Manuel Calvache Sánchez, militar que alcanzó el escalafón de coronel de Infantería, se convirtió en una referencia en el mundo de las policías locales durante sus catorce a?os de gestión al frente de la plantilla de Elche. Jubilado desde finales de marzo del 2007, su carácter inquieto le ha hecho ocupar en la actualidad la presidencia de la Asociación de Jefes de Policía Local de la Provincia de Alicante (65 miembros), cuyo objetivo es elevar el prestigio de los cuerpos de seguridad más cercanos al ciudadano. A su juicio, ha llegado el momento de dar un salto en cuanto a competencias y responsabilidades. ?No nos conformamos con ser una fuerza comparsa?, recalca.
- ?Qué papel debe desempe?ar la Policía Local en la sociedad actual?
- Estamos en unos momentos en los que no hay una definición, a nivel político, del papel que va a jugar cada fuerza de seguridad, ya sea del Estado, autonómica o local. La Ley 2/86, que regula la seguridad ciudadana en Espa?a, todo el mundo dice que se ha quedado obsoleta. Hay que adaptarla a una situación que es diferente a la que había en los 80, cuando ya se otorgó a la Policía Local el papel de colaboradora en asuntos de seguridad ciudadana. Pero, poco a poco, el trabajo de los policías locales ha ido a más, porque lo que no cubre el Estado o las autonomías lo hacen los ayuntamientos, aunque no sea competencia directa. Hoy en día la Policía Local ha irrumpido como una nueva fuerza, con una nueva mentalidad de atreverse a todo y no conformarse con ser mera comparsa.
- ?En qué debería traducirse esto en la práctica?
- La Policía Local tiene la ventaja de la cercanía al ciudadano. Va conociendo los problemas reales de la ciudad y acelera la transmisión al político, al Ayuntamiento. Las soluciones pueden ser también más rápidas. Aparte de eso, hay asuntos, como los relacionados con la violencia doméstica, en los que la Policía Local puede ejercer una función muy importante, sin olvidar la colaboración en cualquier tema de seguridad ciudadana.
- En este capítulo el tama?o de las plantillas es la clave de todo.
- Legislar para la Policía Local es muy difícil porque jamás puede ser igual este cuerpo en Alicante, Elche o Benidorm que en municipios con una decena de agentes. Hay que saber diferenciar. Para la Jefatura de Elche, yo tenía gente preparada en todo. Hay que tener especialistas que realicen un seguimiento. La gente del primer escalafón, que es la que se encuentra con los problemas, acude al especialista. El seguimiento es la clave y lo hacen los especialistas, en contacto con órganos municipales y en algunos temas, como maltrato y menores, con las autonomías. Si no, la burocracia hace que todo se diluya.
- Entonces, ?cómo ve el futuro de los cuerpos de Policía Local?
- En municipios grandes los recursos humanos son de suficiente calidad y hay ganas de trabajar como para hacerse responsables con todas sus consecuencias en determinados temas. Pese a todo, no hay que olvidar una cosa: una policía por sí sola nunca va a poder dar respuesta a la totalidad de los problemas. Por eso es necesaria la coordinación entre los distintos cuerpos. Y ahí pienso que falta camino por andar.
- ?Usted comparte la idea de que un agente se jubile a los 55 a?os, como se está reivindicando?
- Es un tema espinoso. Indudablemente, en determinados cuerpos en las escalas básicas se necesitan unas condiciones físicas y psicológicas que impiden que, a cierta edad, se rinda adecuadamente en la calle. Por eso hay servicios de segunda actividad, complementarios. Hay dos posibilidades, o una segunda actividad, voluntariamente, o si no se está en condiciones, hacer la valoración pertinente por parte del Ayuntamiento. Es un tema delicado.
- ?Y en cuanto a los mandos?
- Es más un gestor, tiene que hacer una labor de organización, programación, despacho,... Pero en la Policía Local si el jefe no está en la calle, la cosa no funciona bien.
- Los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil se quejan amargamente de la diferencia de salarios con los policías locales.
- Hay una autonomía municipal. Y ahí no te puedes meter. Cuando yo llegué a la Policía Local había sueldos más bajos. Más bien, fueron los cuerpos de policía autonómica, como los Mossos y la Ertzaintza, los que tiraron de los salarios. Quizá, marcar unos máximos y unos mínimos sería útil, pero no creo que se haga porque hay unas RPT (relaciones de puestos de trabajo) municipales que fijan los salarios, seas policía o no. Las quejas de los guardias y los policías nacionales son lógicas.
- ?Se corre el riesgo de que las plantillas se llenen de gente con poca vocación o desmotivada?
- Es inevitable, y más en los tiempos de crisis que corren. La gente busca estabilidad y el puesto de funcionario resulta atractivo, llámese policía local o lo que sea. Gente que ni se lo planteaba se suma a las plantillas. Unos se integran y otros, por desgracia, son irrecuperables.
- Usted defiende que se retoquen los mecanismos de acceso a la Policía Local. ?Cuál es su apuesta?
- Habría que cambiar esa política de acceso. Hay un problema que baja la calidad del servicio, que son los interinos. No tienen la formación adecuada, cuando cada vez se demanda más preparación. Hoy se exige como mínimo el bachiller. Pero habría que introducir, a mi juicio, unos estudios universitarios orientados al acceso a la Policía Local y luego presentarse a la oposición. Eso ya existe, por ejemplo, en la Universidad Miguel Hernández, con los estudios de Seguridad y Ciencia Policiales. De este modo, al Instituto Valenciano de Seguridad Pública (Ivasp) se llegaría con materias ya dadas y se podría dar prioridad a temas prácticos.
- Sería un filtro más exigente.
- Sí, y nos aseguraríamos de que existe un interés, una vocación y una formación previa. Eso, lógicamente, no se puede hacer de la noche a la ma?ana.