La Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores (AMAL), una de las entidades organizadoras de la 'procesión atea', ha anunciado que recurrirá "punto por punto" la prohibición de la misma, ya que considera que los argumentos ofrecidos por la Delegación del Gobierno son "inexactos y coinciden en un porcentaje muy alto con los que están utilizando los fundamentalistas católicos".
Al mismo tiempo, el colectivo ha anunciado por boca de su presidente, Luis Vega, que se plantea organizar una nueva marcha "para exigir un avance en la confesionalidad del país y un empuje a las libertades democráticas que se están recortando".
En declaraciones a ELMUNDO.es, Vega ha señalado no compartir, pero sí acatar, la decisión de la Delegación de Gobierno de no permitir la manifestación convocada por AMAL y la asamblea vecinal La Playa de Lavapiés el Jueves Santo en la capital.
"Respetamos la ley", ha admitido quien se confiesa sereno pese al "acoso" de la Asociación Estatal de Abogados Cristianos y el colectivo HazteOir.org, que han presentado sendas querellas. "Hoy me he enterado de que hay una tercera que han hecho a título personal 10 personas y que ha sido admitida a trámite", ha apuntado. "Las otras dos las conocemos por los medios de comunicación, todavía no nos las han comunicado. Pero en mi opinión no tienen ningún recorrido".
Vega se ha defendido de las acusaciones contra AMAL argumentando que ésta no tiene ninguna responsabiliad en los dos hechos transcurridos entre la solicitud a la Delegación del Gobierno y al Ayuntamiento de Madrid que han desencadenado la polémica: la aparición, en un acto en el Paraninfo de la Universidad Complutense, de un cartel con referencias ofensivas a una hermandad y la intervención de un representante de otro de los colectivos convocantes en una tertulia radiofónica.
"Hemos dicho hasta la saciedad desde el principio que ese cartel jamás ha sido nuestro", ha señalado en relación al primer 'delito'. Sobre el segundo, ha especificado: "Fueron afirmaciones que no compartimos. Al salir del programa le dijimos que estábamos en desacuerdo con sus palabras. Unos días más tarde, le pedimos amablemente que abandonara el grupo".
El presidente de los ateos madrileños ha aclarado que no buscan "confrontación", y ha explicado que el objetivo de la 'procesión' era triple: "Comprobar la elasticidad del apartado de la Constitución que dice que España es un estado aconfesional, saber si el Jueves Santo es propiedad absoluta de la Iglesia católica y hacer una crítica a la misma como institución, no a las creencias, algo particular que respetamos siempre y cuando no se quieran imponer".
Vega ha revelado, además, que desde la plataforma convocante se habían propuesto tres itinerarios -uno principal y dos alternativos- "estudiados" y que "no coinciden ni a 200 metros" con el recorrido religioso. La 'procesión atea' pretendía ser, según sus palabras, "tranquila, lúdica, folclórica, con batucadas y grupos musicales".
¿Preveían, en cualquier caso, algún incidente? "No", ha zanjado. "Personalmente, si antes de salir hubiera visto contramanifestantes, habría recomendado no salir, porque no queremos dar esa impresión, ni siquiera protegidos por la Policía".