de un niño de corta edad, resultaba muerto. En los enfrentamientos habría sufrido un traumatismo craneoencefálico y, posteriormente, habría caída a las frías aguas del río Manzanares, lo que le provocó una hipotermia.
Una vez que los servicios de buceo policiales le sacaron del río, le fueron realizadas maniobras de reanimación por las emergencias sanitarias y, a continuación, fue trasladado al hospital Clínico de Madrid, donde fallecía horas después.
La multitudinaria reyerta dejaba otros 12 heridos, una de las cuales es una agente de policía herida de levedad y otro un 'ultra' que también estaba en el río Manzanares. Las atenciones de los efectivos del Samur, en la mayoría de estos casos, han sido por brechas en la cabeza producidos por golpes, por lo que unos han sido trasladados a centros hospitalarios para realizarles una sutura y otros han sido dados de alta en el lugar.
Pero, ¿cómo empezó todo?, ¿cómo se encontraron las hinchadas de ambos equipos? Lo que parece claro es que el encuentro entre los grupos radicales fue todo menos casual.
Así, según se desprende de los primeros datos, hace varias semanas que los cabecillas del Frente Atlético y los del Riazor Blues se habían retado para pelearse horas antes del partido que iba a enfrentar en la mañana del domingo 30 de noviembre a sus dos equipos: el Atlético de Madrid y el Deportivo de La Coruña.
Nada extraño y sí habitual entre los grupos más radicales que enturbian la afición futbolística. Pero hoy la cita se ha teñido de sangre. ¿Por qué?
Muchas pueden ser las respuestas a esta pregunta, pero lo cierto es que hoy en la memoria de los asiduos al estadio Vicente Calderón, ubicado en la ribera del Manzanares, se ha hecho un hueco un nombre: Aitor Zabaleta, el aficionado de la Real Sociedad que en los aledaños de esta instalación deportiva murió a manos de Ricardo Guerra en 1998.
Según han comentado fuentes policiales consultadas por Efe, los cabecillas de estos dos grupos radicales -de ultraderecha los del equipo de casa y antifascistas los del visitante- ya se habían citado para pelearse.
"¿A qué no tenéis cojones de quedar para pegarnos?". Con esta pregunta, uno de los cabecillas de uno de los grupos ultras se dirige, en un 90 por ciento de los casos por WhatsApp, a otro de los "líderes" de su grupo rival. La respuesta suele ser inmediata y positiva. Después, concretan el número de miembros que acudirá a la cita por cada grupo y el lugar.
En sus agendas telefónicas no faltan los números de sus rivales. Pocas veces usan las redes sociales para retarse. Se conocen. Se tienen fichados y se convocan. Siempre es la misma práctica entre los grupos radicales de las aficiones, en general pacíficas, de los equipos de fútbol.
Hay que remontarse a hace dos años cuando otra pelea de este tipo tuvo lugar en las proximidades del estadio Santiago Bernabeu, entre los Bukaneros, ultras del Rayo Vallecano, y los Ultra Sur del Real Madrid. Desde entonces las sucesivas citas entre seguidores radicales se habían logrado abortar.
Tras el intercambio de mensajes, los cabecillas de Riazor Blues lo tienen claro. Se les unirán grupos de su ideología, en concreto del sector más radical de los Bukaneros, con quienes están "hermanados", y los Alkor Hooligans del Alcorcón, también cercanos a su "filosofía".
En esta ocasión, dicen las fuentes que ha consultado Efe, los servicios de Información de la Policía no tuvieron constancia de esta cita y, por las razones que sea, no han podido evitar una reyerta que se ha prolongado al parecer durante 45 minutos antes de que llegaran los agentes y que se ha trasladado a diferentes calles aledañas al Vicente Calderón.
Nada más y nada menos que 200 radicales se han enfrentado desde primera hora de la mañana armados con todo tipo de artilugios (bates de béisbol, armas blancas, barras de hierro, ...), así como con cuchillos o botellas.
Los del Frente Atlético, según las fuentes, llevaban desde las 8.30 horas preparados para recibir a sus "enemigos".
Madrid Río, una importante obra que concitó en su día tantas críticas como alabanzas y hoy escenario de actividades deportivas y lúdicas de los madrileños, ha sido el escenario de una multitudinaria reyerta que ha acabado con la vida de un hombre.
Al parecer, tras agredirle y patearle hasta la saciedad, sus "enemigos" le han arrojado al río, pero algunas fuentes han señalado a Efe que la víctima pudo tirarse él mismo arrastrándose hasta la orilla ya prácticamente moribundo después de que cuarenta personas le pisotearan la cabeza, según han comentado algunos testigos.
Como ha podido observarse en las imágenes que se han visto por televisión, los cabecillas de estos grupos, viejos conocidos de la Policía, se han dirigido a los hospitales para interesarse por los heridos.
¿Qué ha fallado? ¿Pudo evitarse? Son preguntas que por el momento no tienen respuesta.
Según fuentes policiales, el Frente Atlético tendría un móvil oficial desde el que se distribuyen entre los miembros radicales del grupo las comunicaciones relativas a la adquisiciones de entradas o convocatorias para viajes a otras ciudades.
La Delegación de Gobierno de Madrid ha apuntado además que "según informaciones facilitadas por la Jefatura Superior de Policía de Galicia, no estaba prevista la llegada a Madrid de miembros de la hinchada del Deportivo 'Riazor Blues'".