laprovincia.es ? Gran Canaria El vino de la discordia
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aspecto del juzgado de Guía durante la maratoniana jornada de juicios celebrada ayer PACO L. MATEOS
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Si el Duque de Ahumada, el fundador de la Guardia Civil, levantase la cabeza, la volvería a agachar rápidamente al ver la que se ha formado en la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Santa María de Guía a costa de una caja de vino, aunque eso sí, una caja de buen vino, nada más y nada menos que un reserva marca Coto de Imaz. MARÍA JOSEFA MONZÓN / GUÍA. La disputa vinícola generada en el cuerpo de seguridad del Estado llegó ayer al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número tres de Santa María de Guía, a raíz de la demanda interpuesta por presunta apropiación indebida de la caja, por el Guardia Civil de Tráfico Carmelo García, contra el alférez Jesús Rodríguez.
Según la versión expuesta ante la jueza titular por el Guardia Civil, días antes de la celebración de la patrona del Cuerpo (la Virgen del Pilar) recibieron dos cajas de vino, presentes de una conocida empresa de transporte de la Isla, ya que al parecer, es costumbre que las empresas donen productos para que la Guardia Civil festeje por todo lo alto a la Virgen del Pilar. Una de estas cajas venía a nombre de la Casa Cuartel y la otra a nombre del denunciante para que la repartiera entre los compa?eros del destacamento de la Guardia Civil de Tráfico de Guía como se hacía otros a?os.
Sin embargo, según la misma versión, se quedaron con las ganas de disfrutar el vino, ya que el alférez ordenó que esa caja pasara al lote de productos del brindis que se ofrece por el Día del Pilar, y aquí surge la discordia, ya que al ir a reclamar la caja, la misma no se devolvió ante la supuesta manifestación vertida por el superior de que "todo lo que entra en el cuartel, es del cuartel".
Por su parte, el alférez denunciado asegura que hubo una reunión en la que se acordó que todo lo que se regalara iba a ser utilizado para la celebración de la patrona, y que la empresa que hizo el presente informó de que el mismo era para el destacamento y no para una persona determinada y que no se quedó con la caja, ya que el capitán de la casa cuartel ordenó que se devolviera al denunciante, versión ésta que fue confirmada por el propio capitán, que declaró en la vista oral.
En este particular Falcon Crest que se montó ayer en el juzgado de Guía, no faltaron acusaciones de animadversión contra el alférez, según explicó su defensa, por algunos asuntillos disciplinarios con el demandante y también se recordó la prohibición de que los agentes del cuerpo reciban regalos personales, aunque por lo visto, sí se pueden recibir a título general del Cuerpo para celebrar el Día del Pilar. A todo esto, el citado juzgado vivió una jornada caótica, con cerca de quince juicios que se retrasaron, por lo que por esta vista prevista para las doce del mediodía, se tuvo que esperar hasta las cinco y media de la tarde, sin salir del juzgado.
EL VINO, SIN ABRIR. Fiscalía y defensa solicitaron el sobreseimiento de la demanda, ya que según coincidieron todos, la caja de vino no se ha tocado esperando la decisión judicial, mientras que la letrada de la acusación particular pidió una condena de multa de dos meses a razón de 20 euros diarios, ya que el alférez dio la orden de que la caja se trasladara, y eso es, en su opinión, apropiación indebida, a lo que se a?ade, según la acusación, que se negó a devolverla, utilizando su rango de mando superior.
CON GRAN RETRASO. Después de lo vivido, según se comentaba en los pasillos del juzgado, no quedan ganas ni de probar el vino ni de volver a pisar un juzgado. La razón argumentada es que no se entiende cómo se pueden celebrar 15 juicios denominados rápidos y estar en el juzgado de las nueve de la ma?ana a las tres de la tarde. Toda una maratoniana jornada que acabó con la paciencia de más de uno ayer.