Policías locales de Laguna de Duero se manifiestan contra su jefe
Aseguran que se sienten «perseguidos y acosados» laboralmente
18.04.12 - 22:29 - JESÚS NIETO | LAGUNA DE DUERO
Sentimos una sensación de agobio, de persecución, de fiscalización del trabajo diario que nos está llevando a una situación interna muy difícil que no sabemos en qué va a desembocar. El alcalde debería tomar cartas en el asunto, sentarnos en una mesa y negociar todos los problemas pendientes», afirma el representante sindical de los policías locales de Laguna de Duero, Julio Rodríguez. Los agentes se quejan de que el trato diario con su jefe: «Es prepotente, es duro, es áspero. No siente ninguna empatía con sus inferiores», añade Julio Rodríguez.
Arropados por familiares y otros compañeros municipales se manifestaron ayer en la Plaza Mayor contra su inspector jefe, José María Domingo, por lo que consideran un trato vejatorio contra ellos. «Pone unilateralmente las vacaciones, planillas y permisos sin negociar con los representantes sindicales, ha creado un destino nuevo sin negociarlo con nadie», señala el representante sindical. «Pero lo que nos ha llevado a tomar estas medidas –añade– es que ha abierto expediente a dos compañeros sin darles la oportunidad de presentar un recurso de reposición».
Rodríguez recuerda también que el pasado viernes el Juzgado número 3 de lo contencioso-administrativo absolvió a un oficial por tres faltas graves que le impuso el jefe de la Policía Local y que fue sancionado con dos meses de empleo y sueldo.
El último expediente, y el que ha motivado la concentración, se abrió contra dos policías que en plena ola de frío se desplazaron en un coche policial sin permiso cuando iba a realizar un servicio a un instituto «después de patrullar durante cuatro horas a pie». Según Julio Rodríguez, a los agentes se les sancionó con un día de empleo y sueldo.
Otra de las reivindicaciones de los oficiales es que se respeten las categorías. En el cuerpo hay cuatro oficiales y 20 agentes, «pero sus funciones no se diferencian en absoluto». Por este motivo, piden también al alcalde que interceda para que a los oficiales se les devuelvan sus funciones. «Los oficiales podemos aplicar la justicia, la equidad y que no haya servicios discriminatorios como pasa ahora, que a los mismos se les manda los peores trabajos», afirma el representante sindical, quien asegura que ha habido bajas por la presión a la que les somete el jefe. «Un compañero cogió una baja porque el jefe le abroncó públicamente por llegar un minuto tarde», asegura.
Apoyo mayoritario
Asimismo, Julio Rodríguez afirma que el 95% de la plantilla secunda las reivindicaciones y que el 5% restante igual no «porque están en una situación más cómoda». Laguna de Duero tiene una plantilla de 25 policías locales.
Otras quejas que tienen los policías de su superior son que les ordena realizar controles de vehículos con dos y tres personas «poniendo en peligro nuestras vidas». «Estábamos convencidos de que con el cambio de alcalde, que había asumido personalmente la Jefatura de Policía Local, y teniendo toda la información de nuestra situación, llevaría a cabo las acciones oportunas para acabar con esto. Pero nos hemos equivocado».
Por su parte, el concejal de Recursos Humanos, José Gregorio Mongil asegura que la posición del Ayuntamiento es la de conciliar a los agentes con su jefe ya que muchas veces estos problemas se deben a malos entendidos o discrepancias. «Hemos mantenido muchas reuniones para poder llegar a un entendimiento y que las cuestiones que llevan a estos problemas se suavicen y se relajen».
«Sólo busco la eficacia»
Por su parte, José María Domingo dice que comprende las quejas de sus agentes aunque no les pide nada que no sea realizar las funciones que tienen encomendadas:
«Entiendo que mi llegada les haya molestado porque antes vivían mucho mejor, pero yo tengo que hacer mi trabajo y buscar la eficacia de la Policía Local. La Policía no está solo para patrullar con el coche por las calles, la Policía tiene que ser más activa e integrarse más con los vecinos y comerciantes. Y si no, que se pregunte al pueblo qué tipo de trabajo hacían los policías antes».
Domingo lleva cuatro años y asegura que los problemas surgieron desde el primer día que llegó:
«Les quité la sala de descanso con la televisión y Canal Plus, porque la Policía tiene que estar en la calle; cambié los turnos porque durante los fines de semana solamente había dos personas para cubrir lo servicios y cuando había algún acontecimiento –que son muchos sábados y domingos– había que pedir refuerzos pagándolos a 300 euros netos cada uno. Ahora, aunque haya acontecimientos, suele haber policías suficientes para cubrir el servicio. Los permisos no los deniego porque sí, solo cuando no queda más remedio; cuando por necesidades del servicio no se pueden conceder. No permito vacaciones durante las fiestas patronales porque es cuando más falta hace la Policía… Yo no puedo denegarles quince días de vacaciones, pero aquí muchos piden días sueltos de vacaciones y por necesidades de servicio muchas veces no las puedo conceder».También les quitó la tarjeta de fichajes porque «hacían un uso fraudulento de ella, fichando uno a varios cuando no estaban…» Dice José María Domingo que cada día fichaban 25 minutos de más para sumar horas y cobrarlas en el mes de marzo del año siguiente «lo que llamaban la paga de beneficios» y que solía rondar los 2.000 euros. «Tampoco aceptaban las transmisiones que llevan GPS porque dicen que es una forma de control y querían que fuese un representante sindical el que lo controlase». Afirma que ha cortado que policías uniformados llevasen a sus hijos al colegio en el coche policial y los traslados de casa al trabajo y del trabajo a casa después del servicio.En cuanto a la anulación de las funciones a los oficiales, el jefe de la Policía Local afirma que nunca han ejercido esas funciones, «ya que se cambiaban de turno con los agentes; por tanto, yo asumo la responsabilidad de los oficiales». Aun así, ni los oficiales, ni los mayores de 50 años han hecho nunca una patrulla unipersonal. Sobre la anulación de los cursos de reciclaje afirma que «son una gracia de la Policía Municipal de Valladolid y si ellos, por el motivo que sea suspenden el curso, yo suspendo el permiso».