Los cromañones todavía existen...
P. Juan Manuel Góngora
@patergongora
Me pasan este clip, que es público en Instagram. Un acto de exaltación sodomítica acontecido en la ermita de una finca privada de bodas en Madrid.
Si sois católicos y os invitan a irreverencias semejantes, no seáis complices de un pecado mortal. Recemos por su conversión.
https://twitter.com/patergongora/status/1761813426790138124
Iván ۞
@_ivangarsan_
Los homosexuales creyentes somos muchísimo mejores personas y muchísimo más cristianos que tú, parásito de la Iglesia sin valores cristianos ningunos.
https://twitter.com/_ivangarsan_/status/1761823796393107835
Las imágenes de una boda gay en una ermita católica encienden las redes sociales
«Un acto de exaltación sodomítica en la ermita de una finca privada», lo define un sacerdote, mientras que otro se plantea si son las consecuencias de 'Fiducia supplicans'
La diócesis de Madrid afirma que no fue «informada ni consultada» sobre la celebración y anuncia medidas canónicas frente al «acto unilateral de la finca»
José Ramón Navarro-Pareja
JOSÉ RAMÓN NAVARRO-PAREJA
Madrid
26/02/2024 a las 15:29h.
«Consecuencias ¿indeseadas? de Fiducia», se pregunta el sacerdote madrileño Jorge González Guadix en una entrada de su blog 'De profesión cura' alojado en el portal InfoCatólica. Lo hace a raíz de un vídeo que ha circulado en las últimas horas por redes sociales en el que dos hombres, vestidos ambos de novio, salen de la mano de un templo católico, entre las aclamaciones de los asistentes, en lo que parece el momento final de una boda. Por si hubiera dudas, al final del breve vídeo, que tiene música de Hakuna, aparecen los novios, de espaldas, arrodillados ante el altar del templo, con un pañuelo sobre los hombros, simulando la velación nupcial que recoge la liturgia mozárabe. Al tratarse en este caso de dos hombres, el velo está colocado sobre los hombros de cada uno. En otras imágenes, también se aprecia, sobre un improvisado altar, una pequeña escultura de la 'Madre de Hakuna'.
No es el único sacerdote que critica lo que, dado el escenario, parece una bendición al estilo de las autorizadas recientemente por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe para parejas irregulares, de divorciados vueltos a casar o entre personas homosexuales. También el padre Juan Manuel Góngora, muy activo en la redes, publica un post en X en el que afirma: «Me pasan este clip, que es público en Instagram. Un acto de exaltación sodomítica acontecido en la ermita de una finca privada de bodas en Madrid». El sacerdote, párroco en El Ejido (Almería) también añade, dirigiéndose a sus seguidores, que «si sois católicos y os invitan a irreverencias semejantes, no seáis cómplices de un pecado mortal. Recemos por su conversión».
En la práctica el vídeo responde al final de una ceremonia civil de matrimonio realizada el pasado sábado 24 de febrero en una antigua ermita ubicada en la Finca el Campillo, una residencia palaciega y fortaleza de origen tardomedieval que Felipe II anexionó al entorno de El Escorial. Con la Desamortización, el espacio quedó en manos privadas, y no fue hasta 1986 cuando, tras una intensa restauración, comenzó a ofrecerse como espacio para eventos, bodas y rodajes, según recoge su página web.
Ante los hechos, el arzobispado de Madrid, en cuya demarcación se encuentra el templo, ha hecho pública una nota en la que, «con el deseo de evitar confusión», explica que «no fue informado ni consultado sobre la posibilidad de realizar dicha celebración siendo un acto unilateral de la finca que tendrá efectos canónicos al respecto». Además, también recuerda que «en ningún caso está permitido realizar un matrimonio civil dentro de un recinto religioso».
El texto de la diócesis madrileña señala que las «ermitas familiares solo pueden ser usadas para el fin que la Iglesia les concede. No pueden ser lugar de celebraciones públicas religiosas salvo autorización expresa del obispado, tampoco pueden ser objeto de finalidades comerciales ni lugares de celebraciones civiles de ningún tipo».
La diócesis explica que las ermitas familiares, «en su momento fueron concebidas únicamente para uso privado devocional de la familia propietaria de la misma y en ningún caso para ser ofrecidas como un servicio opcional lucrativo de una empresa dedicada a la organización de eventos sociales».
Sin embargo, en sus servicios de bodas, al contar en su recinto con esta iglesia dedicada a la Santísima Trinidad (también conocida como ermita de santa Filomena, virgen y mártir de época romana, por la imagen que preside el altar principal), la empresa que gestiona la Finca el Campillo ofrece la posibilidad de que se realicen bodas católicas, siempre que cuenten con la autorización de la parroquia de San Bernabé de El Escorial, en cuya demarcación se encuentra emplazada. Al tratarse de una propiedad privada, además de los matrimonios canónicos, el templo también acoge otras ceremonias de tipo civil, como la del vídeo que circula por redes.
La publicación en X del padre Góngora ha generado cerca de cuatro mil respuestas, tanto de quienes la comparten como de los que critican su posición. Entre ellos destacan algunos políticos como Rafael Núñez Huesca e Ignacio Catalá, diputados del PP en la Asamblea de Madrid, y Ester Muñoz de la Iglesia, vicesecretaria de Sanidad y Educación del PP. La diputada del Partido Popular se ha dirigido al sacerdote afirmando que «rezo por usted, padre», porque «su visión de 'la Verdad' le impide ver el daño de su publicación». «Si el objetivo real fuera la conversión de sus almas, no primaría el 'pretendido' escarnio y juicio público. Como católica siempre estaré junto a quienes profesan amor a Dios, no de quienes le utilizan para sembrar odio», ha añadido en la red social.
Por su parte, el sacerdote le ha respondido de forma contundente: «Gracias por la oración. Si me permite un consejo espiritual: podría rezar también, como Vicesecretaria de Sanidad del @ppopular, para que en su partido no haya complicidad con la cultura de la muerte. Algo mucho más grave que denunciar pseudoliturgias».
Necesaria autorización de obispo o del párroco
De acuerdo al canon 1118 del Código de Derecho Canónico, «el matrimonio entre católicos o entre una parte católica y otra parte bautizada no católica se debe celebrar en una iglesia parroquial» aunque con «licencia del Ordinario del lugar o del párroco puede celebrarse en otra iglesia u oratorio». Es en cada parroquia donde consta el libro de matrimonios para su registro y la única que está autorizada para llevar a adelante todo el proceso previo legal para que la boda tenga validez tanto civil como canónica. En todo caso, si se realiza en una ermita u oratorio, como la El Campillo, y no en la iglesia parroquial, requiere la autorización previa del párroco.
Así, aunque en el vídeo que circula por redes parece sugerir que hubo algún tipo de ceremonia católica, en la práctica no aparece ningún sacerdote en las imágenes. No se conoce el tipo de celebración con exactitud. En todo caso, la escenografía tampoco parece responder a las «bendiciones pastorales» estipuladas por 'Fiducia supplicans' y la posterior aclaración que hizo pública el Vaticano. En ella, hablaba de «bendiciones de pocos segundos -de 10 a 15 especifica más tarde-, sin Ritual ni Bendicional», por lo que un acto organizado como este, y con la presencia del velo propio del rito mozárabe no parece responder a esa «bendición espontánea» que plantean los documentos vaticanos.
El texto promovido por el prefecto de Doctrina de la Fe, Víctor Manuel 'Tucho' Fernández también señalaba que este tipo de bendiciones debían hacerse de forma que no se confundieran con un matrimonio canónico, como sí parece deducirse de este vídeo, sobre todo por el espacio en el que se celebra la ceremonia. «Esta forma de bendición no ritualizada, con la simplicidad y brevedad de su forma, no pretende justificar algo que no es moralmente aceptable», añadía en las aclaraciones.
Además, continuaba explicando que «evidentemente no es un casamiento, pero ni siquiera es un 'visto bueno' ni una ratificación de nada. Es solo la respuesta de un pastor a dos personas que piden la ayuda de Dios. Por eso en ese caso el pastor no pide condiciones ni quiere conocer la vida íntima de esos sujetos». Al no conocerse como discurrió la ceremonia más allá de las imágenes difundidas, queda por ver si realmente se desarrolló o no una bendición de las promovidas por 'Fiducia supplicants', aunque la nota emitida por la diócesis parece desmentirlo.